Jueves, 26 de junio de 2025
libia es un territorio sin ley, ya no es un estado
HRW denuncia violencia, secuestros y asesinatos de periodistas por parte de grupos armados en Libia
Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este lunes que varios grupos armados de Libia han atacado violentamente, secuestrado, intimidado, amenazado y asesinado a diferentes periodistas del país con total impunidad en los últimos dos años, obligando a muchos a huir de Libia o a autoimponerse la censura.
"El clima de impunidad ha permitido que las milicias de asalto, amenacen, secuestren o, incluso, maten a periodistas por sus publicaciones", ha lamentado el subdirector para Oriente Próximo y el Norte de África de Human Rights Watch, Joe Stork. "Las autoridades gubernamentales y actores no estatales que controlan el territorio deben condenar urgentemente los ataques contra los periodistas y, en lo posible, conseguir que los responsables rindan cuentas", ha exigido.
Al mismo tiempo, en su último informe, la ONG ha recordado que los tribunales libios están procesando a periodistas y otras personas acusadas de haber difamado a trabajadores del Gobierno y por otros delitos que atenten contra la libertad de expresión.
"El incumplimiento por parte de los sucesivos gobiernos y autoridades provisionales para proteger a los periodistas ha acabado con gran parte de la libertad de los medios que existía, aunque limitada, tras el levantamiento que derrocó al líder libio Muamar Gadafi, en 2011.
Según ha explicado HRW, mientras que las autoridades no responsabilizan a nadie por los ataques contra periodistas y medios de comunicación desde 2012, los tribunales están procesando a periodistas por delitos relacionados con el lenguaje y por difamación. La situación empeoró para los periodistas, recuerda la organización internacional, cuando los conflictos armados estallaron y se extendieron a lo largo de 2014, acelerando el éxodo de los periodistas que temen por su seguridad. A medida que la violencia se extendió, los tribunales y fiscales suspendieron sus actividades, dejando el sistema judicial colapsado.
El director del diario 'Al Umma', Al Amara Jatabi, fue condenado por rebeldía a cinco años de prisión por, en palabras del juez, "insultar y difamar" a las autoridades mediante la publicación de una lista de jueces presuntamente corruptos en noviembre de 2012. También ordenó la suspensión de sus derechos civiles durante 6 años, inhabilitándole como periodista.
A través de entrevistas, HRW ha podido documental al menos 91 casos de amenazas y agresiones contra periodistas, 14 de ellos contra mujeres, a partir de mediados de 2012 hasta noviembre de 2014. Los casos incluyen 30 secuestros o detenciones arbitrarias y ocho asesinatos. Estos periodistas, estarían entre las 250 personas que murieron por supuestos motivos políticos en Libia en 2014, según denunció en su momento HRW.
Además, La ONG ha recogido 26 ataques armados contra las sedes de medios de televisión y radio. En la mayoría de los casos, según asegura, los grupos armados han tratado de "castigar a los periodistas y medios de comunicación por sus publicaciones, sus opiniones o sus simpatías" a ciertos sectores contrarios.
El 26 de mayo de 2014, el conocido periodista libio Miftá Buzeid fue asesinado a tiros en Benghazi. Buzeid, editor en jefe del periódico independiente 'Burniq', era un destacado crítico contra las autoridades. A pesar de las peticiones locales e internacionales para que se realizase una investigación rápida, la ONG recuerda que el asesinato sigue impune. Al Mutasim al Warfalli, locutor de radio de la emisora libia Al Watan, también murió por disparos en Benghazi, el 8 de octubre. Era un presunto simpatizante de las milicias islamistas.
Algunos medios de comunicación aseguran que han sufrido ataques tras haber apoyado públicamente a una de las partes del conflicto. Por ejemplo, HRW ha asegurado que las milicias atacaron la cadena de televisión Alasema, en Trípoli, el 23 y 24 de agosto de 2014, con tanta violencia que destruyeron los equipos y no pudieron seguir emitiendo. Fawzia al Balazi, director general de la cadena por entonces, dijo a Human Rights Watch que las milicias les atacaron por apoyar a sus adversarios.
En el lado contrario, el 9 de enero de 2015, unos desconocidos atacaron Al Nabaa TV, un canal de televisión por satélite privado que respalda al autoproclamado Gobierno de Trípoli. HRW ha asegurado que en ninguno de los casos las autoridades han llevado a cabo una investigación seria.
Por todo esto, HRW ha exigido a los países miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU que convoquen una sesión especial sobre la rendición de cuentas en Libia con el fin de constituir una comisión de investigación o un mecanismo similar para investigar violaciones graves y generalizadas de los Derechos Humanos en Libia.
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