La fiesta mexicana estaba preparada y todo hacía indicar que el título del Bicentenario se quedaría en el mítico estadio Azteca. Un gol del Chicharito Hernández --la nueva estrella local-- campeó en el marcador hasta el minuto 91 que fue cuando el jugador del Manchester City llevó al fondo de las mallas un excelente pase de Xavi.   

Bien es cierto que la selección ofreció dos caras distintas, producto del ajetreado partido que tanto había dado que hablar en la previa. Finalmente, Del Bosque no hizo jugar a Villa, pero sí a Puyol, Busquets, Piqué, Pedro, Valdés y Navas, implicados en un maratoniano inicio de temporada por el comienzo de la temporada con la Supercopa de España.

   En la primera mitad, la tri fue la verdadera protagonista. Espoleada por su afición y animada por celebrar con victoria su bicentenario maniató bien pronto a una improvisada selección española, que apostó por el debutante Bruno Soriano para el centro del campo y un once titular lleno de jugadores que no fueron tan protagonistas en el Mundial.   

De hecho, Del Bosque dio la titularidad a Cazorla y Monreal, no convocados para la cita sudafricana, y prefirió guardar a otros para la segunda parte, que fue cuando España se transformó en España. Bajo la batuta de Xavi Hernández, el criterio de Xabi Alonso y la verticalidad de Pedrito, el encuentro cambió rápido de cariz.

   Pero los pesos pesados salieron cuando el electrónico reflejaba el 1-0 a favor de los locales. A los 12 minutos, el Chicharito aprovechó un desajuste defensivo de laRoja y adelantó al país centroamericano, que poco más hizo desde ese momento y se dedicó a salvaguardar el acierto de la valentía del nuevo delantero del United.  

  Ya en el segundo acto, España fue la España del Mundial y las ocasiones empezaron a llevar nombre y apellido. Si en los primeros 45 minutos sólo un tiro de Cazorla inquietó la meta de Ochoa con un lanzamiento al travesaño, Navas se hizo dueño de la banda derecha y empezó a hacer daño al cuadro local.   

España no quería perder y menos en el estreno de su condición de campeona mundial. Tras los fallos de Pedro, que estuvo sobresaliente, y Monreal, llegó el tanto de Silva en una jugada made in Spain. Xavi alargó la escuadra y Silva afinó su diestra. El control del canario le dejó a unos metros de la meta mexicana y machacó a gol sin piedad.

   El del City se reivindicaba así tras su oscuro Mundial, España no perdía con los mexicanos --algo que nunca había hecho--, los jugadores regresaban a Madrid sin lesiones y --para colmo-- la organización decidió entregar el trofeo de campeón del torneo del Bicentenario a la selección española. Casillas ya está acostumbrado a estas cosas. España es mucha España y... aún cuando no quiere.