Comenzó con la celebración de una misa el viernes 26 de abril en la Parroquia de San Tirso el Real de Oviedo, donde el Hermano Rafael asistía a las vigilias como adorador nocturno de la Sección de Oviedo. Concelebró la Eucaristía con D. José Luis, D. Rogelio y D. Angel. El Padre Alberico centró su homilía en la Santísima Virgen del Buen Consejo y la puso como ejemplo de prudencia y rectitud. También nos recordó al doctor de la Iglesia San Isidoro  de Sevilla, hermano y sucesor de San Leandro en la sede hispalense. En la homilía tuvo palabras para su compañero Trapense y gran Santo, adorador nocturno, San Rafael Arnáiz.

Una vez finalizada la misa con gran afluencia de fieles; pudimos venerar una reliquia de San Rafael, que nos trajo el padre desde San Isidoro de Dueñas.

El sábado 27 celebramos el “Dies Natalis” de San Rafael Arnáiz con una misa a las 13,15 horas en su honor, en la iglesia de San Juan El Real de Oviedo, en cuyo templo se celebraron en su día los funerales por el eteno descanso de sus padres D. Rafael Arnáiz y Dª Mercedes Barón  cuyos restos reposan al igual que el de sus tíos paternos D. Antonio Arnáiz y Dª Petra Sánchez en el cementerio de San Salvador de Oviedo. Concelebró el Padre Alberico con D. Javier, párroco de la citada parroquia, la parte musical estuvo a cargo del coro “Reconquista” bajo la dirección de D. Angel Gallego que interpretó muy bellas canciones. Al final de la Eucaristía tuvimos la oportunidad de venerar la reliquia de San Rafael.

Por la tarde a las 19,15 horas dio comienzo en el salón de actos de la parroquia de san Juan El Real de Oviedo la conferencia dictada por el  Padre Alberico, titulada “SAN RAFAEL EL TESTIGO Y TESTIMONIO DE FE”. La presentación corrió a cargo de nuestro párroco D. Javier Suárez, que nos recordó el amor que sentía el Santo por la Eucaristía.

La Conferencia que pronunció el Padre Alberico fue bellísima, como cabe esperar de una persona tan cercana a Dios, de ella extraigo las siguientes conclusiones:

            La importancia que tuvo en la fe del Santo la figura de su madre. ¡Que importantísima es la figura de la madre en la transmisión de la fe! El mejor ejemplo es el de la propia Virgen Maria

El Padre Alberico propuso la siguiente metáfora “¿Qué sentido tendría tener sed, si no hubiera nada para saciarla?” Por tanto es razonable suponer que si el hombre tiene ansia de Dios, es porque hay un Dios que llena todas sus ansias.

La semilla del amor a Dios, que después fructifica en la santidad, se mama en la familia. Una familia cristiana coherente, es siempre reflejo de la Sagrada Familia.

La llegada a la Trapa de San Rafael fue una consecuencia de haber sido un adorador coherente, tuvo la adoración hasta el extremo de entregar su vida a la contemplación de Dios.

La contemplación es el disfrute de Dios y es lo más cercano al cielo donde  se vive eternamente en la presencia de Dios.

San Rafael fue a la Trapa buscando ser el más humilde entre los humildes. Cumpliendo el mandato de Nuestro Señor. “El que quiera seguirme, que se deshaga de todo lo que tiene, que coja su cruz y me siga.

Noté en el Padre Alberico a un hombre bueno, que tienen muy clara su fe, un hombre que tiene un gran sentido del amor y obediencia a la iglesia. Vi que el Padre se sintió muy querido por sus amigos de Oviedo.

El acto finalizó con la entrega por parte de nuestro presidente D. Efrén Díaz y de D. Javier Suárez, párroco de San Juan el Real, de una reproducción a escala pequeña de la Cruz de la Victoria para el padre Alberico como muestra de gratitud.

            José Manuel Miranda Alonso.