Sabado, 23 de noviembre de 2024
los pactos de familia
1936 El eterno retorno
Valga esta procelosa introducción para centrar la exposición de un pensamiento que desde el día 28 de abril me atormenta y que en las semanas anteriores alimentaba mis más profundas inquietudes. Ni puedo expresar lo que experimento desde el pasado día 26 de mayo.
Después de los inesperados resultados de las elecciones andaluzas, celebradas hace apenas unos meses y que ninguna encuesta ni siquiera vislumbró, por mucho que algunos demóscopos, con el mayor de los descaros, pretendan haberlo predicho dos días antes al abrigo testimonial de los medios que los financian. Incomprensible actitud, lo normal sería pedirles explicaciones por su incompetencia.
Si Andalucía que era el principal granero de votos del PSOE, donde llevaba casi cuarenta años gobernando, había caído parecía casi imposible que el PSOE -tras sólo unos meses en el poder en los que nada hizo de provecho salvo que se considere de este modo el hacer todo tipo de concesiones a los separatistas que quieren romper la nación o el apoyo vergonzante a una tiranía como la venezolana que está asesinando masivamente a sus ciudadanos, muchos de ellos con raíces españolas- se alzara con la victoria en las generales.
Un partido que nos ha aportado el presidente más "chuleta y creído" de los dos últimos siglos de la historia de España, al que le quedaría muy bien aquel viejo dicho de ¡mecachis que guapo soy y que tipo tengo! Él mismo declaró en las anteriores elecciones generales que era el mejor candidato porque era el más guapo y el más alto. Creo que con solo esta afirmación pública podemos hacernos una idea muy aproximada del "tamaño" de su inteligencia, cualidad esencial para el desarrollo de sus capacidades intelectuales, aspecto sobre el que poseemos al menos un dato objetivo: la rocambolesca historia de su tesis doctoral, cuya génesis y ausencia de requisitos oficiales ineludibles pueden constituir un delito. Sin embargo y sorprendentemente la oposición y no digamos el duopolio informativo que domina el panorama informativo español no sólo no aprovechó el asunto para "hacer sangre" sino que pasó de puntillas por él, cuando por muchísimo menos tuvo que dimitir Cristina Cifuentes.
Pero si al presidente le "adornan" los atributos antes descritos no le va a la zaga su consejo de ministros lleno de fichajes "estrella" que a la postre resultaron ser un atajo de plagiadores o defraudadores de hacienda. Sólo dimitieron los dos primeros "pillados" porque si seguía el desfile quedaba vacío el gobierno comenzando por su presidente.
No encuentro justificación al hecho de que la oposición, con la excepción del "gag" de Rivera en el segundo debate, no haya hecho bandera de una ilegalidad tan flagrante como el asunto de la tesis doctoral de Sánchez.
Con todo, quizá lo más grave haya sido que subió al poder por la puerta de atrás, por mucho que fuera legal la moción de censura, su pacto con los independentistas y los asesinos bilduetarras lo deslegitima. En uno de los debates acusó enfáticamente -es su tono habitual- a Casado de haberle acusado de tener las manos manchadas de sangre, Casado asustado negó tal aserto, cuando la respuesta pertinente habría sido decirle que quien estrecha manos manchadas de sangre inevitablemente las suyas quedarán también manchadas.
El presidente Sánchez ha demostrado en el año escaso que lleva en el poder que es un mentiroso redomado, cuando inició la moción de censura aseguró que era sólo para convocar inmediatamente elecciones para echar al gobierno "corrupto" de Rajoy ¡Hay que tener valor para alegar semejante argumento desde la jefatura de un partido como el PSOE "150 años de latrocinio" y con una trayectoria personal como la suya!
Era evidente que había conseguido el poder y no lo iba a soltar fácilmente, ya se vio cuando su propio partido, ante la deriva antinacional que apuntaba, decidió destituirlo. Pero Pedro no se dio por vencido y continuó peleando por el poder dentro del PSOE de manera sucia -fue "cazado" introduciendo papeletas en urnas antes de las votaciones- el gran error de PSOE fue no haberlo expulsado en ese momento. Pero ¿Fue un error o hubo una directriz diseñada desde "lo alto" que ordenó a la cúpula socialista no sancionar a Sánchez?
En estos cuarenta años largos de democracia el partido que más tiempo gobernó fue el PSOE pero esta hegemonía no le es suficiente, no aguanta más de una legislatura en la oposición; lo vimos con UCD que sufrió un golpe de estado durante su mandato, golpe que parece ser pretendía un gobierno de concentración en el que se integrarían el PSOE y el PC, al primero ya se le hacía muy larga la espera en la oposición. Haya sido como haya sido, el caso es que en las inmediatas elecciones el PSOE ganó por goleada y gobernó prácticamente catorce años seguidos.
Cuando Aznar sustituyó a Felipe González gobernó dos legislaturas con la promesa de no volver a presentarse cosa que cumplió pero las expectativas indicaban que el PP continuaría en el poder y ¡hete aquí! que tres días antes de la cita electoral se produjo el mayor atentado terrorista de la historia de Europa y también el más obscuro porque las explicaciones, incluso las judiciales, que nos fueron dadas a la ciudadanía rozan el absurdo, eso sí fue magníficamente aprovechado por el PSOE para hacer presidente a Zapatero quien antes de terminar su segunda legislatura fue expulsado por la UE por su obstinación en no tomar medidas contra la profunda crisis que asolaba la economía mundial pero que él se empecinaba en negar hasta poner a España al borde del rescate.
Rajoy ganó con mayoría absoluta las elecciones de 2011, inexplicablemente no sólo no mostró el más mínimo interés en develar la verdad que el 11M escondía sino que se aplicó con denuedo a arrinconarla en el olvido, y todo su gobierno estuvo dirigido a dilapidar el mayor poder que partido alguno haya disfrutado en estos ya cuarenta años de democracia. No obstante volvió a ser el partido más votado en las siguientes elecciones generales de manera que pudo gobernar otros dos años hasta que Sánchez se cansó de estar en la oposición y mediante un pacto infamante accedió a la presidencia del Gobierno donde parecía que iba a permanecer los dos años que aún restaban de legislatura, cuando de repente se le debió de aparecer el espectro de Largo Caballero quien le revelaría que había una alternativa mejor: Convocar unas elecciones como había hecho su partido en 1936 debidamente "conducidas" porque el pueblo no sabe lo que de verdad le conviene.
Y según la revolución montada en las redes sociales y el sorprendente acierto de Tezanos tan errado hace poco en las andaluzas, todo indica que Sánchez debió seguir los consejos de su ancestro ideológico. A los que añadió una "ocurrencia personal" dado que la estructura territorial de España ahora es diferente aprovechó para hacer prácticamente coincidir las elecciones municipales con las autonómicas y así cerrar el círculo de su poder ¡Y vaya si lo hizo¡
Muchos analistas consideran que en las últimas elecciones la derecha salió mejor parada que en las generales pero parece una aseveración apresurada. Ciudadanos a pesar de la reiteradísima afirmación de Rivera de que nunca pactaría con Sánchez, tan solo una semana más tarde tras una visita de Sánchez al presidente francés Macron da la impresión de que a la promesa electoral se la ha llevado el viento, es decir, que la palabra del líder de Ciudadanos no vale nada, y ya sus candidatos hablan de pactos con el PSOE. No debe extrañarnos, Macron, ya había osado ordenar a Ciudadanos que no pactara con VOX en Andalucía -la "infame ultraderecha"- aquello constituía claramente una injerencia en un país extranjero, algo intolerable en la política internacional que extrañamente ninguna fuerza política denunció, como consecuencia de este incomprensible mutismo su comisario político, Valls, emerge como el verdadero poder fáctico de Ciudadanos dando órdenes de lo que se debe pactar a su presidente y al propio partido ¿Vuelven los tan dañinos para España pactos de familia? ¿De la familia masónica de obediencia francesa?
Otra rareza de las dos últimas elecciones ha sido el comportamiento del tan denostado, VOX, que más que un partido parecía un movimiento ciudadano arrasador, un levantamiento de la nación herida y harta de tanta afrenta y que cristalizó en el espectacular resultado de las andaluzas, de repente en apenas dos meses se desinfla y de las generales a las autonómicas pierde más de un millón de votos.
Las manidas explicaciones del voto útil y de que la prensa es mayoritariamente de izquierdas son meras excusas que nada aclaran, lo que si podría hacerlo, sin embargo, es el cambio de actitud de la formación pro-española, su silencio ante las irregularidades en el escrutinio de las generales o la injerencia de Macron y sobre todo la escandalosa bajada de perfil como acusación particular en el juicio del golpe del 1-O así como su casi inexistencia en ambas campañas especialmente en la última. Hay quien habla de un viaje secreto de uno de los máximos dirigentes de la formación a cierto país europeo, no sabemos para o a qué pero sí que a partir del viajecito se produjeron dichos cambios y un cierto oscurecimiento de Abascal.
Esto nos lleva a deducir que 83 años después nos volvemos a encontrar en la misma situación, si tardamos casi otro siglo en descubrirl el "fraude" guerra civil mediante- creo que España ha entrado en el bucle temporal del eterno retorno.
Columnistas
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