Domingo, 05 de mayo de 2024

Descansa en paz, Príncipe

¡Adiós, Príncipe, hasta siempre!

Mira, Príncipe –me dijo un día- lo mejor de esta profesión está en ser un reportero con el sueldo de un redactor-jefe”, y se echó a reír. El último sábado del año nos ha dejado Antonio D. Olano. Tenía 82 años y no 74, como dicen las necrológicas publicadas en Internet, y murió víctima de un cáncer que lo devoró en poco más de quince días. Con él se ha muerto, también, un estilo de periodismo envuelto en la bohemia, soñador; testigo nocturno de un mundo noctámbulo; alejado del funcionariado actual y fresco. Nada indeciso y ni sospechoso, exento de adscripciones a la mediocridad y leal al reto que inspiró esta práctica, o sea, contar las cosas como van ocurriendo.

Para los estudiantes de periodismo de las distintas facultades de hoy, la figura de Antonio D. Olano tiene más de ficción que de realidad. Porque hoy, encorsetados en tantas leyes y disposiciones, resultaría difícil explicar que Antonio D. Olano comenzó a ser periodista profesional a los 14 años; que escribió para los grandes periódicos cuando sólo era un niño; que ha sido testigo directo de muchos de los grandes acontecimientos de su tiempo, desde sus viajes a África hasta sus estancias en Cuba, acompañando a un joven guerrillero de origen gallego, Fidel Castro, en su viaje triunfal desde Sierra Maestra a La Habana, y a su lugarteniente, el Che Guevara, al que luego recibió en Madrid; de ser amigo personal, y secretario, de Picasso y de Dalí, de Dominguín, de Sofía Loren, con la que paseó por la Gran Vía, de la Duquesa de Franco y del marqués de Villaverde…que ha dejado una obra de más de ciento veinte libros, más de treinta obras de teatro y ha sido testigo directo de muchos acontecimientos de los que ha tenido la versión, su versión, de primera mano. Que ha pasado de tener de todo a no tener de nada; que ha sido un soñador, un cultivador de ambiciones y ha invertido todo su dinero en un proyecto fracasado para quedarse sin nada y comenzar de nuevo, y remontar las dificultades, y volver a soñar…

Conocí a Antonio Domínguez Olano en el teatro Reina Victoria, una tarde de estreno de una de sus obras. Me lo presentó el cantante Daniel Velázquez, paisano mío, protagonista de aquella obra. Un día llegó a la redacción de El Alcázar, y los jóvenes reporteros de entonces nos echamos a temblar porque creímos que él solo era capaz de llenar las 90 páginas de aquel periódico. Allí coincidimos durante algunos años; En esta segunda etapa suya en El Alcázar (que las necrológicas de Internet omiten no se por qué), formó terna con José Antonio Donaire para cubrir, entre otras actividades, las crónicas taurinas de las más importantes ferias nacionales. Era un todo terreno en esto del periodismo, cultivó los tres medios: prensa escrita, radio y televisión. Ganador de tres premios Ondas.

Infatigable, siempre tenía el tema de su próximo libro en la cabeza. Decía que él escribía de corrido, sin parar, desde la primera página hasta la última, luego corregía y entregaba a la imprenta. Sus obras son una crónica social del siglo XX, de su tiempo, que se harán imprescindibles en el futuro para una mejor comprensión de aquellos acontecimientos. Vivió entregado a su trabajo y convirtió el periodismo en un hobby, entregándose en cuerpo y alma, porque el ejercicio de la profesión fue para él una manera de vivir. No recuerdo nunca oírle decir que se iba de vacaciones.

Era gallego, de Villalba, y ejercía de serlo, amigo de la buena mesa, por tanto, y de palabra fácil aderezada por sus muchas anécdotas y vivencias. Todo un maestro de un periodismo que ya no existe. Descansa en paz, Príncipe.

Honorio Feito


Comentarios

Por JM 2013-01-03 16:33:00

es significativo lo que dice el articulista de la omisión de su trabajo en su vuelta a el Álcazar


Por ASTUR 2013-01-02 20:23:00

Es cierto que con él se ha muerto, también, un estilo de periodismo porque hasta la fecha nadie ha cogido el testigo. Fue un periodista que marcó una época, aunque las últimas generaciones no hayan nunca oído hablar de él porque llevaba mucho tiempo callado. Los años, y, posiblemente, el boicot de muchos medios a un estilo de periodismo que hoy los amos del Poder no admiten, hayan sido las causas de su silencio. Descanse en paz Antonio Olano, maestro de periodistas.


Comentar

Columnistas

"Agenda 2033, nueva y eterna"

  En su libro “Agenda 2033, nueva y eterna”, Eduardo Granados presenta una propuesta para que pongamos nuestra mirada en 2033, fecha en la que se cumplen dos mil años de la Redención. En 2033 confluyen las celebraciones del bimilenario de la institución de la Eucaristía, de la muerte y resurrección de Cristo y del nacimiento de la Iglesia. En esta entrevista el autor nos da las claves de esta original propuesta.  

Por Teodoreto de Samos Leer columna

Ningun margen

Detrás de tanta normativa milimétrica se agazapa una desconfianza descomunal en la gestión privada, que actúa como un implícito reproche moral. Publicado en El Debate

Por Enrique García MáiquezLeer columna

¿Son los derechos humanos una idea tóxica?

Occidente no perdió el rumbo en 1776, sino en 1917 y 1968.

Por Francisco J Contreras Leer columna

San Fernando: el rey y el gobernante

Sólo el advenimiento de los Reyes Católicos, y el resultado de su prodigiosa obra, pudo superar, andando el tiempo, esa primacía en la memoria de los castellanos. Pero para ello hubieron de pasar casi doscientos cincuenta años Publicado en El Debate

Por Rafael Sánchez SausLeer columna

Goma 2 Eco asturiana ¡y ya vale!

Cabe resaltar aquí lo afirmado por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional: "En definitiva, da igual el explosivo que se utilizara, lo cierto es que todas las pruebas apuntan a que estos personajes fueron los que cometieron ese atentado y la trama asturiana proporcionó los explosivos" (sic).

Por Ana María Velasco Plaza Leer columna

¿Por qué no una Europa gaullista?

El papel rector de la Comisión Europea —que concentra todo el poder ejecutivo y gran parte del legislativo de la UE, pero no responde ni ante los Gobiernos nacionales, ni ante los ciudadanos europeos ni ante el Parlamento Europeo— es el principal instrumento de ese proceso de supranacionalización   Publicado previamente en LA GACETA

Por Francisco J Contreras Leer columna

Prescripción del 11M, humillante final de una nación

No sé si las palabras del juez ponente del proceso del 11M -"hay cosas tan graves en el 11-M que por ahora es mejor que no se sepan"- están ahora más en vigor que nunca antes. 

Por Ana María Velasco Plaza Leer columna

FELIZ NAVIDAD

Un año más enviamos nuestra felicitación navideña a nuestros lectores

Por Editorial Leer columna

LA PROPOSICION DE LEY DE AMNISTIA Y NUESTROS DIPUTADOS

A propósito de este acuerdo vienen a la memori las palabras de San Agustín en La ciudad de Dios, si no se respeta la justicia, ¿Qué son los Estados sino grandes bandas de ladrones?. 

Por José Luis LafuenteLeer columna

¿Somos todavía una nación?

Las naciones no son entes abstractos sino productos de la historia y, como tales, objeto de construcción o destrucción

Por Rafael Sánchez SausLeer columna

Chile: lecciones de septiembre del año 1973

  La actitud del Partido Socialista chileno hacia la democracia era en los 60 y 70 la misma que la del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Francisco Largo Caballero desde 1933: la democracia podía interesar como instrumento o puente hacia la dictadura del proletariado.  

Por Francisco J Contreras Leer columna

Encuesta
¿Logrará la ciudadanía frenar la ley de amnistía?

a) no, el gobierno lo tiene todo "bien atado"
b) sí, la fuerza del pueblo es imparable

Dignidad Digital, S.L. E-mail: redaccion@dignidaddigital.com
logo