Viernes, 10 de enero de 2025

Carta semanal del Arzobispo de Oviedo

Seminario: aprender a fiarse de Dios

 Fiarse de otro. Qué grande regalo si se da en la vida de cada día. Cuando merodean los retos más amenazantes que de continuo nos echan un pulso a lo mejor de nuestra esperanza, uno se siente tocado por una sensación de soledad. Se experimenta una especie de aislamiento en donde da la impresión de que ya nadie se fía de nadie. Todo puede ser sospechoso de cualquier cosa, y las certezas se mueven tanto debajo de nuestros pies que se hace fatigoso dar un paso sin tener la sensación de que una arena movediza terminará por engullir lo que en otros momentos parecía claro, hermoso y posible.       

Hace unos años, Vicente E. Tarancón siendo joven obispo en Solsona, escribió una célebre carta pastoral. El tema era la alegría sacerdotal. El contexto al final de la década de los años cuarenta, era de dureza social, económica, política. Culturalmente había que reconstruir tantas cosas derrumbadas por los horrores de una guerra fratricida. Ante ese panorama, la Iglesia tenía ante sí una enorme tarea de anuncio esperanzador con una buena noticia que contar. Don Vicente se dirigía a sus curas con una carta honda y llena de responsabilidad haciéndoles testigos de la verdadera alegría de la que eran portadores como sacerdotes de Jesucristo.       

Pero comenzaba con unas palabras que parecen escritas para un tiempo como el nuestro: «el fracaso nos abruma. El convencimiento de nuestra inutilidad es una losa de plomo que nos oprime y que nos amarga la existencia. La alegría huye entonces necesariamente del corazón sacerdotal. Vamos tirando, haciendo las cosas mecánicamente, pero sin que nuestro corazón se entusiasme por nada y sin que nada nos ilusione. Y nos pasamos la vida devorando en silencio nuestra amargura y lamentando el actual estado de cosas que nosotros no podemos vencer». Pero no era la palabra última. Había otra que escuchar aún.       

Ante esta provocación con la que tantas veces nos sentimos acorralados por lo que nos supera y parece vencernos, se abre entonces el sentido profundo de la fe que despierta en nosotros una esperanza luminosa más grande que todas nuestras brumas juntas. Y es entonces cuando entendemos que el sacerdote está llamado a ser servidor de la alegría. No es un cuentacuentos que entretiene. No es un monologuista que induce a carcajadas. No es un cantante que pone música a la letra que ya no existe. Es alguien que sabe de quien se ha fiado como decía San Pablo (2 Tim 1,1). Fiarse de otro no significa que se entiende todo, o que todo se hace fácil y simplón. Es más bien mirar las circunstancias, abrazar la realidad, caminar por el sendero cotidiano, sabiéndonos acompañados por los ojos y protegidos por las manos de quien más nos quiere, de quien nunca engaña ni tiene intereses capciosos para aprovecharse de nosotros.       

Esta presencia del Señor en nuestra vida, es lo que permite que nos fiemos de alguien que no es rival, ni intruso, ni enemigo. Su mirada dulce y su acogida misericordiosa hace que cuanto nos pone en un brete, cuanto a veces nos acorrala, no tengan ni la palabra última ni una palabra fatal. Esto es lo que los futuros sacerdotes que se forman en el Seminario deben ir asimilando, haciéndolo vida propia y experiencia personal. Porque de esta alegría ellos deberán ser testigos luego en su ministerio sacerdotal. Saber de quien uno se fía, cuando ese Quien coincide con el mismo Dios, es lo que genera una mirada nueva capaz de despertar de nuestras noches con pesadillas para amanecer a una esperanza que nos regala la verdadera alegría. Es el mensaje de este año para el día del Seminario.        

 + Fr. Jesús Sanz Montes, ofm         Arzobispo de Oviedo


Comentarios

Por JA JA 2013-03-18 18:29:00

Ya veo que alguien-que no merece confianza alguna-comenta con el mismo seudónimo que yo.Y que siga con sus obsesiones


Por JaJAJAjaaAAA 2013-03-18 00:04:00

Lo que tu pretendes es que se fíen de ti


Comentar

Columnistas

Algunos problemas en el horizonte de la política verde actual

La subida global de temperaturas y la conveniencia de ir sustituyendo las fuentes de energía tradicionales (gas, petróleo y carbón) por otras más sostenibles es un tema de permanente actualidad tanto en los medios de comunicación como en la política. Frente a la versión aplastantemente mayoritaria del problema y sus soluciones, el ciudadano atento y bien informando acaba descubriendo algunos problemas a los que no se les presta demasiada atención. En este artículo se presentarán algunos de ellos

Por Francisco Javier Garcia AlonsoLeer columna

El tráfico con inmigrantes y el avance de las nuevas derechas europeas

La propuesta que más influyó para atraer el voto de muchos europeos hacia las nuevas derechas es el rechazo a las políticas que facilitan la inmigración incontrolada, pues están convencidos de que aumenta la delincuencia y favorece la islamización de Europa

Por Angel Jiménez LacaveLeer columna

La trampa de la Justicia social

La alternativa a la "justicia social" no es un escenario de pobres muriéndose en las aceras por falta de recursos para pagarse un hospital. La alternativa sería una sociedad en la que, con una presión fiscal que fuese muy inferior a la actual, la gran mayoría de la gente se las arreglase muy bien por sí misma, sin depender de papá Estado. Publicado en el centro Covarrubias

Por Francisco J Contreras Leer columna

Miguel Bernad en la revuelta

Este hombre de 82 años ha hecho más daño al sanchismo en dos meses que Feijóo y sus diputados en esta legislatura

Por Rafael Sánchez SausLeer columna

"Agenda 2033, nueva y eterna"

  En su libro “Agenda 2033, nueva y eterna”, Eduardo Granados presenta una propuesta para que pongamos nuestra mirada en 2033, fecha en la que se cumplen dos mil años de la Redención. En 2033 confluyen las celebraciones del bimilenario de la institución de la Eucaristía, de la muerte y resurrección de Cristo y del nacimiento de la Iglesia. En esta entrevista el autor nos da las claves de esta original propuesta.  

Por Teodoreto de Samos Leer columna

Ningun margen

Detrás de tanta normativa milimétrica se agazapa una desconfianza descomunal en la gestión privada, que actúa como un implícito reproche moral. Publicado en El Debate

Por Enrique García MáiquezLeer columna

¿Son los derechos humanos una idea tóxica?

Occidente no perdió el rumbo en 1776, sino en 1917 y 1968.

Por Francisco J Contreras Leer columna

San Fernando: el rey y el gobernante

Sólo el advenimiento de los Reyes Católicos, y el resultado de su prodigiosa obra, pudo superar, andando el tiempo, esa primacía en la memoria de los castellanos. Pero para ello hubieron de pasar casi doscientos cincuenta años Publicado en El Debate

Por Rafael Sánchez SausLeer columna

Goma 2 Eco asturiana ¡y ya vale!

Cabe resaltar aquí lo afirmado por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional: "En definitiva, da igual el explosivo que se utilizara, lo cierto es que todas las pruebas apuntan a que estos personajes fueron los que cometieron ese atentado y la trama asturiana proporcionó los explosivos" (sic).

Por Ana María Velasco Plaza Leer columna

¿Por qué no una Europa gaullista?

El papel rector de la Comisión Europea —que concentra todo el poder ejecutivo y gran parte del legislativo de la UE, pero no responde ni ante los Gobiernos nacionales, ni ante los ciudadanos europeos ni ante el Parlamento Europeo— es el principal instrumento de ese proceso de supranacionalización   Publicado previamente en LA GACETA

Por Francisco J Contreras Leer columna

Encuesta
¿Logrará la ciudadanía frenar la ley de amnistía?

a) no, el gobierno lo tiene todo "bien atado"
b) sí, la fuerza del pueblo es imparable

Dignidad Digital, S.L. E-mail: redaccion@dignidaddigital.com
logo