Jueves, 28 de noviembre de 2024
La agencia de la ONU advierte de que "Afganistán se encuentra al borde de la pobreza universal"
El 97 por ciento de los afganos podría caer en la pobreza a mediados de 2022, alerta el PNUD
"Afganistán se encuentra al borde de la pobreza universal", ha advertido la agencia de la ONU después de evaluar la situación del país tras el ascenso al poder de los talibán, un análisis en el que se han perfilado cuatro posibles escenarios de creciente intensidad y aislamiento por parte de la comunidad internacional.
El análisis ha concluido que el PIB podría contraerse hasta un 13,2 por ciento, una cifra que supondría un aumento de la tasa de pobreza de 25 puntos porcentuales. En el peor escenario posible planteado por el estudio del PNUD, la tasa de pobreza de referencia, que ahora es del 72 por ciento, se dispararía.
Además de una prolongada sequía y de los efectos de la pandemia de la COVID-19, Afganistán se enfrenta a la agitación causada por la actual transición política, que han supuesto el congelamiento de las reservas extranjeras, el colapso de las finanzas públicas, una creciente presión sobre el sistema bancario y un aumento de la pobreza.
Para hacer frente a esta crítica situación, la agencia de Naciones Unidas ha planteado un paquete de intervenciones que tienen la intención de ayudar a "mejorar las condiciones de vida inmediatas de las personas y comunidades más vulnerables, dando prioridad a la salvaguarda de los derechos de las mujeres y las niñas". Este paquete ayudaría a cerca de nueve millones de personas a través de un programa de desarrollo comunitario de 24 meses.
Esta iniciativa plantea que los más vulnerables se beneficien de un plan de pagos por trabajo y de subvenciones para pequeñas y medianas empresas, especialmente las dirigidas por mujeres. Los niños, los discapacitados y los ancianos recibirían unos ingresos básicos temporales a través de transferencias monetarias mensuales.
El subsecretario general de la ONU y director de la oficina regional para Asia y el Pacífico del PNU, Kanni Wignaraja, ha alertado de que "una transición a las nuevas autoridades, una pandemia, una sequía, una temporada de invierno que se aproxima" ya suponían por sí solas "un reto importante". No obstante, "en conjunto, forman una crisis que exige una acción urgente", ha agregado.
"Nos enfrentamos a un colapso total del desarrollo que se suma a la crisis humanitaria y económica", ha lamentado Wignaraja, que ha insistido en que "la mitad de la población ya necesita ayuda humanitaria" y el análisis del PNUD "sugiere que estamos en camino de un rápido y catastrófico deterioro de las vidas de las personas más vulnerables de Afganistán", por lo que ha defendido la importancia del programa planteado por la agencia.
"Afganistán se encuentra al borde de la pobreza universal", ha advertido la agencia de la ONU después de evaluar la situación del país tras el ascenso al poder de los talibán, un análisis en el que se han perfilado cuatro posibles escenarios de creciente intensidad y aislamiento por parte de la comunidad internacional.
El análisis ha concluido que el PIB podría contraerse hasta un 13,2 por ciento, una cifra que supondría un aumento de la tasa de pobreza de 25 puntos porcentuales. En el peor escenario posible planteado por el estudio del PNUD, la tasa de pobreza de referencia, que ahora es del 72 por ciento, se dispararía.
Además de una prolongada sequía y de los efectos de la pandemia de la COVID-19, Afganistán se enfrenta a la agitación causada por la actual transición política, que han supuesto el congelamiento de las reservas extranjeras, el colapso de las finanzas públicas, una creciente presión sobre el sistema bancario y un aumento de la pobreza.
Para hacer frente a esta crítica situación, la agencia de Naciones Unidas ha planteado un paquete de intervenciones que tienen la intención de ayudar a "mejorar las condiciones de vida inmediatas de las personas y comunidades más vulnerables, dando prioridad a la salvaguarda de los derechos de las mujeres y las niñas". Este paquete ayudaría a cerca de nueve millones de personas a través de un programa de desarrollo comunitario de 24 meses.
Esta iniciativa plantea que los más vulnerables se beneficien de un plan de pagos por trabajo y de subvenciones para pequeñas y medianas empresas, especialmente las dirigidas por mujeres. Los niños, los discapacitados y los ancianos recibirían unos ingresos básicos temporales a través de transferencias monetarias mensuales.
El subsecretario general de la ONU y director de la oficina regional para Asia y el Pacífico del PNU, Kanni Wignaraja, ha alertado de que "una transición a las nuevas autoridades, una pandemia, una sequía, una temporada de invierno que se aproxima" ya suponían por sí solas "un reto importante". No obstante, "en conjunto, forman una crisis que exige una acción urgente", ha agregado.
"Nos enfrentamos a un colapso total del desarrollo que se suma a la crisis humanitaria y económica", ha lamentado Wignaraja, que ha insistido en que "la mitad de la población ya necesita ayuda humanitaria" y el análisis del PNUD "sugiere que estamos en camino de un rápido y catastrófico deterioro de las vidas de las personas más vulnerables de Afganistán", por lo que ha defendido la importancia del programa planteado por la agencia.
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