Creo sinceramente que esas personas deberían apuntar la artillería hacia aquellos que llevan 30 años largos dedicándose a arruinar y corromper al país. Esos están tanto en el PSOE como en el PP.

  Sin embargo me parece que esta indicación caerá en saco roto. No en vano, muchas de estas personas creen que el PP representa a una “derecha de toda la vida”, católica y conservadora. Chesterton se preguntaría retóricamente ¿conservadores de qué? Y es que conservar, conservar, pues conservan estupendamente tanto el funesto orden político del 78, como la ingeniería social del PSOE que tanto criticaron hasta tocar poder... ah, y las inversiones de nuestros acreedores franco-alemanes. ¿Conservó el PP la industria nacional española (acero, armamento, naval, pesquera, minera, textil, informática)? No, la privatizó por cuatro duros o la abandonó a su suerte en los mercados internacionales. ¿Conservó el PP una banca que orientaba el ahorro nacional hacia el bienestar y la productividad interior? Tampoco, y así la tenemos completamente dedicada a estafar a los nacionales (preferentes), a la especulación ladrillera y al expolio de viviendas. ¿Conservó el PP la familia, el derecho a la vida, el matrimonio cristiano, el derecho a escolarizar en español? Ah, que algún día lo hará... pero apuesto a que no van a esperar a que llegue ese día para comenzar a votarle. Y les digo el motivo: en última instancia el razonamiento de la “derecha de toda la vida” se reduce a “¡Que llegan los rojos!... ¡a votar a los nuestros!” y a “yo soy español, español, español”.

Miren ustedes. Comenzaré a tomar en serio sus críticas al PSOE (poli malo) cuando apliquen la misma vara de medir al PP (poli bueno) y asuman que poco importa el conductor cuando el camino por el que hoy transita España conduce al vertedero -pasando por la trituradora-: la solución a los problemas de la patria no reside en unas elecciones amañadas (recordemos la última reforma de la ley electoral que dificultó aún más el acceso al parlamento a las formaciones emergentes). Por la parte “conservadora”, la solución pasa por que las bases católicas sean consecuentes con su fe en el Mesías y no confíen en mesianismos políticos; porque entiendan que constituye una falta de caridad y una estulticia socializar en clave “los tuyos”/“los míos”.

Hoy el grito de nuestros compatriotas, independientemente de la ideología que creen sostener, es “patria, pan y justicia”. Rajoy les manda antidisturbios. Un gobierno representativo no es esto, no es esto... salvo que sean otros intereses los representados.