"El borrador (de resolución) que se ha votado estaba sesgado. Las amenazas de sanciones se contemplaban solo contra el Gobierno sirio. Esto va contra el espíritu del documento (final) de Ginebra -firmado por todos los países que acudieron a la reunión del Grupo de Acción sobre Siria en julio- y no refleja la realidad del país a día de hoy", ha agregado Churkin.

   Es la tercera vez que Rusia, un aliado clave de Damasco, y China utilizan su poder de veto en el Consejo de Seguridad para impedir la aprobación de sanciones cuyo fin es aumentar la presión sobre Al Assad y detener la violencia en Siria. 

  Inmediatamente después, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, ha criticado el veto y ha dicho que considera "muy lamentable" y "muy desafortunada" la decisión de esos dos países. "Están en el lado equivocado respecto al pueblo sirio, el lado equivocado respecto a la esperanza de alcanzar la paz y la estabilidad en la región", ha declarado. 

  El ministro de Exteriores británico, William Hague, se ha unido a las críticas y ha tildado la decisión de Rusia y China de "inexcusable e indefendible", al tiempo que ha subrayado que ambos países "han dado la espalda al pueblo de Siria en su etapa más oscura", según ha informado el diario británico The Guardian.

  Por su parte, el embajador británico ante Naciones Unidas, Mark Lyall Grant, ha declarado ante el Consejo que se siente "horrorizado" por el veto de China y Rusia. "Con esa acción están protegiendo a un régimen brutal. Han optado por situar sus intereses nacionales por encima de la vida de millones de sirios", ha denunciado.

   Su homólogo francés, Gérard Araud, ha advertido de que esto no disuadirá a quienes abogan por emprender acciones contundentes en la ONU. "No podíamos ser cómplices de una estrategia que ha unido una falsa acción diplomática con la parálisis", ha dicho Araud. "Este doble veto no nos detendrá. Seguiremos ayudando a la oposición siria en su camino hacia la transición a la democracia", ha subrayado.

   "La historia demostrará que (Rusia y China) están equivocados, y les juzgará. Ahora está claro que Rusia solo quiere dar tiempo al régimen sirio para que aplaste a la oposición", ha valorado.

   Por su parte, la embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Susan Rice, ha señalado que la sugerencia de que la resolución supondría dar luz verde a para una entrada de fuerzas extranjeras en Siria es "paranoica, sino falsa". 

  Así, ha argumentado que la resolución propuesta "no autorizaría en ningún caso, y ni siquiera allanaría, la posibilidad de una intervención militar extranjera". "Ni siquiera impondría sanciones en esta etapa", ha agregado.

   Ante la avalancha de críticas por parte de los países occidentales, Churkin ha dicho que los comentarios vertidos por los embajadores son "inaceptables", al tiempo que ha acusado a Occidente de "pensar únicamente en sus propios intereses geopolíticos, que no tienen nada en común con los del pueblo sirio".

   Por último, Churkin ha apuntado que los países occidentales se han negado a trabajar con Moscú sobre el borrador de resolución presentado por Rusia, por lo que no será presentado a votación, según ha informado la agencia de noticias rusa RIA Novosti.

POSTURA DE CHINA 

  Por su parte, el embajador permanente de China ante Naciones Unidas, Li Baodong, ha señalado que el borrador de resolución presentado por los países occidentales es "muy problemático", ya que tiene un contenido que pretende poner la presión sobre únicamente una de las partes del conflicto. 

  "La experiencia ha demostrado que este tipo de prácticas no ayudará a resolver el problema en Siria, sino que llevaría el asunto lejos del camino de la solución política", ha valorado Li. "No solo agravaría la situación, sino que extendería el problema a otros países de la región, minaría la paz y la estabilidad regional y dañaría los intereses del pueblo sirio y de la región en su conjunto", ha agregado.

   En este sentido, Li ha subrayado que el borrador "erosionaría gravemente la confianza y la cooperación internacional" en torno al conflicto en Siria, según ha informado la agencia de noticias china Xinhua.

   El embajador chino ante la ONU ha especificado que los esfuerzos de mediación de Annan "son una forma importante y realista" de alcanzar una solución política, al tiempo que ha destacado la importancia del comunicado final de la reunión del Grupo de Acción para Siria en Ginebra.

   "En estos momentos, los esfuerzos de Annan para implementar las conclusiones de la reunión están en un momento crítico. Sin embargo, el borrador viola el consenso alcanzado en Ginebra y ha alterado la nueva ronda de mediaciones de Annan", ha recalcado Li. 

  Li ha ido más lejos y ha asegurado que el borrador ha puesto en peligro la unidad del Consejo de Seguridad. "Durante las consultas, los países que propusieron la resolución no han mostrado voluntad de cooperar. En vez de eso, han sido rígidos y arrogantes y no han escuchado las preocupaciones razonables de otros países ni han querido revisar el texto", ha dicho, uniéndose a las críticas de Rusia en este sentido.

   "Es aún más lamentable que, bajo unas circunstancias en las que las partes estaban muy divididas y había tiempo para más consultas, estos países se negaran a seguir la recomendación de China, de otro país del Consejo de Seguridad -presumiblemente Rusia- y Annan, para mantener negociaciones durante más tiempo hasta conseguir un texto aceptable para todos, y presionaran para votar el borrador", ha apuntado. 

  Respecto a las críticas occidentales contra Pekín, Li ha recordado que China ha participado en las conversaciones "de forma positiva y constructiva, comprometida con el alto el fuego en Siria, la implementación del comunicado de Ginebra y las resoluciones de Naciones Unidas". "Asimismo, trabajó para extender rápidamente el mandato de la UNSMIS y apoyó los esfuerzos de mediación de Annan", ha añadido. 

  "Esta vez, (los países occidentales) han repetido el viejo truco de poner condiciones previas y obstáculos para la extensión de la UNSMIS, vinculándolo a la aprobación del capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas y la amenaza de sanciones, en un intento de cambiar o incluso repudiar el consenso conseguido en Ginebra", ha valorado.

   "No podemos hacer otra cosa que cuestionar su voluntad de extender el mandato de la UNSMIS y alcanzar un acuerdo rápido en la crisis siria a través de un proceso político interno. Por ello, pedimos a esos países que reflejen honestamente su política y vuelvan al camino correcto", ha apostillado Li.