Martes, 26 de noviembre de 2024
La Asociación para la Defensa de los Perjudicados por Entidades Financieras (Apdef), que cuenta con más de 700 socios,
Preparan una demanda colectiva para pedir anular la compra de acciones de Bankia en julio de 2011
La Asociación para la Defensa de los Perjudicados por Entidades Financieras (Apdef), que cuenta con más de 700 socios, está preparando una demanda para solicitar la nulidad de la compra de acciones de Bankia de todos aquellas personas que las adquirieron en julio de 2011.
En declaraciones a Europa Press, uno de los abogados de esta Asociación, Francesc Garcia, ha animado a todos los afectados a unirse y a luchar para pedir esta nulidad "por publicidad engañosa y falsedad en las cuentas y balances del ejercicio 2011 del grupo Bankia".
Y es que Bankia, según este letrado, no fue transparente sobre su valor patrimonial cuando salió a bolsa en julio de 2011, ya que las acciones de vendían a 3,75 euros cuando su valor real era de 0,77 euros; por ello, la Apdef también trabaja en una demanda colectiva contra la entidad y su consejo de administración por daños y perjuicios.
Otro de los caballos de batalla de esta asociación son las participaciones preferentes y subordinadas, de hecho ya han presentado 150 demandas en juzgados de diferentes puntos de Cataluña --Blanes, Mataró, Barcelona, Girona, Lleida, Reus entre muchos otros-- y cuentan con más de 300 demandas identificadas, según ha concretado Garcia.
En estos momentos pelean para evitar que el Frob imponga a todos aquellos que tenían preferentes o subordinadas que ahora se les cambien por acciones: "Impondrán por ley que aquellos que tengan preferentes ahora tengan acciones y esto es un corralito encubierto", ha denunciado Garcia.
ALERTA CON EL ARBITRAJE
El abogado también ha alertado a todos los afectados que no acepten el arbitraje con las entidades afectadas, ya que acceder al arbitraje impide que después pueda presentarse una demanda judicial, "con el engaño de las entidades financieras no se debe transigir y el arbitraje supone que hay dos partes que tienen un problema, cuando la realidad es que una de las partes practicó el engaño y la otra fue la víctima del mismo".
Finalmente García ha calificado las preferentes y subordinadas perpetuas de "producto perverso", ya que a través del engaño provocaron un consentimiento erróneo por parte de los compradores.
El letrado ha explicado que la mayoría de compradores creía que ponía su dinero a plazo fijo con posibilidad de recuperarlo a su voluntad cuando realmente se estaba entregando el dinero al banco y éste no lo devolvía si no quería.
"Y esto no lo habría firmado nadie de haberlo sabido", ha expuesto finalmente Garcia.
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