La situación de España es crítica en el plano moral. El aborto es un derecho, las parejas homosexuales se pueden denominar matrimonio y pueden adoptar hijos, se ha implantado la educación para la ciudadanía en toda la enseñanza y se persiguen las manifestaciones católicas. (El desastre económico en el que también nos hallamos envueltos y que ha llevado a la pobreza a muchos ciudadanos, requiere un tratamiento separado, aunque haya relación entre uno y otro.)

Este deterioro moral no ha surgido del azar sino que ha sido buscado y alentado con ahínco desde determinados centros de poder y desde distintos medios de comunicación, que han buscado la descristianización de la sociedad, la imposición de un modelo laicista radical y agresivo.

La jerarquía eclesiástica viene denunciando este alejamiento de Dios y no pocos movimientos religiosos luchan contra la secularización dominante. Poco a poco, también los laicos, preocupados por el actual estado de cosas, han ido creando  asociaciones civiles para defender el pensamiento católico en nuestra sociedad. Así, los profesores católicos de las Universidades madrileñas han tenido una actividad muy considerable, siendo la elaboración de un manifiesto contra la eutanasia un buen ejemplo de ello. La Asociación de Docentes Santo Tomás de Aquino mantiene un excelente blog en http://infocatolica.com/, la asociación Santa Catalina organiza conferencias y mesas redondas en Oviedo, etc.

Pues bien puede que haya llegado el momento de coordinar las iniciativas ya existentes y que hasta el momento han venido actuando de una manera dispersa, de modo que con un ligero esfuerzo adicional el efecto en la sociedad sea mayor. Se trataría de crear una plataforma de asociaciones civiles en la que se defendiera el pensamiento católico de forma inteligente e incluso sirviera de base para organizar acciones pacíficas contra situaciones injustas.

Dicha plataforma no trataría de suplantar ni modificar las organizaciones ya existentes, que continuarían con sus labores específicas y mantendrían su total autonomía. En particular,  lo acordado por mayoría en la plataforma no sería de obligado cumplimiento para  las asociaciones integrantes, que podrán adherirse o no lo que se proponga de forma totalmente  libre. La plataforma se regiría por el principio de subsidiaridad; se dedicaría a llevar a cabo lo que las asociaciones no puedan realizar por sí solas y siempre a iniciativa de las asociaciones integrantes.

El campo de acción de la plataforma se centraría en los aspectos ligados a la educación (de jóvenes) y a la formación (permanente de adultos). Espera contar fundamentalmente con la colaboración de universitarios, sean estos docentes, investigadores, profesionales autónomos o del mundo de la empresa.

Se potenciará el uso de los medios electrónicos como modo de llegar a todo el mundo que lo desee y como forma de ahorrar tiempo. Probablemente más que buscar una nueva página web, difícil de mantener y fácil de asaltar, lo más conveniente sea buscar que los comunicados y las decisiones se hagan públicos de manera simultánea a través de varios medios ya existentes.

Con el tiempo se podría arbitrar la participación en la plataforma de personas individuales, no integradas en asociación alguna. Así mismo se contempla la posibilidad de integrarse en plataformas internacionales, pues el problema afecta a todo occidente. Por razones obvias se contactaría primero con otras asociaciones de lengua española.

Por razones de conveniencia la plataforma debería tener un nombre, por ejemplo plataforma de universitarios católicos. Siempre hay tiempo de buscar uno mejor.

Esperamos vuestra colaboración. Los interesados dirigirse a. adstaq@gmail.com,   asociacionsc.oviedo@gmail.com. o a aymoratilla@dim.icai.upcomillas.es