Una portavoz del Servicio de Ambulancias de la capital británica indicó que los efectivos de emergencia habían atendido a ocho personas, tres de las cuales fueron trasladadas al hospital con heridas de carácter leve. No pudo confirmar si dentro de estas ocho personas se incluyen los dos agentes heridos de los que han informado fuentes policiales, según The Guardian.

   La Policía Metropolitana señaló, por su parte, que ha detenido a ocho personas acusadas de provocar desórdenes violentos, robo y daños, cuatro por alteración del orden público, una por asalto y dos más por supuestos desórdenes de carácter violento.   

Este balance llega después de que miles de estudiantes se manifestasen en distintos puntos de la capital contra la decisión del Gobierno de coalición de subir los precios de las matrículas y hacer recortes en educación.   

Un grupo de jóvenes atacó con palos un furgón policial en Whitehall, en las proximidades del Parlamento, y rompió las ventanas, además de zarandear el vehículo, mientras otros estudiantes trataban de impedir su actuación, informa Sky News.  

  Miles de estudiantes se congregaron en Whitehall y sus alrededores así como en la plaza Trafalgar para protestar contra los planes del Gobierno de David Cameron. En algunos puntos se produjeron escaramuzas con la Policía al intentar los jóvenes romper el cordón policial en esta zona, con el fin de llegar al Parlamento, y también cerca de Downing Street, donde se encuentra la residencia del primer ministro.   

La actuación policial se habría producido ante los datos de Inteligencia de que un grupo de manifestantes podría querer atacar la sede del Partido Liberaldemócrata, socio de gobierno de los conservadores, cuya sede fue atacada en la anterior protesta estudiantil del 10 de noviembre.  

  Según la BBC, ha habido ocupaciones en numerosas universidades en el país, incluida la biblioteca Bodleian de la Universidad de Oxford. También ha habido protestas en otras ciudades como Manchester, Liverpool, Sheffield, Bristol, Southampton, Oxford, Cambridge, Leeds, Newcastle, Bournemouth, Cardiff, Glasgow y Edimburgo.

RESPUESTA DEL GOBIERNO  

  Un portavoz de la oficina del primer ministro denunció que, aunque la gente tiene "derecho para participar en una protesta legal y pacífica", "no hay lugar para la violencia o la intimidación".   

El líder del principal sindicato estudiantil, el NUS, Aaron Porter, se ha desmarcado de los actos de violencia durante la protesta, como ya hiciera tras los sucesos del 10 de noviembre, cuando hubo 60 detenidos. "No hay condiciones en las que la violencia sea aceptable", declaró a Sky News, defendiendo, eso sí, las protestas para hacer ver al Gobierno el rechazo de los jóvenes a sus planes.