Sabado, 23 de noviembre de 2024
Siempre se esquilma a los mismos
El Impuesto de Patrimonio un nuevo atraco
Es inútil esperar que nuestros políticos actuales que tanto miran a Francia la imiten en alguna de sus virtudes. Daba verdadera envidia oír el anuncio hecho por 16 grandes capitales franceses de que se auto-grabarían con un impuesto especial para ayudar a su país a salir de la delicada situación en la que se encuentra, hay que reconocer que su gesto es cuando menos patriótico, algo de lo que por estos lares no andamos sobrados.
Nuestros magnates por el contrario utilizan su influenca para lograr del poder, y si este es socialista aún en mayor medida, innumerables privilegios que les exoneren de contribuir con pesadas cargas al mantenimiento de la nave común, en caso de que les vaya bien en sus actividades, porque si por el contrario les va mal reclaman que el gobierno acuda en su socorro con suculentas subvenciones, subvenciones sufragadas por las clases medias y las menos pudientes. No sólo esto sino que se permiten la ostentación en medio del sufrimiento generalizado, así he escuchado en una emisora que un magnate patrio iba a dedicar, la “despreciable” cifra de dos millones de euros, a darse el capricho de traer a su casa a Cristina Aguilera para que le cantara cuatro canciones.
Nuestro gobierno por el contrario baraja la posibilidad, seguro que es más que una posibilidad, de recuperar el impuesto de patrimonio. Era lo que faltaba en este momento. Cuando la mayoría de los ciudadanos que tienen un patrimonio están ahogados por los gastos que conlleva, unidos a la exigua rentabilidad que están produciendo, sólo hay que añadirles “la vuelta de tuerca” de una nueva carga para asfixia sea completa. Porque muchos patrimonios, a día de hoy, al no producir rentas son más un problema que una solución. Como tengo el privilegio de colaborar con Caritas, supe hace unos meses de los problemas que agobiaban a un ciudadano: poseyendo dos pisos sin embargo su situación era desesperada, incapaz de encontrar trabajo había agotado ya el seguro de desempleo y demás prestaciones sociales y no lograba ni vender ni alquilar ninguno de los dos inmuebles. No se encontró otra alternativa que ponerlo bajo la tutela de la Fundación Herrero que se ocupa de los “pobres vergonzantes”. ¡Como para encima ponerle un impuesto sobre los “pisitos”! cuando ya tiene que pagar ibi (contribución urbana), la correspondiente cuota comunitaria y arriesgarse a no tenerlos asegurados con los peligros que ello conlleva y no ser sorprendido traicioneramente, como frecuentemente sucede en las comunidades, con una derrama.
Francia baraja poner un impuesto especial a las rentas superiores a quinientos mil euros y sólo hasta mientras que continúe el deficit. En España, como siempre, van a por los más débiles. Piensan rescatar el impuesto de patrimonio, un impuesto especialmente injusto porque penaliza la capacidad de ahorro de los ciudadanos, capacidad basada en la renuncia personal y en la solidaridad puesto que es fuente de riqueza y estabilidad para el país. Además los frutos de ese ahorro tributaron a hacienda cuando fueron obtenidos mediante el trabajo, según los tiempos hasta el 56 por ciento o el 43 en el presente ¿por qué hay que seguir pagando adicionalmente una cuata cada año, cosa que no habría que hacer si ese dinero se hubiera derrochado?
En el caso de que ese dinero hubiera sido adquirido por herencia, además de haber tributado el ahorrador en su día, cuando se recibe la herencia el heredero debe pagar nuevamente y no poco precisamente.
El caso de la herencia me parece especialmente injusto porque en la mayoría de los casos, cuando esta proviene de una persona con la que convivimos, no representa ninguna ganancia personal sino un simple cambio de titularidad. Cuando perdemos a un padre, una madre, un cónyuge, un hijo o un hermano con el que convivimos además de un enorme dolor personal debemos enfrentarnos a un serio “palo” económico ya que no sólo perdemos los ingresos que esa persona generaba con su trabajo y que contribuían al mantenimiento del hogar común sino que además deberemos desprendernos de una parte importante de los bienes cuya titularidad figuraba a su nombre por el solo hecho de que pasen al nuestro pero que en realidad ya eran nuestros porque los compartíamos. De manera que en la circunstancia más negativa que puede experimentar un ser humano como es perder a un ser especialmente querido, cuando la sociedad se vuelca queriendo paliar el dolor en la medida que les es posible, viene la Administración pública a añadir dolor al dolor.
María Alú Mortera
Comentarios
Por JESUS 2011-09-08 16:08:00
MARIA, EL DOLOR ES QUE SOLAMENTE APRENDISTE A SUMAR ,PERO NO A RESTAR
Por Rafael del Pulgar 2011-08-30 20:18:00
El fomentar un sentido reduccionista de la familia es también un método eficaz para su demolición que es a lo que se dedica el pensamiento políticamente correcto
Por JM 2011-08-27 08:53:00
La política fiscal en España, es impresentable y vulnera lo dispuesto en el artículo 31 de la CE.
Por Ansurez 2011-08-26 21:28:00
Comentarios Cuánta razon tienes Maria
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