DIGNIDAD DIGITAL   A las 20:10 de hoy miércoles comenzó, en el Salón de Grados de la Universidad CEU - San Pablo, la presentación del libro “El Desmoronamiento de España” de Alberto Recarte, acto presidido por D. Ángel Algarra Paredes, vicedecano de la Facultad de Económicas de dicha universidad. Además del presentador, acompañaron al autor del libro D. Javier Gómez de Liaño y D. Jesús Huerta de Soto.  

 El aforo del Salón de Grados presentaba un lleno total, por lo que muchos de los asistentes debieron permanecer de pie durante la hora y media que duró la presentación, cubierta por diversos medios de comunicación nacionales.

  La primera intervención fue la de D. Javier Gómez de Liaño, el cual destacó que el libro está escrito por un autor que no mercadea con su conciencia y que por tanto señala descarnadamente los principales problemas económico-institucionales que aquejan a nuestro país: ¿dónde están la lucha contra la corrupción, dónde la separación de poderes, la igualdad entre todos los españoles, la democracia interna de partidos, sindicatos y organizaciones empresariales? Liaño termina su intervención caracterizando al libro como una obra democrática, verdadera y honesta: el “acta notarial de una preocupación por el país”.

  Por su parte y con el ánimo polemista y estilo vivaz que le caracteriza, Huerta indica que el título de la obra es un tanto “apocalíptico”, pero que a la vez es “uno de los mejores títulos que se han escrito acerca de la actual encrucijada económica española”, caracterizada por el hecho de que “por primera vez en nuestra historia, España tiene que hacer frente a una crisis económica sin tener una política monetaria propia, que permitiría devaluar; por lo que el país se ve obligado a realizar reformas pendientes desde hace muchos años”. Señaló, siguiendo la Teoría Austríaca del Ciclo Económico (TACE), que “la crisis tiene su origen en el erróneo diseño del negocio de la banca en el mundo actual y recomendó el libro como un perfecto manual de estructura económica española”.

  Una vez finalizadas sus respectivas presentaciones, tomó la palabra Alberto Recarte, que comenzó su intervención agradeciendo la colaboración de sus ayudantes, familia y amigos en la elaboración del libro. Acto seguido sostuvo que la crisis española durará 10 años y describió como hecho incontrovertible el que una o dos generaciones tendrán que pagar sus consecuencias, convirtiéndose en “generaciones perdidas”. De una forma muy gráfica, retrató la situación española como la de una empresa privada en suspensión de pagos que debería proceder a una quita de parte de su deuda.   Al igual que Huerta de Soto, Recarte señaló a las políticas monetaristas expansivas de los bancos centrales como únicas responsables de la actual crisis mundial. Asimismo vaticinó la suspensión de pagos griega como consecuencia del corsé que supone un euro sobrevalorado.

  Por otro lado, también realizó una crítica de los peculiares aspectos institucionales de la crisis en España, indicando que la Constitución “es un tema no bien resuelto” y que “urgen reformas políticas de calado que deben realizarse a lo sumo en un plazo de 3 años”, de las cuales una de las más importantes consistiría en “la eliminación del Tribunal Constitucional, para que sea el Tribunal Supremo quien decida si las leyes que se aprueban en los parlamentos son constitucionales o no”.

  Una vez terminada la intervención de Recarte, D. Ángel Algarra abrió un turno de preguntas del público. Dos tuvieron especial interés: ¿PP y PSOE pueden hacer las reformas? ¿Podría aparecer un ”Tea Party” en España?  

 A la primera Recarte respondió que el PSOE ha elaborado tres Decretos en el buen camino, aunque un personaje como Miguel Sebastián elaboró unas políticas que demostraron ser nefastas en cuanto a la promoción de las exportaciones y a las subvenciones a las renovables.  

 Lo segundo lo considera imposible, ya que no hay ni un sólo representante político en España que sea elegido de forma directa y por consiguiente todas las decisiones las toman las cúpulas de los partidos, no la ciudadanía. En todo caso, adoptó una postura un tanto crítica hacia el “Tea Party” estadounidense, afirmando que “representa el populismo, el aislacionismo... es decir, lo mejor y lo peor de los EEUU”, pero es una eficaz vía de protesta popular contra las políticas seguidas en los últimos años en EEUU para hacer frente a la crisis.