Esta es la primera pena de muerte dictada contra Aziz, que ocupó los cargos de ministro de Exteriores y de viceprimer ministro en el Gobierno de Sadam y que se hizo especialmente conocido a nivel mundial durante la invasión iraquí de Kuwait y la Guerra del Golfo de 1991 como jefe de la Diplomacia. Aziz, de 74 años, era además del único miembro cristiano del régimen de Sadam.

   "El tribunal dictó hoy la pena de muerte contra Tareq Aziz y otras cuatro personas por cometer crímenes contra la Humanidad. El cargo de eliminación de partidos religiosos está clasificado como crímen contra la Humanidad", explicó el juez Mohamed Abdul Sahab, portavoz del Tribunal Supremo, a Reuters. "La naturaleza de los crímenes es asesinato premeditado, tortura y desaparición forzosa de personas", precisó.   

El año pasado, Aziz había sido condenado a quince años de prisión por su papel en el asesinato de decenas de mercaderes en 1992 y a otros siete años más por su participación en la desaparición forzada de kurdos del norte de Irak durante el régimen de Sadam.  

  Aziz se entregó a las fuerzas estadounidenses en abril de 2003 --semanas después de la invasión-- pero fue entregado a las autoridades penitenciarias iraquíes ese mismo año. En agosto pasado, acusó al actual presidente norteamericano, Barack Obama, en una entrevista concedida desde su celda al diario británico The Guardian de "dejar Irak a los lobos" por los planes de retirada de Washington.  

  En dicha entrevista, también había defendido su inocencia. "Todas las decisiones las tomaba el presidente Sadam Husein. Yo tenía un cargo político, no participé en ninguno de los delitos que han sido formulados personalmente contra mí. De las cientos de denuncias, en ninguna de ellas se me menciona personalmente", subrayó.

"VEREDICTO POLÍTICO"   

El abogado de Aziz en Amán, Badie Arif, ha calificado de políticamente motivado el veredicto. "Es un veredicto político y no legal", lamentó en declaraciones a Reuters, aclarando que su cliente "lo esperaba, especialmente cuando la Administración norteamericana le entregó al Gobierno iraquí".

   Asimismo, Sahib ha subrayado que Aziz, como los otros cuatro imputados en el caso que han sido condenados a muerte, tienen previsto apelar la decisión. La legislación iraquí prevé la apelación automática en todos los casos de pena de muerte y cadena perpetua, incluso si los condenados no presentan la apelación ellos mismos.

   También el hijo de Aziz ha condenado el veredicto y defendido la inocencia de su padre. "Quieren matar a todas las personas que pertenecían al antiguo gobierno", denunció Ziad Aziz, que vive en Amán, en declaraciones a la cadena BBC. "El era un político y trataba con los medios, no trataba los asuntos de seguridad", defendió.

   Los otros cuatro condenados a muerte este martes fueron el ex ministro del Interior y jefe de Inteligencia, Sadoun Shakir; Abed Hamoud, un ex secretario privado de Sadam; el hermanastro del ex dirigente iraquí Sabawi Ibrahim al Hasan, y el ex alto responsable del partido Baaz, Abdul Ghani Abdul Ghafour.

   Un responsable de la oficina de prensa del Tribunal indicó que las pruebas presentadas y las declaraciones de los testigos habían sido suficientes para condenar a todos ellos.  

  Durante el régimen de Sadam, sólo el partido Baaz era legal, por lo que el ex dictador, de credo suní, aplastó todos los intentos para establecer facciones políticas rivales y en particular llevó a cabo campañas constantes contra los partidos islamistas.

Sus dirigentes fueron asesinados, encarcelados o forzados al exilio. Uno de sus principales objetivos fue el partido islámico Dawa del actual primer ministro, Nuri al Maliki, un chií.   

Sin embargo, el portavoz del Tribunal Supremo ha explicado al Guardian que no todos los cargos presentados contra Aziz estaban relacionados con miembros del partido Dawa. Asimismo, ha subrayado que el ex ministro de Exteriores podría recibir nuevas penas capitales en los próximos días y semanas por otros causas abiertas en su contra.

TRAYECTORIA  

  Aziz fue nombrado ministro de Información en los 1970 y en 1977 entró a formar parte del Consejo de Mando Revolucionario, el comité de altos cargos del Baaz que gobernaba Irak, pasando a convertirse en viceprimer ministro en 1979.   

El ahora condenado a muerte fue una figura relevante en las tres guerras en que participó Irak, ganando el apoyo de Estados Unidos en la contienda con Irán (1980-1988) y consiguiendo fuertes lazos económicos con la Unión Soviética. La invasión de Kuwait en 1990 le dio mayor notoriedad y al término de la misma jugó un papel diplomático clave como ministro de Exteriores, empleando un inglés prácticamente perfecto y grandes capacidades de negociación.   

Su última aparición pública fue el 19 de marzo der 2003, horas antes del inicio de la invasión liderada por Estados Unidos y Reino Unido para derrocar a Sadam, con el fin de acabar con los rumores de que había sido abatido o había desertado.   

Una vez derrocado Sadam, Aziz, el número 43 en la lista de los responsables iraquíes más buscados, se entregó a las fuerzas estadounidenses en abril de 2003 y compareció como testigo en los juicios de varios ex altos cargos del régimen, incluido el celebrado contra el propio ex dictador.   

Aziz nació en el seno de una familia cristiana caldea --el principal grupo cristiano en Irak-- en la localidad de Tal Keif, cerca de Mosul (norte), en 1936. Estudió literatura inglesa en la Universidad de Bagdad antes de iniciarse en el mundo del periodismo. Con el respaldo de Sadam, se convirtió en el editor del principal diario del Baaz, Al Thawra.

   En los años 1950 entró a formar parte junto a Sadam en el entonces ilegal partido Baaz, que quería derrocar a la monarquía iraquí respaldada por Reino Unido. Los iraquíes consideran que debe su longevidad en la escena política al hecho de que como cristiano en un país musulmán no suponía una amenaza seria para Sadam.

   Aziz, que precisamente dio el nombre de Sadam a su segundo hijo, sobrevivió a un intento de asesinato por radicales respaldados por Iran en 1980.