"El Estado es un invento delicado al que no le convienen ni conmociones sísmicas ni las temperaturas ardientes, ni la confusión del plano de la sociedad con lo estrictamente estatal, ni la mezcla de funciones que les son propias a las instituciones que lo integran", ha afirmado De la Vega, rememorando al jurista asesinado por ETA en 1996.  

  Según la ex vicepresidenta, a esta configuración del Estado responde la existencia de un órgano consultivo como el Consejo al que acaba de incorporarse, una institución que demuestra "que la independencia de juicio, que tan necesaria es para la democracia, nada tiene que ver con la indiferencia, sino más bien su contrario".   

En su opinión, esta institución es "la más pura encarnación del Estado", aunque no sea "la más alta" ni "la elegida por el pueblo soberano", porque es "el órgano mediante el cual el Estado reflexiona sobre sí mismo asegurándose el respeto al Derecho y los derechos".   

De la Vega ha asegurado que llega al órgano consultivo impulsada por los "mismos valores" que le llevaron a dedicarse al Derecho y, más tarde, a la política, el "rechazo instintivo ante la injusticia y un deseo permanente de defender la causa de quienes la padecen".

   Así, ha dejado claro que entenderá su trabajo como un "compromiso" con los ciudadanos y con el objetivo de "más libertad, más igualdad, más justicia y más progreso", como consagra la Constitución de 1978 y como ya apuntaron las Cortes constituyentes de Cádiz, hace dos siglos, con su objetivo de trabajar por "la felicidad de la nación y el bienestar de los españoles".

   DEFENSA DE LA IGUALDAD

   En este sentido, De la Vega ha abogado por trabajar no sólo por la libertad, sino "para que el valor de la libertad sea el mismo para todos" y ha recalcado que para eso es necesario "eliminar las murallas de la desigualdad que perviven entre hombres y mujeres", entre ellas la violencia de género o la brecha salarial.  

  La tarea de De la Vega en favor de la igualdad ha sido subrayada en el acto por el presidente del Consejo de Estado, Francisco Rubio Llorente, para quien la nueva consejera permanente ha "contribuido como pocos a vencer la inercia de una tradición secular que cerraba el acceso de las mujeres a la vida pública".   

De hecho, será la primera mujer que accede al Consejo de Estado como consejera permanente, presidiendo la Sección Séptima, encargada de los asuntos de los ministerios de Cultura, Educación, Sanidad, Política Social e Igualdad.  

  Rubio Llorente ha destacado que, especialmente en sus seis años como número dos del Gobierno, De la Vega ha demostrado "aptitud para dirigir los negocios políticos de una nación" y, por ello, le ha concedido una distinción que que ha creído inaugurar, la de "mujer de Estado".

  El presidente de la institución ha reconocido que en español no se ha usado nunca esa versión femenina del "hombre de Estado" --aunque sí en alemán y en francés-- y ha desvelado incluso que, buscando en Internet, sólo ha encontrado una referencia "más bien oscura a la princesa de Éboli", un comentario que ha generado sonrisas en la sala.  

  FUE APAGAFUEGOS DEL GOBIERNO    

  Junto a su empeño en defender la igualdad, Rubio Llorente ha destacado la "intensa y eficaz" tarea de De la Vega en los tres poderes del Estado y, especialmente como vicepresidenta primera del Gobierno, su imagen de "persona en actividad perpetua y en todos los frentes".   

A su juicio, el hecho de que el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, le encomendase "buscar solución para todos los problemas urgentes" independientemente de su género o de su lugar demuestra la "confianza" que tenía en su "casi ilimitada capacidad de trabajo".   

Además de capacidad de trabajar, ha remarcado que la ex vicepresidenta tiene también una "tremenda energía": "La fuerza necesaria para ordenar la actuación de otros y coordinar esfuerzos ajenos, la tenacidad indispensable para superar el desaliento propio y el de los demás, para resistir las críticas y la tentación del abandono", ha resumido.   

ACTO PRESIDIDO POR SU SUCESOR  

  De la Vega ha tomado posesión en un acto multitudinario presidido por su sucesor en la vicepresidencia primera, Alfredo Pérez Rubalcaba, y en presencia de su sucesor como ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, apadrinada por los consejeros de Estado Fernando Ledesma y Amelia Valcárcel.

  Entre los asistentes han estado los presidentes del Congreso, José Bono; del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Dívar, además de su portavoz, Gabriela Bravo y uno de los padres de la Constitución, Gregorio Peces-Barba. Han acudido también los secretarios de Estado de Seguridad, Antonio Camacho; Igualdad, Bibiana Aído; Vivienda, Beatriz Corredor; Cooperación, Soraya Rodríguez y Función Pública, Consuelo Rumí.   

Asimismo, han asistido el líder de UGT, Cándido Méndez y varios ex ministros, entre ellos Jesús Caldera, María Jesús Sansegundo, Mercedes Cabrera, Mariano Fernández Bermejo y varios diputados del PSOE, encabezados por su número dos Eduardo Madina. Por parte del PP ha asistido su coordinador de Justicia, Federico Trillo.