Lunes, 25 de noviembre de 2024
desde el próximo miércoles
El BOE publica la orden que regula el cierre presupuestario para Ministerios
El Gobierno se comprometió ante Bruselas a adelantar el cierre del ejercicio de 2016 a julio, cuando lo habitual suele ser en noviembre, como una de las medidas para evitar la multa por el déficit excesivo y lograr el objetivo de situar el déficit público por debajo del 3% el próximo año.
Según el nuevo calendario, la Administración del Estado no podrá iniciar nuevos gastos a partir del próximo miércoles e, iniciado el procedimiento de gasto, será el 29 de julio la fecha límite en que la Administración podrá remitir a la Intervención para su fiscalización los compromisos de gasto con un tercero.
Esta limitación no afectará a los gastos que se deriven del cumplimiento de normas legales o reglamentarias como, por ejemplo, el caso de pensiones o prestaciones por desempleo. Quedan excluídos, igualmente, aquellos que sean autorizados o aprobados por Consejo de Ministros, así como los gastos de personal o deuda pública, entre otros.
El adelanto en la fecha máxima en que la Administración puede iniciar y comprometer gastos no afectará al pago de los compromisos ya asumidos hasta la fecha, que podrán realizarse hasta el 30 de diciembre. De esta forma, no se generarán facturas pendientes de pago, ya que actúa sobre las fases iniciales del gasto, impidiendo que surjan compromisos o que se realicen prestaciones de los cuales pudieran derivarse posteriormente deudas para la Administración.
En concreto, la Orden Ministerial regula las operaciones de cierre del ejercicio 2016 relativas a la contabilidad del presupuesto de gastos y operaciones no presupuestarias tanto en la Administración General del Estado, como en los Organismos Autónomos del Estado, Agencias Estatales y otros Organismos públicos.
Con este adelanto en la fecha de cierre presupuestario, cuatro meses antes de lo habitual, el Ejecutivo pretende limitar el gasto público de todas las Administraciones Públicas en los próximos meses para "conseguir unos ahorros que pueden ser decisivos para cumplir con los Objetivos de Estabilidad".
En esta misma línea, el Gobierno ya aprobó el pasado mes de abril un acuerdo de no disponibilidad de créditos en el Presupuesto del Estado para 2016 por importe de 2.000 millones de euros.
Igualmente, España se ha comprometido ante Bruselas a llevar a cabo otras medidas complementarias para tratar de reducir al máximo la multa por la desviación de los objetivos de 2015 --con un déficit del 5,1% en lugar del 4,2% reclamado-- entre las que se incluyen también una reforma del Impuesto de Sociedades con un impacto presupuestario estimado de 6.000 millones de euros en 2016.
Esta medida se complementará con la puesta en marcha de medidas adicionales para luchar contra el fraude fiscal (1.000 millones de euros), que serán aprobadas mediante Real Decreto cuando se constituya el nuevo Gobierno.
Según el Ejecutivo en funciones, se trata de un "esfuerzo adicional" de control del gasto público en su ámbito de actuación, de modo que los distintos Ministerios no incurran en gastos que no son prioritarios y servirá para seguir avanzando en la consolidación fiscal.
Columnistas
La subida global de temperaturas y la conveniencia de ir sustituyendo las fuentes de energía tradicionales (gas, petróleo y carbón) por otras más sostenibles es un tema de permanente actualidad tanto en los medios de comunicación como en la política. Frente a la versión aplastantemente mayoritaria del problema y sus soluciones, el ciudadano atento y bien informando acaba descubriendo algunos problemas a los que no se les presta demasiada atención. En este artículo se presentarán algunos de ellos
Por Francisco Javier Garcia AlonsoLeer columna
La propuesta que más influyó para atraer el voto de muchos europeos hacia las nuevas derechas es el rechazo a las políticas que facilitan la inmigración incontrolada, pues están convencidos de que aumenta la delincuencia y favorece la islamización de Europa
Por Angel Jiménez LacaveLeer columna
La alternativa a la "justicia social" no es un escenario de pobres muriéndose en las aceras por falta de recursos para pagarse un hospital. La alternativa sería una sociedad en la que, con una presión fiscal que fuese muy inferior a la actual, la gran mayoría de la gente se las arreglase muy bien por sí misma, sin depender de papá Estado. Publicado en el centro Covarrubias
Por Francisco J Contreras Leer columna
Este hombre de 82 años ha hecho más daño al sanchismo en dos meses que Feijóo y sus diputados en esta legislatura
Por Rafael Sánchez SausLeer columna
En su libro “Agenda 2033, nueva y eterna”, Eduardo Granados presenta una propuesta para que pongamos nuestra mirada en 2033, fecha en la que se cumplen dos mil años de la Redención. En 2033 confluyen las celebraciones del bimilenario de la institución de la Eucaristía, de la muerte y resurrección de Cristo y del nacimiento de la Iglesia. En esta entrevista el autor nos da las claves de esta original propuesta.
Por Teodoreto de Samos Leer columna
Detrás de tanta normativa milimétrica se agazapa una desconfianza descomunal en la gestión privada, que actúa como un implícito reproche moral. Publicado en El Debate
Por Enrique García MáiquezLeer columna
Occidente no perdió el rumbo en 1776, sino en 1917 y 1968.
Por Francisco J Contreras Leer columna
Sólo el advenimiento de los Reyes Católicos, y el resultado de su prodigiosa obra, pudo superar, andando el tiempo, esa primacía en la memoria de los castellanos. Pero para ello hubieron de pasar casi doscientos cincuenta años Publicado en El Debate
Por Rafael Sánchez SausLeer columna
Cabe resaltar aquí lo afirmado por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional: "En definitiva, da igual el explosivo que se utilizara, lo cierto es que todas las pruebas apuntan a que estos personajes fueron los que cometieron ese atentado y la trama asturiana proporcionó los explosivos" (sic).
Por Ana María Velasco Plaza Leer columna
El papel rector de la Comisión Europea —que concentra todo el poder ejecutivo y gran parte del legislativo de la UE, pero no responde ni ante los Gobiernos nacionales, ni ante los ciudadanos europeos ni ante el Parlamento Europeo— es el principal instrumento de ese proceso de supranacionalización Publicado previamente en LA GACETA
Por Francisco J Contreras Leer columna