Miercoles, 27 de noviembre de 2024
Uno de los aspectos que más parece haber molestado a Marruecos es el hecho de que Ghali tiene causas pendientes ante la justicia española y no se ha procedido a su arresto
Partido del primer ministro marroquí tilda de "pura provocación" la presencia del líder del Polisario en España
A través de un comunicado emitido tras una reunión que llevan a cabo todos los meses para examinar acontecimientos políticos nacionales e internacionales, recogido por la agencia de noticias MAP, el partido señala que es una acción "en contradicción con las sólidas relaciones bilaterales".
En este contexto, ha instado al Gobierno español a que defina "claramente su posición sobre esta flagrante violación y que emprenda de inmediato todo lo que sea probable para remediar esta violación", una actitud frente a la que ha demostrado su "enérgica condena".
En el escrito, la secretaría general de la formación política ha recordado que Ghali "es objeto de graves acusaciones vinculadas a violaciones de los Derechos Humanos, crímenes de lesa humanidad y flagrantes violaciones de los derechos de los secuestrados en los campamentos de Tinduf".
Esta condena se suma al rechazo generalizado que ha producido en Marruecos la presencia de Ghali en España, precisamente este domingo el partido Istiqlal se dirigía en una misiva al secretario general del Partido Popular español, Pablo Casado, para protestar por esta acción.
Además, en su comunicado el PJD también ha condenado "enérgicamente las violaciones contra la Mezquita Al Aqsa y la insistencia en ingresar a sus explanadas y violar su sacralidad" en Jerusalén, así como "las violaciones en todas las demás áreas de la ciudad santa", mientras ha renovado su apoyo "al pueblo palestino en su continua lucha por su independencia y por la liberación de sus tierras".
Ghali, también presidente de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD), se encuentra hospitalizado desde hace dos semanas en un hospital de Logroño para recibir tratamiento contra la COVID-19. El Gobierno español ha justificado la decisión de su acogida por razones estrictamente humanitarias.
La llegada del líder del Polisario a España suscitó malestar desde el primer momento en Rabat. Desde Marruecos han acusado a España de omitir de manera premeditada la acogida de Ghali en lo que han descrito como una decisión contraria a la relación de "buena vecindad" entre ambos países y de la que el reino alauí "extraerá sus consecuencias".
Sin embargo, la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, ha asegurado que se han dado "las explicaciones oportunas sobre las circunstancias que nos llevaron a acoger por razones estrictamente humanitarias" a Ghali y ha insistido en las buenas relaciones existentes entre los dos países.
Uno de los aspectos que más parece haber molestado a Marruecos es el hecho de que Ghali tiene causas pendientes ante la justicia española y no se ha procedido a su arresto. Eso es también lo que ha solicitado la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (ASADEDH) en virtud de una causa pendiente por delitos cometidos presuntamente contra la población saharaui disidente refugiada en los campamentos saharauis de Tinduf (Argelia).
Columnistas
La subida global de temperaturas y la conveniencia de ir sustituyendo las fuentes de energía tradicionales (gas, petróleo y carbón) por otras más sostenibles es un tema de permanente actualidad tanto en los medios de comunicación como en la política. Frente a la versión aplastantemente mayoritaria del problema y sus soluciones, el ciudadano atento y bien informando acaba descubriendo algunos problemas a los que no se les presta demasiada atención. En este artículo se presentarán algunos de ellos
Por Francisco Javier Garcia AlonsoLeer columna
La propuesta que más influyó para atraer el voto de muchos europeos hacia las nuevas derechas es el rechazo a las políticas que facilitan la inmigración incontrolada, pues están convencidos de que aumenta la delincuencia y favorece la islamización de Europa
Por Angel Jiménez LacaveLeer columna
La alternativa a la "justicia social" no es un escenario de pobres muriéndose en las aceras por falta de recursos para pagarse un hospital. La alternativa sería una sociedad en la que, con una presión fiscal que fuese muy inferior a la actual, la gran mayoría de la gente se las arreglase muy bien por sí misma, sin depender de papá Estado. Publicado en el centro Covarrubias
Por Francisco J Contreras Leer columna
Este hombre de 82 años ha hecho más daño al sanchismo en dos meses que Feijóo y sus diputados en esta legislatura
Por Rafael Sánchez SausLeer columna
En su libro “Agenda 2033, nueva y eterna”, Eduardo Granados presenta una propuesta para que pongamos nuestra mirada en 2033, fecha en la que se cumplen dos mil años de la Redención. En 2033 confluyen las celebraciones del bimilenario de la institución de la Eucaristía, de la muerte y resurrección de Cristo y del nacimiento de la Iglesia. En esta entrevista el autor nos da las claves de esta original propuesta.
Por Teodoreto de Samos Leer columna
Detrás de tanta normativa milimétrica se agazapa una desconfianza descomunal en la gestión privada, que actúa como un implícito reproche moral. Publicado en El Debate
Por Enrique García MáiquezLeer columna
Occidente no perdió el rumbo en 1776, sino en 1917 y 1968.
Por Francisco J Contreras Leer columna
Sólo el advenimiento de los Reyes Católicos, y el resultado de su prodigiosa obra, pudo superar, andando el tiempo, esa primacía en la memoria de los castellanos. Pero para ello hubieron de pasar casi doscientos cincuenta años Publicado en El Debate
Por Rafael Sánchez SausLeer columna
Cabe resaltar aquí lo afirmado por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional: "En definitiva, da igual el explosivo que se utilizara, lo cierto es que todas las pruebas apuntan a que estos personajes fueron los que cometieron ese atentado y la trama asturiana proporcionó los explosivos" (sic).
Por Ana María Velasco Plaza Leer columna
El papel rector de la Comisión Europea —que concentra todo el poder ejecutivo y gran parte del legislativo de la UE, pero no responde ni ante los Gobiernos nacionales, ni ante los ciudadanos europeos ni ante el Parlamento Europeo— es el principal instrumento de ese proceso de supranacionalización Publicado previamente en LA GACETA
Por Francisco J Contreras Leer columna