Según ha explicado la ESA, se trata del lanzamiento número 200 del programa Ariane y también será la "carga más pesada jamás puesta en órbita" por el lanzador europeo que contiene, entre otras cosas, 850 kilogramos de combustible para la estación espacial, 100 kilogramos de gases y más de 1,6 toneladas de carga seca. Además, el Johannes Kepler suministrará comida y ropa para los astronautas y varios equipos para el mantenimiento y operaciones de la ISS.

   Del mismo modo, ha señalado que la carga útil también incluye 4,5 toneladas de combustible para la maniobra de reelevación, que impulsará la estación a una altitud de unos 400 kilómetros.  

  Ante esta nueva misión, la agencia espacial ha apuntado que los armarios de carga del Johannes Kepler se han mejorado y son más ligeros. Además, ha señalado que se ha optimizado la instalación para la estiba de última hora de modo que se pueda introducir carga en el ATV-2 poco antes del lanzamiento.   

El plan de vuelo del ATV-2 determina que durará cuatro días, aunque se baraja la posibilidad de unos días extra para hacer frente a posibles eventualidades, ya que el ajustado programa de operaciones de la ISS requiere que el vehículo abastecedor arribe el día 26 de febrero.

   De este modo, la ESA ha señalado que realizará un vuelo completamente automático, aunque estará monitorizado y controlado en todo momento desde el Centro de Control de ATV en Toulouse (Francia).   

Al respecto, ha indicado que, durante la maniobra de atraque, el astronauta de la ESA Paolo Nespoli estará preparado para detener la aproximación del ATV-2 en cualquier momento, si bien la nave cuenta con varios sistemas independientes capaces de detectar cualquier tipo de anomalía, con el fin de garantizar la seguridad de la Estación y de su tripulación.

   Tras pasar tres meses y medio en el complejo orbital, el ATV-2 reentrará en la atmósfera terrestre desintegrándose sobre un área deshabitada en el Pacífico Sur.

PARTICIPACIÓN ESPAÑOLA   

Por otra parte, la empresa española Crisa participa en la misión como fabricante de los equipos de aproximación y acoplado automático del ATV-2. Según ha destacado, el Johannes Kepler pondrá rumbo directo a su destino, sin tener que realizar la compleja serie de maniobras que tuvo que llevar a cabo su predecesor, el Julio Verne, antes de recibir la autorización para atracar en la ISS, lo que reducirá la duración de su viaje.   

Además, ha señalado que su habitáculo presurizado servirá también como área de almacenaje para la tripulación y, una vez finalizada su misión, transportará los residuos de la estación que se desintegrarán junto con el vehículo al reentrar en la atmósfera.  

  Del mismo modo, ha apuntado que los equipos responsables de garantizar la comunicación entre el ATV y la ISS durante todas las operaciones de aproximación y las comunicaciones con la Tierra, a través del satélite Artemis de la ESA, los ha desarrollado la empresa española en sus instalaciones ubicadas en el municipio madrileño de Tres Cantos.

   Estos equipos son responsables de recibir y procesar los comandos de emergencia generados por los astronautas de la ISS que frenarían y alejarían al ATV en caso de detectarse algún error grave durante la maniobra de aproximación.