Sabado, 30 de noviembre de 2024

Y les dio uniformes militares

Belmojtar reclutó a 29 mercenarios en Libia para el secuestro de la central de Argeli

   El líder de la Brigada Mulazamin, un grupo escindido de Al Qaeda en el Magreb Islámico, planificó el ataque a la planta de tratamiento de gas en Libia, el mismo lugar en el que reclutó a sus 29 mercenarios y les dio un arsenal de armas, además de los vehículos todoterreno que utilizaron para entrar en Argelia.  

  Algunos de los combatientes a las órdenes de Belmojtar, entre ellos tres argelinos, varios mauritanos y malienses, llegaron a Argelia procedentes de Aguelhoc, una localidad del norte de Mali. El grupo se dividió en varias unidades que entraron por separado en Argelia a bordo de vehículos todoterreno.

   Las fuentes de los servicios de seguridad han subrayado que toda la "operación" fue "preparada en Libia" bajo "la dirección de Belmojtar". El grueso del comando terrorista, incluidos los once tunecinos, los egipcios y uno de los canadienses llegaron a Argelia desde Libia, donde se reunieron con el propio Belmojtar.  

  Las fuentes consultadas han afirmado que la mayor parte del armamento pesado que tenían los terroristas, como las minas anticarro, los lanzamisiles, los lanzacohetes y los explosivos militares proceden de Libia, donde aún continúan toneladas de armas abandonadas por la aviación francesa tras el conflicto que acabó a finales de 2011 con el régimen del coronel Muamar Gadafi.   

 "En Malí, es fácil comprar armas ligeras pero en Libia hay todo tipo de armamento en cualquier barrio", han indicado las fuentes de los servicios de seguridad argelinos, que han asegurado que Belmojtar estuvo en Trípoli preparando el ataque a la planta de gas con ayuda de otros terroristas islamistas.   

Esta versión de los servicios de seguridad argelinos concuerda con el relato ofrecido el martes en rueda de prensa por el primer ministro argelino, Abdelmalek Sellal, que aseguró que los terroristas procedían del norte de Malí, aunque entraron en Argelia desde Libia, y que tenían preparado el ataque contra la planta de gas desde hace dos meses. El comando lo integraban 32 personas, 29 de las cuales fueron abatidos por el Ejército en los asaltos y otros tres fueron capturados con vida.

   Los miembros del comando eran de ocho nacionalidades -argelina, tunecina, egipcia, maliense, nigeriana, canadiense y mauritana- y estaban dirigidos por el argelino Bencheneb Amine, mientras que un canadiense coordinaba el ataque.

   Además, había otro canadiense entre los 32 secuestradores, así como once tunecinos y un nigeriano que trabajó como conductor en la base y que conocía bien la zona. Los secuestradores iban fuertemente armados.   

 En total, según el primer ministro, había 790 trabajadores en el campamento y la planta de gas de Tiguentourine, que operan de forma conjunta Sonatrach, BP y Statoil, en el momento del ataque inicial el pasado 16 de enero. De ellos, 134 eran extranjeros de un total de 26 nacionalidades.


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