Sabado, 23 de noviembre de 2024
Defensa de los trans y ataque a las mujeres. ¿Qué más nos van a quitar a las mujeres?
Así es. Hace unos días leí en la prensa española una noticia que me ha dejado perpleja. Resulta que en Londres, a raíz de la política seguida por los Hospitales Universitarios de Brighton y Sussex para eliminar del lenguaje médico determinados términos, es decir, palabras y otras expresiones, sus hospitales han anunciado también cambios en la terminología de sus plataformas públicas. De este modo, la cuestión ha empezado a extenderse por todo el Reino Unido, siempre al decir de la prensa, por supuesto. Podríamos pensar que la cosa se limita a ese país en concreto, pero este tipo de "mejoras progresistas" se extienden como la pólvora, de tal modo que algo, o mucho,??? de eso ya se deja ver en España.
Los términos y expresiones a que se refieren los centros hospitalarios son siempre relativos a la mujer. Y más en concreto, el núcleo de la polémica se produce por la palabra "madre" ahora proscrita. De tal modo que, en adelante y partiendo del rechazo a tan infamante palabra, se sugieren una serie de modificaciones necesarias y urgentes en la nomenclatura hospitalaria. Así, la terrible palabra "madre" podrá sustituirse por otros términos como "madres o padres biológicos"; los servicios de maternidad pasarán a llamarse "servicios perinatales"; la leche materna se llamará "leche de pecho", como si
pudiera salir de otro órgano distinto. Tampoco se podrá decir leche humana o leche de los progenitores. Claro que esto último no puede molestar porque, a parte de la mujer, no sé quién, ni cuando, puede utilizar semejante término. ¿O es que los varones progenitores pueden amamantar a sus hijos? Las mujeres embarazadas serán personas embarazadas. Por supuesto que son personas. Todos los seres humanos son personas, pero embarazadas solo lo pueden ser las mujeres. Pero, claro, esto lo dijo ya en 2017 la Asociación Médica Británica para no ofender a los hombres intersexuales y transgénero. ¿Pero es que los hombres pueden estar embarazados?. O ¿en qué quedamos con los trans? Y, ya por último se señala que a las mujeres es mejor llamarlas "personas mestruantes". Y yo me pregunto si se han parado a pensar en cómo llamar a las mujeres que no tienen menstruación, bien por que no les ha llegado la edad, bien porque la han sobrepasado.
Pues bien, la causa de tales modificaciones es simplemente la de no ofender a los hombres intersexuales y transgénero. Y aquí es donde empezamos a descubrir el busilis de la cuestión. O sea, que para no ofender a las personas transgénero, no binarias, intersexuales y todo lo que vaya apareciendo en el panorama que nos rodea, ofendemos con total impunidad a las que simplemente somos mujeres y madres, incluyendo entre las madres, por supuesto, a las que lo son por adopción. Yo, que no pertenezco a ninguna agrupación y que me tengo exclusivamente por lo que soy, mujer y madre, me opongo a que se me prive de los términos que desde su origen me definen, y que en español son los señalados. Y no quiero acudir a la tutela del derecho, pues cualquiera lo modifica mañana, alegando no sé qué progreso, y vaya Vd. a saber. Me acojo, lisa y llanamente, a la tutela del lenguaje que así me define. No tengo con ello que ofender a nadie. Pero que nadie me ofenda a mí tratando de arrebatármelos.
Manuela Fernández Junquera
Columnistas
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