El Ministerio de Sanidad de Egipto ha confirmado este sábado la muerte de una persona durante los enfrentamientos registrados durante la jornada entre estudiantes de la Universidad de Al Azhar --la institución suní más importante del mundo-- y las fuerzas de seguridad en El Cairo.

   El portavoz del ministerio, Ahmed Kamal, ha indicado que en los incidentes han resultado heridas otras cuatro personas. Varias organizaciones estudiantiles han afirmado que el fallecido es un estudiante de ingeniería del centro.

   Los enfrentamientos en Al Azhar comenzaron a primera hora del día cuando un grupo de manifestantes entró en el campus para impedir que sus compañeros se examinaran, según ha informado el diario egipcio Al Ahram.

   Durante la intervención policial, los estudiantes, simpatizantes de la organización islamista Hermanos Musulmanes, lanzaron piedras a la Policía y quemaron neumáticos en los alrededores para hacer una barricada.

   Una fuente de seguridad ha indicado que un total de 101 estudiantes seguidores de la formación islamista han sido detenidos tras los enfrentamientos por presuntamente tener en su poder armas de fuego, cócteles molotov, fuegos artificiales y una bolsa de clavos.

   Por su parte, el Sindicato de Estudiantes de Al Azhar ha manifestado a través de su página oficial en la red social Facebook que varios estudiantes han resultado heridos a causa del uso de fuego real por parte de las fuerzas de seguridad.

   Asimismo, y tras identificar al estudiante como Jaled el Hadad, ha asegurado que Tamim Mahmud, también estudiante de ingeniería, se encuentra en estado crítico tras recibir un disparo en la cabeza por parte de los agentes.

   Tras estos incidentes se han registrado nuevos enfrentamientos entre estudiantes y fuerzas de seguridad durante la tarde después de que los estudiantes intentaran salir del campus para realizar una manifestación.

   Miles de estudiantes de Al Azhar se han manifestado en los últimos meses contra el Gobierno interino surgido tras el derrocamiento en julio del entonces presidente Mohamed Mursi y en respaldo a Hermanos Musulmanes, que el miércoles fue designado como "organización terrorista" por las autoridades.

   Las autoridades interinas egipcias lanzaron una campaña de represión contra la organización tras el derrocamiento de Mursi en la que han muerto miles de sus seguidores y varios miles han sido detenidos.

   Tras la designación del grupo como organización terrorista, los líderes se enfrentan a la ejecución, mientras que los miembros de la formación a penas de hasta cinco años de cárcel.