El Papa Francisco ha agradecido a los católicos en Tierra Santa su testimonio de fe a lo largo del tiempo y les ha animado a continuar siendo testigos del evangelio en unas circunstancias difíciles. El Pontífice se ha dirigido mediante un mensaje a los católicos de Tierra Santa, que han celebrado en la explanada del monte de la Precipitación, en Nazaret.

   La celebración en Nazaret, con un carácter internacional, ha estado presidida por el Patriarca latino de Jerusalén, Fouad Twal, y han asistido varios miles de personas, la mayoría, fieles de Nazaret, pero con una fuerte presencia de peregrinos extranjeros, especialmente filipinos e italianos.

   Al comienzo de la Misa, celebrada en el lugar donde ya mantuvo un encuentro público Benedicto XVI, el Nuncio de Su Santidad ha leído el texto enviado por el Papa Francisco. "La historia de nuestra fe encuentra sus orígenes en vuestra tierra", señala el Papa.

   "Si queremos comprender nuestra propia historia personal de fe y nuestra necesidad de la misericordia de Dios, debemos volvernos a ese lugar y tiempo, cuando el propio Jesús mismo caminó entre nosotros. Allí el Señor  tomo nuestra naturaleza humana y se nos revelo como Dios. Y allí nos dio el regalo de su Pasión, Muerte y Resurrección, y la promesa de la vida eterna".

El Papa ha expresado también su profundo aprecio a todos los cristianos de Tierra Santa, por su fiel defensa de los santos lugares y por su testimonio duradero en la proclamación del Evangelio. "Os aseguro mis oraciones y la gracia de Dios por vuestra profunda fe y por vuestra perseverancia. Os animo a ser siempre testigos de la paz, la alegría y la misericordia de Dios", ha añadido.

   El mensaje papal, leído por el Nuncio, también tiene unas palabras para quienes acuden a Tierra Santa (en 2012 fueron dos millones de visitantes cristianos): "A los peregrinos que están presentes en esta celebración, igualmente os aseguro mis oraciones. Ojalá vuestra experiencia en los Santos Lugares sea una ocasión para encontraros con Jesucristo y profundizar vuestro amor por El y por su Iglesia".

   Tras la lectura del mensaje papal, ha dado comienzo la ceremonia propiamente dicha, en el mismo lugar donde ya estuvo Benedicto XVI. La Misa ha estado presidida por el patriarca Fouad Twal, por su antecesor en el Patriarcado, el cardenal Michel Sabbah, y por el nuncio en Israel monseñor Giuseppe Lazzarotto, y por una docena de obispos y patriarcas católicos de Israel y Palestina, además de uno italiano y otro lituano.

   La conferencia de patriarcas católicos de Tierra Santa, convocante del acto, había enviado invitación a todos los obispos del mundo para participar en este acto en la considerada Iglesia Madre de los católicos.

   En cualquier caso, entre los  siete mil asistentes (cifra del Ministerio de Turismo), además de fieles de todas las áreas de Israel, figuraba un elevado numero de filipinos, de italianos, un grupo numeroso llegado expresamente a este acto desde Jordania, así como otros de Eritrea, de India y mas lugares.

   Además han tomado parte numerosos sacerdotes y estudiantes que se encuentran en centros de espiritualidad o estudio en Tierra santa, como una veintena larga de seminaristas de la Domus Galilea, del Camino Neocatecumenal, o de la Custodia Franciscana. También era visible la presencia de un buen grupo de scouts católicos de la diócesis de Nazaret. La presencia española era discreta, con algunos peregrinos, seminaristas y estudiantes que viven en Israel.

   En la homilía de la Misa, en árabe, el Patriarca latino se ha referido a Moisés y a la Virgen Maria como ejemplos de fe, en el Antiguo y en el Nuevo testamento, y a la difícil situación de los dos millones de refugiados de Siria en Oriente Medio.

   La celebración, desarrollada en un ambiente festivo, concluyo con una Oración ante el Icono de la Virgen Maria, tomada de la encíclica Lumen Fidei del Papa Francisco. Al término de la Misa, el patriarca latino, en nombre de todos los fieles de Tierra Santa ha hecho entrega al nuncio de un icono que representa a san Pedro con Jesús en Galilea, pintado por un monje franciscano, de Tierra Santa y que será entregado al Santo Padre.

   Este evento ha supuesto la primera colaboración de este tipo entre la Iglesia Católica y el ministerio de Turismo de Israel. El ministro, Uzi Landau, presente en el acto, ha asegurado que "esta colaboración es importante para nosotros". La celebración ha contado con la ayuda del Ministerio de Turismo y el Ayuntamiento de Nazaret.

   En un encuentro con cerca de sesenta periodistas destacados para esta celebración, el patriarca latino ha tenido unas palabras sobre el cercano conflicto de Siria: "Tenemos menos confianza en los discursos de los políticos que en la misericordia de Dios. Os invitamos a todos a venir a rezar con nosotros por Siria".

En relación al próximo viaje del Papa Francisco a Tierra Santa, el patriarca latino se ha limitado a decir: "Confirmamos que el Papa va a venir".