Sabado, 23 de noviembre de 2024
Vindicación de la URSS
Una vez captada la atención, vamos a explicarnos. Eso del espionaje de los EEUU a propios y extraños da qué pensar. Muchos, incluido el que escribe, creía que algo como interceptar 500 millones de llamadas y sms al mes (sólo en Alemania) era cosa exclusiva de la Gestapo o la Stasi. Pero me equivocaba. EEUU espía a políticos, agencias, empresas e individuos y, por si fuera poco, considera a Alemania (aliado presuntamente incondicional) como nación problemática para sus intereses, al igual que China, Afganistán, Arabia Saudí o Iraq.
Todo muy feo, pero vamos a la causa. Los EEUU no son malos. Pasa igual que con las armas, que quienes matan son los que las disparan. El problema de EEUU es el perfil humano de sus dirigentes, ya desde su independencia.
En su gran mayoría eran masones, lo cual equivale a liberales consecuentes. Como buenos liberales impartieron lecciones de moral mientras expoliaban nacionales (indígenas) y extranjeros (España, México, Colombia, etc.), todo contando con la complicidad de masones de los países expoliados y fomentando la leyenda negra sobre los católicos. Gestionaron su país como la granja de Orwell, a base de injusticia, mentiras y violencia, y tuvieron tanto éxito que la casta masona logró perpetuarse en el poder hasta hoy. El esquema se reproduce en las naciones-satélite: régimen liberal y liberales. Una especie de virreinatos gestionados a capricho por una casta, pero manteniendo el orden social y el sometimiento al rey useño. Así pues, el rey useño tiene todo el derecho a saber lo que hacen los virreyes y sus súbditos, ¿o no?
Cinismos aparte, comparemos el espionaje de EEUU con el de la URSS: los marxistas eran una escisión de la rama liberal, unos liberales consecuentes "a lo bestia" con sus postulados, unos über-liberales. Sin embargo, su forma de gestionar la granja no resultó lo bastante provechosa y se abandonó el experimento. Mientras tanto, cosechó una inmerecida fama de maestría en el engaño, el espionaje y la propaganda. ¿Por qué inmerecida? Porque el mejor engaño, la mejor desinformación y el mejor espionaje son los que no se ven. A la URSS siempre se la vio venir, pero hasta hace poco no se sabía que los dirigentes de los EEUU hicieran algo tan inmoral. De hecho, EEUU siempre achacó a la URSS que hiciera estas cosas y que, además, persiguiera a sus disidentes. Y hoy, ¡oh sorpresa!, Assange y Snowden están siendo perseguidos por dejar todo este sucio tinglado al descubierto.
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