Jueves, 25 de abril de 2024

El imperio de la mentira

LA ERA ARGENTINA

La capacidad anticipatoria no es exactamente el don de profecía, pero se le parece mucho en sus efectos. La profecía debe ser inspirada y la anticipación iluminada. La primera por Dios, que hace del profeta, quiera este o no, su instrumento. La segunda por la inteligencia y la experiencia, aunque tal vez lo más importante a la hora de arriesgarse en cualquier forma de predicción sobre el futuro es el bagaje de cultura, el fondo de armario que cada uno haya podido atesorar.

 

Por uno de esos caprichos incomprensibles de las cosas, los intelectuales han resultado ser, por lo general, malos profetas y nulos a la hora de interpretar los signos de los tiempos y avanzar en su desentrañamiento. Economistas e historiadores, los más compelidos y presionados para hacer de arúspices, son los más notoriamente fracasados, aunque ello no disminuya sus ínfulas y pretensiones cada vez que se les arrima un micrófono. Si el problema está en la levedad del bagaje acarreado, en la falta de experiencia vital o en la decadencia neuronal, eso ya es problema de cada uno, aunque yo me inclino más por causas de orden moral, que al final son las que determinan los comportamientos y, por tanto, los aciertos y errores en todos los órdenes de la vida. Decía Nicolás Gómez Dávila que “la verdad está en la historia, pero la historia no es la verdad”. La mentira, la auténtica dueña del mundo, tiene ahí uno de sus innumerables nidos.

 

El imperio de la mentira está hoy asegurado como nunca antes por la acuñación e imposición de lo políticamente correcto. La situación ha llegado a términos en que desafiar esa corrección garantiza de lleno dos cosas: la postergación y, como mínimo, una participación en la verdad humillada. “Yo anuncio la era argentina de socialismo y cocaína” dijo anticipatoriamente don Ramón del Valle-Inclán refiriéndose al entonces entrante siglo XX, y Aquilino Duque, un intelectual exento de aduanas y vasallajes correctos e inconfesables, ha querido usar esa misma expresión, “La era argentina”, para titular un conjunto de ensayos escritos en los años en los que, tras la caída del muro de Berlín, llegó a parecer cercano el fin de la historia. Como le sobran inteligencia, experiencia y bagaje, el resultado es un libro profético: sobre la trama de lo pasado vemos los hilos de un presente en el que cabalgan los “modernos jinetes del Apocalipsis”.

 

Rafael Sánchez Saus


Comentarios

Por Rafael del Pulgar 2013-11-26 15:31:00

La tiranía de lo políticamente correcto está resultando insoportable y asfixiante


Por Sara Villanueva 2013-11-26 15:30:00

Tiene toda la razón D. Rafael, Valle-Inclán resultó profético, también en el esperpento español que va a más. Gracias por la información sobre el libro de Aquilino Duque


Comentar

Columnistas

Ningun margen

Detrás de tanta normativa milimétrica se agazapa una desconfianza descomunal en la gestión privada, que actúa como un implícito reproche moral. Publicado en El Debate

Por Enrique García MáiquezLeer columna

¿Son los derechos humanos una idea tóxica?

Occidente no perdió el rumbo en 1776, sino en 1917 y 1968.

Por Francisco J Contreras Leer columna

San Fernando: el rey y el gobernante

Sólo el advenimiento de los Reyes Católicos, y el resultado de su prodigiosa obra, pudo superar, andando el tiempo, esa primacía en la memoria de los castellanos. Pero para ello hubieron de pasar casi doscientos cincuenta años Publicado en El Debate

Por Rafael Sánchez SausLeer columna

Goma 2 Eco asturiana ¡y ya vale!

Cabe resaltar aquí lo afirmado por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional: "En definitiva, da igual el explosivo que se utilizara, lo cierto es que todas las pruebas apuntan a que estos personajes fueron los que cometieron ese atentado y la trama asturiana proporcionó los explosivos" (sic).

Por Ana María Velasco Plaza Leer columna

¿Por qué no una Europa gaullista?

El papel rector de la Comisión Europea —que concentra todo el poder ejecutivo y gran parte del legislativo de la UE, pero no responde ni ante los Gobiernos nacionales, ni ante los ciudadanos europeos ni ante el Parlamento Europeo— es el principal instrumento de ese proceso de supranacionalización   Publicado previamente en LA GACETA

Por Francisco J Contreras Leer columna

Prescripción del 11M, humillante final de una nación

No sé si las palabras del juez ponente del proceso del 11M -"hay cosas tan graves en el 11-M que por ahora es mejor que no se sepan"- están ahora más en vigor que nunca antes. 

Por Ana María Velasco Plaza Leer columna

FELIZ NAVIDAD

Un año más enviamos nuestra felicitación navideña a nuestros lectores

Por Editorial Leer columna

LA PROPOSICION DE LEY DE AMNISTIA Y NUESTROS DIPUTADOS

A propósito de este acuerdo vienen a la memori las palabras de San Agustín en La ciudad de Dios, si no se respeta la justicia, ¿Qué son los Estados sino grandes bandas de ladrones?. 

Por José Luis LafuenteLeer columna

¿Somos todavía una nación?

Las naciones no son entes abstractos sino productos de la historia y, como tales, objeto de construcción o destrucción

Por Rafael Sánchez SausLeer columna

Chile: lecciones de septiembre del año 1973

  La actitud del Partido Socialista chileno hacia la democracia era en los 60 y 70 la misma que la del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Francisco Largo Caballero desde 1933: la democracia podía interesar como instrumento o puente hacia la dictadura del proletariado.  

Por Francisco J Contreras Leer columna

CUANDO LOS TRIBUNALES SON INDEPENDIENTES Y RESPONSABLES  

En Asturias, la Sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia en sentencia 620/2023, de 29 de mayo, dictada en el recurso PO 791/2022, ha estimado el recurso formulado por el Arzobispado de Oviedo impugnando el Decreto 60/2022, de 30 de agosto.

Por José Luis LafuenteLeer columna

Encuesta
¿Logrará la ciudadanía frenar la ley de amnistía?

a) no, el gobierno lo tiene todo "bien atado"
b) sí, la fuerza del pueblo es imparable

Dignidad Digital, S.L. E-mail: redaccion@dignidaddigital.com
logo