Domingo, 24 de noviembre de 2024
Afirma que dificultan la capacidad de saber lo que se está consintiendo y obstaculizan la lectura de las condiciones de los contratos
Banco de España alerta de los riesgos de contratar productos financieros a través de smartphones o tablets
Durante su participación en la clausura de las jornadas 'La economía ante el blockchain. Lo que está por venir' organizadas por la Universidad Menéndez Pelayo (UIMP) y la Asociación de Periodistas Económicos (Apie) en Santander, Alonso afirmó que al contratar por la vía digital, el cliente asume una mayor autonomía de información y decisión, y debe asegurarse de que comprende plenamente las potenciales consecuencias de sus elecciones.
Así, indicó que de la misma manera que es consciente de la transcendencia del compromiso que adquiere cuando firma un contrato "de puño y letra", debe ser consciente también del compromiso que adquiere al pinchar en una pantalla táctil allí donde dice "acepto los términos y condiciones del contrato".
"Los desarrollos tecnológicos están cambiando la manera en la que los clientes se relacionan con las entidades financieras y la manera en la que contratan productos financieros y ello, aunque viene acompañado de ventajas, también trae consigo riesgos. Una mayor cultura financiera, una mayor toma de conciencia sobre la nueva realidad y un mayor desarrollo de las competencias digitales de la población pueden ayudar a mitigar estos riesgos", ha apuntado.
Este es uno de los principales riesgos del uso de las nuevas tecnologías en los mercados financiero, pero no el único, ya que también considera "preocupante" que, pese al desconocimiento de la mitad de la población de los productos financieros, se esté produciendo una alta demanda de activos complejos como las criptomonedas o 'bitcoins'.
Asimismo, ha alertado de que aunque el impacto de estos productos sobre la estabilidad financiera mundial se considera "limitado" por el momento, presentan riesgos en la protección del consumidor, la prevención del blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.
En la misma línea, ha afirmado que son "activos con un marcado carácter especulativo, sin respaldo de los supervisores y susceptibles de ser objeto de fraude o de manipulación de precios". "No se pueden considerar como dinero ni como depósitos y no gozan de las protecciones de la normativa de productos bancarios o de inversión", según Alonso.
Como tercer riesgo, Alonso ha advertido el peligro de autorizar, "por desconocimiento o por falta de la atención debida", el acceso a la información financiera. "Es importante que el cliente se esfuerce por entender el alcance real de la autorización que concede, que puede implicar el acceso a su cuenta por parte de un tercero casi como si quien estuviese accediendo fuera el propio cliente", ha resaltado.
En concreto, apuntó que el debate en torno al uso de la información personal en el ámbito de los servicios de pago se ha intensificado con la nueva directiva conocida como PSD2, que institucionaliza los denominados proveedores de servicio terceros o TPP, que engloban a los proveedores de servicios de iniciación de pago y a los proveedores de servicios de información sobre cuentas, en referencia a sistemas de pago como Paypal o Payvision, entre otros.
Los primeros, según Alonso, ofrecen una alternativa al uso de las tarjetas a la hora de realizar pagos de compras por vía electrónica. Los segundos informan, de manera consolidada, sobre la situación que presentan las distintas cuentas que el cliente tenga con unas y otras entidades, facilitando con ello la planificación financiera.
El subgobernador indicó que los titulares de una cuenta de pago tienen el derecho a autorizar a estos proveedores de servicio terceros a ordenar pagos en su nombre y/o a consultar información asociada a sus cuentas, pero alertó de que es importante que el cliente se esfuerce por entender el alcance real de la autorización que concede, que puede implicar el acceso a su cuenta por parte de un tercero "casi como si quien estuviera accediendo fuera el propio cliente".
MÁS EDUCACIÓN FINANCIERA
Ante estos riesgos, potenciados por el desarrollo de las nuevas tecnologías, Alonso defendió la educación financiera, que "tiene un papel que jugar", ya que, por ejemplo, puede ayudar a concienciar del cambio de realidad que supone la contratación por medios digitales o a aumentar las competencias digitales de la población.
Por ello, recordó que el Banco de España sigue trabajando en su compromiso con la educación financiera a través del Plan de Educación Financiera, y afirmó que esta semana se ha hecho público el nuevo plan de actuación para el periodo 2018-2021.
Según Alonso, este nuevo plan de actuación recoge "objetivos adicionales" a los anteriores como son la identificación de los segmentos de público objetivo no suficientemente atendidos, la utilización de herramientas digitales para el desarrollo de iniciativas de educación financiera y el esfuerzo de la red de colaboradores del Plan, que "aportan capilaridad y permiten alcanzar todo tipo de realidades y sensibilidades sociales".
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