Viernes, 27 de diciembre de 2024
Madrid
El portavoz de la CEE afirma que su versión oficial de la Biblia no va en contra del pluralismo de traducciones
En este sentido, durante su ponencia La Biblia de la CEE: historia de un proyecto editorial y eclesial en el congreso La Sagrada Escritura en la Iglesia que se celebra en el Palacio de Congresos de Madrid, ha señalado que "es de esperar" que esta Biblia "pueda contribuir a que posibles y deseables nuevas traducciones alcancen la calidad que las haga vehículo de un mejor conocimiento de la Palabra de Dios".
Además, el portavoz ha destacado que esta versión oficial es resultado de "un hermoso trabajo sinfónico" al que han hecho su aportación un "considerable" número de especialistas y de pastores así como "el Pueblo de Dios en su conjunto" que ha ofrecido sugerencias durante unos treinta años.
Los obispos esperan que esta Biblia, convertida en texto de referencia, sea capaz de "favorecer la estabilidad y la unidad del lenguaje bíblico en las celebraciones, la oración, la predicación, la enseñanza y el estudio, al modo de una Vulgata española" y que ayude a los fieles a retener en la memoria la Palabra de Dios escrita, pues, según ha explicado Camino, de su conocimiento "depende en buena medida el crecimiento en el amor a Jesucristo".
Martínez Camino ha remarcado que la publicación de la nueva Biblia de la CEE en diciembre de 2010 constituye un "acontecimiento histórico" ya "por el simple hecho de que sea la primera vez que una traducción de la Biblia al español esté dotada de ese carácter de oficialidad".
Así, ha recordado las razones aportadas por el biblista y teólogo Schökel en los años 60 para alcanzar una "traducción preferente u oficial" promovida y publicada por el episcopado: la conveniencia de que el lenguaje bíblico de la catequesis fuera para todos el mismo; la necesidad de un ministerio de la palabra amplio y eficaz y la falta de un texto bíblico oficial común. Para Martínez Camino, estos son los mismos argumentos que han llevado a los obispos actuales a promover el proyecto.
Concretamente, en 1993, la Pontificia Comisión Bíblica publicó el documento titulado La interpretación de la Biblia en la Iglesia y la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe pensó que la temática abordada por ese documento constituía "un buen objeto" para el diálogo del Encuentro de obispos y teólogos que convocaba anualmente junto con la Comisión de Seminarios y Universidades.
Allí, en 1995, se multiplicaron las voces de quienes creían que ya había llegado el momento de acometer el trabajo de una Biblia de referencia como las que existían ya en italiano, inglés y alemán.
El proyecto pasó por dos fases: una primera, en la que los especialistas hicieron sus traducciones y anotaciones; y otra segunda, de revisión, unificación y experimentación del conjunto de la obra. Hasta junio de 2010 fue necesaria la aprobación de la Biblia por parte de los Pastores.
"Así se ponía punto final a un tenaz y esmerado trabajo con el que se daba cumplimiento a un proyecto largamente acariciado: una Biblia oficial de la Conferencia Episcopal Española, cuyo texto sería el mismo que el proclamado en todos los actos litúrgicos", ha concluido Martínez Camino
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