Jueves, 05 de diciembre de 2024
Critica la nueva Constitución Apostólica y considera que hay una tendencia a reformar la iglesia en el "sentido protestante"
El cardenal alemán Gerhard Müller dice que el Papa está rodeado por un "círculo mágico" sin preparación teológica
"No se puede guardar silencio sobre los efectos que producen determinadas orientaciones. Muchas de estas opciones han sido sugeridas al Papa por algunos de sus asesores más cercanos. Hay como una especie de círculo mágico gravitando alrededor de Santa Marta formado por personas que, en mi opinión, no están preparadas teológicamente", señala el purpurado en libro 'In buona fede' (Solferino), al que ha tenido acceso Europa Press que será publicado el próximo viernes 27 de enero.
En formato de entrevista respuesta, cuestionado por la periodista vaticanista italiana Franca Giansoldati, del diario romano 'Il Messaggero', Müller asegura que "entre los colaboradores" que acompañaron al Papa Francisco en el largo "proceso de elaboración" de la reforma de la Curia Romana "hubo una escasa presencia de teólogos".
El purpurado, que fue destituido en 2016 por el Papa como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, destaca que si bien "por un lado el Papa trabaja en la arquitectura organizativa para descentralizar las estructuras eclesiásticas, por otro se han centralizado decisiones que normalmente corresponderían a los obispos diocesanos en su poder derivado del sacramento de la ordenación, por tanto de Cristo".
No obstante, incide en que "no se puede hablar de dictadura". Para el cardenal alemán, la constitución 'Praedicate Evangelium' "nació con un defecto de fábrica, un prejuicio inicial que se abrió paso en el cónclave que eligió al Papa Francisco". En concreto. Se refiere a un supuesto "sentimiento antirromano y al sesgo contra Roma". "Desde el principio, los cardenales latinoamericanos insistieron en ello y planearon construir una Iglesia a su imagen, en algunos aspectos incluso un poco parroquial, basada en su visión del mundo. Teorizan sobre la reforma de la curia sin tener en cuenta su papel histórico y simbólico", critica.
Asimismo, considera que existe una "tendencia a reformar la Iglesia en sentido protestante", derivada de "una visión liberal que desprecia la tradición".
Por otro lado, Müller asegura que su destitución al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe en junio de 2017 después de cinco años en el cargo fue algo totalmente inesperado. "Fue un rayo caído de forma improvisada del cielo", relata.
Antes de ese cargo, Müller era arzobispo en Ratisbona, donde también enseñó teología en la universidad, publicando unas 40 obras, traducidas a los principales idiomas. Fue Benedicto XVI quien le propuso ocupar su puesto en el antiguo Santo Oficio tras ser elegido Papa tras muerte de Juan Pablo II en 2005.
Además, el cardenal alemán hace referencia a una serie de prelados que trabajaban para la Curia Romana que han sido "despedidos sin justificación y de un día para otro" por Francisco.
"Recuerdo que los defendí e incluso fui a defender su causa a Santa Marta para hacer cambiar de opinión a Francisco, pero fue inútil. Se mantuvo inflexible y no quiso atender a razones. Por desgracia, este 'modus operandi' ha causado mucho malestar en el Vaticano en los últimos años", señala Müller.
Por otro lado, el cardenal alemán considera que el consistorio convocado por el Papa los días 29 y 30 de agosto del año pasado para analizar la nueva constitución llegó tarde. También lamenta que "cualquiera que plantee una crítica constructiva es acusado de hacer oposición, de ser enemigo de Francisco". Müller asegura que esto ya ha ocurrido con la publicación de la exhortación apostólica 'Amoris Laetitia'. "Cualquiera que critique el texto o lo critique en el futuro se contará automáticamente entre los enemigos del Papa. Aunque, obviamente, esto no es cierto", asegura.
Con todo, a su juicio uno de los puntos más críticos de la nueva Carta Magna que rige el funcionamiento de la Curia Romana "fue la descabellada elección de no utilizar el nombre congregación" y cambiarlo por dicasterio para nombrar los distintos departamentos de la Santa Sede.
"Las palabras son importantes. Tal vez habría sido útil investigar el origen del nombre congregación, ya que hasta el siglo XVI significaba consistorio pequeño. Eran los consistorios de todos los cardenales. Dicasterio es un mero nombre técnico, tomado del antiguo imperio bizantino, donde existían ministerios estatales. Congregación, en cambio, tiene una raíz teológica. Sínodo es, pues, la palabra griega para el equivalente latino 'Congregatio'", aprecia para calificarlo de "incoherente".
Müller también se suma a las críticas de la decisión de Francisco de poner coto a las misas en latín: "La decisión adoptada por Francisco tuvo consecuencias y efectos negativos. Fue inesperado y para los tradicionalistas fue como recibir una bofetada. La prohibición de esta forma de liturgia cavó zanjas, causó dolor".
El purpurado se une así a las revelaciones realizadas recientemente por su compatriota y secretario personal de Benedicto XVI, Georg Gasgëin, que revela en su libro 'Nada más que la verdad, mi vida al lado de Benedicto XVI' (Piemme), que al papa emérito le provocó "dolor de corazón" que Francisco limitara las misas en latín.
Columnistas
La subida global de temperaturas y la conveniencia de ir sustituyendo las fuentes de energía tradicionales (gas, petróleo y carbón) por otras más sostenibles es un tema de permanente actualidad tanto en los medios de comunicación como en la política. Frente a la versión aplastantemente mayoritaria del problema y sus soluciones, el ciudadano atento y bien informando acaba descubriendo algunos problemas a los que no se les presta demasiada atención. En este artículo se presentarán algunos de ellos
Por Francisco Javier Garcia AlonsoLeer columna
La propuesta que más influyó para atraer el voto de muchos europeos hacia las nuevas derechas es el rechazo a las políticas que facilitan la inmigración incontrolada, pues están convencidos de que aumenta la delincuencia y favorece la islamización de Europa
Por Angel Jiménez LacaveLeer columna
La alternativa a la "justicia social" no es un escenario de pobres muriéndose en las aceras por falta de recursos para pagarse un hospital. La alternativa sería una sociedad en la que, con una presión fiscal que fuese muy inferior a la actual, la gran mayoría de la gente se las arreglase muy bien por sí misma, sin depender de papá Estado. Publicado en el centro Covarrubias
Por Francisco J Contreras Leer columna
Este hombre de 82 años ha hecho más daño al sanchismo en dos meses que Feijóo y sus diputados en esta legislatura
Por Rafael Sánchez SausLeer columna
En su libro “Agenda 2033, nueva y eterna”, Eduardo Granados presenta una propuesta para que pongamos nuestra mirada en 2033, fecha en la que se cumplen dos mil años de la Redención. En 2033 confluyen las celebraciones del bimilenario de la institución de la Eucaristía, de la muerte y resurrección de Cristo y del nacimiento de la Iglesia. En esta entrevista el autor nos da las claves de esta original propuesta.
Por Teodoreto de Samos Leer columna
Detrás de tanta normativa milimétrica se agazapa una desconfianza descomunal en la gestión privada, que actúa como un implícito reproche moral. Publicado en El Debate
Por Enrique García MáiquezLeer columna
Occidente no perdió el rumbo en 1776, sino en 1917 y 1968.
Por Francisco J Contreras Leer columna
Sólo el advenimiento de los Reyes Católicos, y el resultado de su prodigiosa obra, pudo superar, andando el tiempo, esa primacía en la memoria de los castellanos. Pero para ello hubieron de pasar casi doscientos cincuenta años Publicado en El Debate
Por Rafael Sánchez SausLeer columna
Cabe resaltar aquí lo afirmado por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional: "En definitiva, da igual el explosivo que se utilizara, lo cierto es que todas las pruebas apuntan a que estos personajes fueron los que cometieron ese atentado y la trama asturiana proporcionó los explosivos" (sic).
Por Ana María Velasco Plaza Leer columna
El papel rector de la Comisión Europea —que concentra todo el poder ejecutivo y gran parte del legislativo de la UE, pero no responde ni ante los Gobiernos nacionales, ni ante los ciudadanos europeos ni ante el Parlamento Europeo— es el principal instrumento de ese proceso de supranacionalización Publicado previamente en LA GACETA
Por Francisco J Contreras Leer columna