Sabado, 27 de abril de 2024

Comentario al Evangelio del Domingo por Monseñor Jesús Sanz

¿Cuál es nuestra lepra?

Esta vez el protagonista de la escena es un leproso. Recordemos la carga negativa que tenía esta enfermedad entonces: la dolencia física llena de sufrimiento y podredumbre, el rechazo social hasta cotas de dramatismo inhumano, y por si fuera poco también la maldición religiosa que consideraba la lepra como fruto del pecado del enfermo y de la ira de Dios.          

Era algo terrible. Estamos ante el encuentro de Jesús con una de las realidades más duras y dolientes de su época. Un encuentro que el evangelista describe con trazos de auténtica compasión: “se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: si quieres puedes limpiarme. Sintiendo lástima extendió la mano y lo tocó diciendo: quiero, queda limpio”.          

Vemos cómo Jesús salta las barreras sociorreligiosas (escucha al leproso, atiende al marginal, toca al intocable, y compasivo, le cura). Preside la misericordia entrañable de esa luz de Dios que vino a disipar toda oscuridad. Y termina el relato con la “desobediencia” de este hombre a la advertencia de Jesús de no decírselo a nadie: comunicará a todos, y con gran fuerza, lo que a él le había ocurrido, haciendo del hecho una proclamación o predicación, es decir, lo mismo (se emplea el mismo verbo) que hacía Jesús por toda Galilea.         

Esto es algo que siempre ha sucedido en la historia de la salvación cristiana: cuando alguien ha sido tocado por la Gracia del Señor, el testimonio es imparable, sin pose ni fingimiento, como les pasó a los primeros discípulos que vieron a Jesús, que al encontrar a Simón le dirán: “hemos visto al Mesías”.          

La pregunta que nos hacemos ante tantos otros leprosos y tantas otras lepras modernas (soledad, depresión, ateísmo, secularización, hambre, injusticia, guerra, sida...), es cómo podría tocar hoy Jesús toda esta realidad. Y la respuesta que nos da la historia cristiana es siempre la misma: con nuestras manos. No hay otras manos. Así lo dispuso Él. Acercar a través de nuestra pequeña pero insustituíble solicitud, la salvación y la Gracia que provienen de Él. Somos carne de Jesús. Somos su Cuerpo. Los varios leprosos de la maldición marginada –sea cual sea su nombre y su tragedia– nos esperan. También ellos, como ojalá nosotros, quieren proclamar a quien quiera escuchar que el Señor ha hecho con ellos misericordia. Las lepras antiguas o las lepras modernas no tienen la última palabra, cuando el Reino de Dios ha comenzado y se sigue escuchando en el testimonio de los discípulos de Jesús.      

+ Fr. Jesús Sanz Montes, ofm     Arzobispo de Oviedo


Comentarios

No hay comentarios sobre esta noticia.

Comentar

Columnistas

Ningun margen

Detrás de tanta normativa milimétrica se agazapa una desconfianza descomunal en la gestión privada, que actúa como un implícito reproche moral. Publicado en El Debate

Por Enrique García MáiquezLeer columna

¿Son los derechos humanos una idea tóxica?

Occidente no perdió el rumbo en 1776, sino en 1917 y 1968.

Por Francisco J Contreras Leer columna

San Fernando: el rey y el gobernante

Sólo el advenimiento de los Reyes Católicos, y el resultado de su prodigiosa obra, pudo superar, andando el tiempo, esa primacía en la memoria de los castellanos. Pero para ello hubieron de pasar casi doscientos cincuenta años Publicado en El Debate

Por Rafael Sánchez SausLeer columna

Goma 2 Eco asturiana ¡y ya vale!

Cabe resaltar aquí lo afirmado por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional: "En definitiva, da igual el explosivo que se utilizara, lo cierto es que todas las pruebas apuntan a que estos personajes fueron los que cometieron ese atentado y la trama asturiana proporcionó los explosivos" (sic).

Por Ana María Velasco Plaza Leer columna

¿Por qué no una Europa gaullista?

El papel rector de la Comisión Europea —que concentra todo el poder ejecutivo y gran parte del legislativo de la UE, pero no responde ni ante los Gobiernos nacionales, ni ante los ciudadanos europeos ni ante el Parlamento Europeo— es el principal instrumento de ese proceso de supranacionalización   Publicado previamente en LA GACETA

Por Francisco J Contreras Leer columna

Prescripción del 11M, humillante final de una nación

No sé si las palabras del juez ponente del proceso del 11M -"hay cosas tan graves en el 11-M que por ahora es mejor que no se sepan"- están ahora más en vigor que nunca antes. 

Por Ana María Velasco Plaza Leer columna

FELIZ NAVIDAD

Un año más enviamos nuestra felicitación navideña a nuestros lectores

Por Editorial Leer columna

LA PROPOSICION DE LEY DE AMNISTIA Y NUESTROS DIPUTADOS

A propósito de este acuerdo vienen a la memori las palabras de San Agustín en La ciudad de Dios, si no se respeta la justicia, ¿Qué son los Estados sino grandes bandas de ladrones?. 

Por José Luis LafuenteLeer columna

¿Somos todavía una nación?

Las naciones no son entes abstractos sino productos de la historia y, como tales, objeto de construcción o destrucción

Por Rafael Sánchez SausLeer columna

Chile: lecciones de septiembre del año 1973

  La actitud del Partido Socialista chileno hacia la democracia era en los 60 y 70 la misma que la del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Francisco Largo Caballero desde 1933: la democracia podía interesar como instrumento o puente hacia la dictadura del proletariado.  

Por Francisco J Contreras Leer columna

CUANDO LOS TRIBUNALES SON INDEPENDIENTES Y RESPONSABLES  

En Asturias, la Sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia en sentencia 620/2023, de 29 de mayo, dictada en el recurso PO 791/2022, ha estimado el recurso formulado por el Arzobispado de Oviedo impugnando el Decreto 60/2022, de 30 de agosto.

Por José Luis LafuenteLeer columna

Encuesta
¿Logrará la ciudadanía frenar la ley de amnistía?

a) no, el gobierno lo tiene todo "bien atado"
b) sí, la fuerza del pueblo es imparable

Dignidad Digital, S.L. E-mail: redaccion@dignidaddigital.com
logo