Miercoles, 25 de junio de 2025
El rey Salman designa a su hijo Mohamed ministro de Defensa
El nuevo rey de Arabia Saudí se compromete a mantener el rumbo marcado por sus antecesores
El rey Salman de Arabia Saudí se ha comprometido este viernes a mantener el rumbo marcado por sus predecesores en la dinastía que controla el país, en su primer discurso como monarca tras el fallecimiento del rey Abdalá.
"Continuaremos, con el apoyo de Dios, manteniendo el camino recto que este país ha seguido desde su creación por el fallecido rey Abdulaziz", ha asegurado el nuevo rey, en un discurso retransmitido por la cadena de televisión estatal.
El monarca ha hecho un llamamiento a la unidad y la solidaridad de los países musulmanes y árabes y se ha comprometido a servir a su país y a protegerlo frente a las amenazas.
El rey Salman de Arabia Saudí ha designado este viernes a su hijo Mohamed bin Salman como ministro de Defensa y jefe de la Casa Real, mientras que el ministro del Interior, Mohamed bin Nayef, ha sido nombrado segundo príncipe heredero y segundo viceprimer ministro, ha informado 'Saudi Gazette'.
La designación de su sobrino, resalta Reuters, significa que será el primero de esa generación que gobernará el reino algún día. El príncipe Mohamed, segundo a partir de ahora en la línea sucesoria tras el príncipe heredero Muqrin, mantiene una estrecha relación con Estados Unidos y se ha ganado los elogios de Occidente por su represión de la insurgencia de Al Qaeda entre 2003 y 2006, cuando era aún responsable de las fuerzas de seguridad del reino y su padre era titular de Interior.
Nacido en 1959, el príncipe Mohamed es relativamente joven para los estándares de la familia real saudí, y su designación como segundo en la línea sucesoria debería resolver las cuestiones a largo plazo respecto a quién ocupará el trono en los próximos años.
Por otra parte, el monarca ha decidido mantener a los demás ministros, incluidos los de Exteriores, Petróelo y Finanzas, en sus cargos, ha informado la televisión estatal, que cita un decreto real. Jaled al Tuwaijri, jefe de la Casa Real con el difundo rey Abdulá, ha sido relevado de su puesto.
El fallecimiento del rey Abdalá bin Abdelaziz de Arabia Saudí a los 90 años de edad ha supuesto el ascenso al trono de su hermanastro, Salman bin Abdulaziz al Saud, hasta ahora ministro de Defensa del país.
Salman, de 79 años de edad, fue previamente gobernador de la provincia de Riad entre 1963 y 2011 y es una de las figuras más poderosas del reino, siendo conocido por ser uno de los integrantes de los 'siete sudairis'.
Este grupo está integrado por los siete hijos que tuvo el fundador del Estado moderno saudí, Abdulaziz ibn Saud, con una de sus mujeres favoritas, Hassa bint Ahmad al Sudairi, miembro de una familia de la influyente y religiosa región del Nejd, clave en la formación de Arabia Saudí. De hecho, la madre del fundador de Arabia Saudí era también una Sudairi.
El padre de Hassa, Ahmed bin Muhamed al Sudairi, fue un firme aliado de Ibn Saud durante una de sus últimas ofensivas militares para unificar los territorios que controlaba y finalmente proclamar el nacimiento de Arabia Saudí.
Los lazos entre ambas familias se han extendido con el paso de los años, y algunas hermanas menores de Hassa han contraído matrimonio con otros hijos de Ibn Saud. Es el caso de Muhdi bint Ahmed, quien se casó con Nasser bin Abdulaziz, y Sultana bint Ahmed, quien fue la primera esposa del rey Faisal.
Los 'siete sudairis' son Fahd, Sultán, Abdul Rahman, Nayef, Turki, Salman y Ahmed, de los que sólo cuatro siguen con vida. De ellos, sólo Fahd y ahora Salman han conseguido acceder al trono, si bien todos ellos han tenido una gran influencia en la vida política del país en las últimas décadas.
Su ascenso al poder se escenificó con la entronización de Fahd en 1982, si bien el clan había ganado prominencia durante las disputas éntre los monarcas Saud bin Abdulaziz al Saud (1953-1964) y Faisal bin Abdulaziz al Saud (1964-1975), quien se apoyó en los 'sudairis' para aumentar su base de respaldo.
Fahd, quien llegó al trono en medio de una grave crisis económica, envolvió su reinado de una imagen de aparente austeridad y religiosidad, que llevó al monarca a financiar múltiples escuelas, organizaciones caritativas y mezquitas desde las que se difundió la doctrina wahabí a nivel nacional e internacional.
La mala salud de Fahd influyó en la hemiplejia que sufrió a partir de 1995, cuando Abdalá bin Abdelaziz, uno de los hermanastros consiguió ocupar la regencia hasta su muerte en 2005 y el trono a partir de entonces.
Abdalá bin Abdelaziz, quien rompió el monopolio 'sudairi' tras ocupar los cargos de primer ministro y comandante de la Guardia Nacional saudí, era uno de los hijos que tuvo Ibn Saud con Fahda bint Asi al Shuraim, miembro de la poderosa familia Al Rashid, rival de los Al Saud. El matrimonio tuvo como objetivo alcanzar una tregua entre ambas y conseguir la unión de los Al Rashid a la futura familia real.
Así, la muerte de Abdalá y el ascenso al trono de Salman supone un retorno a la cima del poder en Arabia Saudí de los 'sudairis', tras el fallecimiento de Sultán y Nayef en 2011 y 2012, respectivamente, cuando ostentaban el puesto de príncipes herederos.
Sultán fue ministro de Defensa desde 1963 y viceprimer ministro desde 1982 hasta su muerte. Su figura fue clave en la modernización de las Fuerzas Armadas y en el fortalecimiento de los lazos con Estados Unidos, siendo uno de los principales puentes entre ambos gobiernos.
Por su parte, Nayef fue ministro del Interior entre 1975 y 2012 y viceprimer ministro entre 2011 y 2012, encabezando junto a Turki ibn Faisal al Saud, jefe de los servicios de Inteligencia, la represión de los conatos de oposición en el interior del régimen.
La red tejida por los 'sudairis' se extiende a través de Abdul Rahman, quien fue viceministro de Defensa y Aviación entre 1962 y 2011, cuando fue apartado por Abdalá por sus críticas al proceso de sucesión; y Ahmad, quien fue viceministro del Interior desde 1975 hasta que empezó a dirigir la cartera durante varios meses tras la muerte de Nayef.
Ahmad fue apartado del poder por su negativa a dividir las fuerzas de seguridad en unidades independientes, si bien la versión oficial afirma que pidió ser cesado. Desde entonces, el puesto lo ocupa Muhamad bin Nayef, hijo del fallecido ministro del Interior.
El último de los 'sudairis' es Turki ibn Abdulaziz al Saud, quien fue viceministro de Defensa y Aviación entre 1969 y 1978 y que dimitió a raíz de unas discrepancias con sus hermanos y se autoexilió en Egipto y Estados Unidos antes de volver al país en 2011 y expresar su apoyo sucesivamente a Nayef y Salman como príncipes herederos.
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