En el Camp Nou, los azulgranas tardaron casi cincuenta minutos en adelantarse en el marcador con un gol de Villa al que asistió perfectamente Dani Alves. Y eso que los de Guardiola se hicieron con el control del juego desde el primer minuto, ayudados porque el Sporting regaló el balón y se limitó a presionar a los culés.

   Durante la primera mitad, el juego de los de Manolo Preciado dio sus resultados y la delantera del FC Barcelona, formada por Villa, Iniesta y Bojan ante la ausencia de Messi, estuvo desaparecida y apenas creó buenas ocasiones de gol, notando la falta del argentino y su capacidad para desequilibrar.  

  Sin embargo, y tras el paso por los vestuarios, Keita dejó su puesto a Pedro, por lo que Iniesta se retrasó para que el canario ocupase su puesto en la punta de ataque y la fluidez en el ritmo de juego volvió a aparecer apoyándose en las subidas de los laterales, como ocurrió en el gol de Villa, que no perdonó al equipo de su niñez.

   A partir del gol, el FC Barcelona siguió moviendo la bola de un lado a otro, pero el Sporting supo defenderse y no concedió ocasiones claras, aunque tampoco fue capaz de darle ni siquiera un susto a Valdés, que no tuvo que hacer una parada en todo el partido, por lo que la victoria se la acabó llevando el conjunto azulgrana.

MIEDO A PERDER EN EL JUEGOS DEL MEDITERRÁNEO.   

Por otro lado, el Levante se llevó el triunfo en su visita al Almería en un partido que pareció ser de las últimas jornadas de liga por el miedo a perder que tenían los dos equipos y que provocó que el duelo fuese muy aburrido para los aficionados que se acercaron hasta el Estadio de los Juegos del Mediterráneo.

   El centrocampista levantinista Sergio fue el único que rompió la monotonía con un fuerte disparo desde fuera del área que batió a Diego Alves poco antes del descanso, que acabó siendo el tanto definitivo para hacerse con la victoria que deja a los almerienses en puestos de descenso.   

Por último, el partido entre Zaragoza y Hércules fue todo lo contrario al de Almería y Levante y, sobre todo en la segunda parte, el encuentro se rompió y se convirtió en un corre-calles en el que ninguno fue capaz de conseguir un gol que seguramente les habría dado el triunfo.  

  Los hombres de José Aurelio Gay fueron algo superiores y dispusieron de las mejores ocasiones, pero Calatayud estuvo muy acertado en la portería alicantina, por lo que los maños se quedan como colistas con sólo dos puntos en cuatro partidos, mientras que los visitantes siguen sumando únicamente lejos del Rico Pérez.