Miercoles, 27 de noviembre de 2024
El hundimiento de la Cristiandad
Parafraseando a Jaime Cifu, para esta plutocracia y sus títeres políticos, las personas somos sólo gallinas de corral, sin derecho a protestar salvo gracia otorgada; y siempre dentro del límite de la irrelevancia social, so pena de expulsión del corral o retorcimiento de cuello.
En Europa los católicos nos hemos convertido en esas gallinas problemáticas, en signo de contradicción del mundo: para una más provechosa (para el plutócrata) explotación de la granja se hace necesario abortar el nacimiento de más bocas en camino, desviar el impulso sexual a la esterilidad, acortar la vida de las aves improductivas... y claro, el católico consecuente con su fe protesta, consciente de que las personas no son gallinas y de que el provecho monetario de unos pocos no justifica el trato gallináceo reportado a la humanidad entera.
Ahí comienza la persecución:
En España, en Francia, en Alemania, en Gran Bretaña... se niega al católico la libertad de educar a sus hijos, se le administra injusticia (en Mieres contra un fraile pasionista), se le impide la libertad de reunión frente a un abortorio, se le niega la libertad para impartir doctrina sobre el matrimonio o portar símbolos públicos de su fe, se cuestiona la financiación de sus organizaciones... y ahora el pogromo con la elaboración de “listas negras”.
Esto último es lo que ha hecho la “Conferencia Europea de ONG de Salud y Derechos Reproductivos, Población y Desarrollo” (http://www.eurongos.org/Default.aspx?ID=1473), un grupo de presión abortista y eugenesista, apuntando como enemigos a asociaciones como la Comunión Tradicionalista Carlista, Hazte Oír, Asociación Católica de Propagandistas, o Profesionales por la Ética; medios como Religión en Libertad e Intereconomía y numerosas personalidades políticas y sociales relevantes.
Es de esperar que ahora se desate un linchamiento mediático contra los objetivos señalados, que los plutócratas y sus siervos políticos respaldarán invirtiendo torrentes de dinero en la compra de informes de expertos, organización de congresos mundiales y desinformación en los medios de masas. No hemos de olvidar la insidiosa instrumentalización de los mahometanos para erradicar el cristianismo de la sociedad cristiana, so capa de que nuestros símbolos religiosos y culturales atentan contra su sensibilidad. Por ejemplo en Bruselas se retira un árbol de Navidad porque “ofende”. Nada diremos del exterminio de los cristianos en Oriente Medio (como antes en Yugoslavia) a manos de milicianos apoyados por EEUU y OTAN.
Aún no es tarde para señalar que es inútil toda resistencia a la agresividad de plutócratas y masones que no esté encauzada políticamente. Y aún así, jugaremos con sus propias reglas en su propio tablero político, con piezas propias contaminadas de liberalismo, cuando no cobardes, tibias o traidoras. Existe incluso la posibilidad de que hoy estemos viviendo el inicio de una atroz e imparable persecución. Pero está claro que lo que no se lucha, no se puede ganar, y lo que se lucha con Cristo, se gana.
Christus vincit! Christus regnat! Christus imperat!
Columnistas
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