Sabado, 23 de noviembre de 2024
En un panorama políticamente decepcionante
LA EXPECTATIVA CASCOS
Como es bien sabido, el desencanto de los españoles ante la situación actual del país, ha inclinado notablemente la balanza de las intenciones de voto que muestran las encuestas hacia el Partido Popular. Aunque se trata de una tendencia coyuntural, es evidente que puede resultar decisiva frente a los próximos comicios autonómicos y locales y, a la postre, de cara a unas elecciones generales que, para muchos, se avecinan con adelanto.
Por otra parte, los habituales votantes del Partido Popular vienen asistiendo desde hace mucho tiempo (quizá desde siempre) a la ausencia de una propuesta nítida de modelo de sociedad por parte del partido de sus simpatías. Es bien cierto que sus planteamientos programáticos y de gestión suelen estar bien arropados en el área económica y de la lucha contra el terrorismo, pero adolecen gravemente en otras materias. Materias como aquellas sobre las que versan las reformas legislativas que, de manera rotunda, el gobierno socialista ha emprendido y materializado a lo largo de las dos últimas legislaturas. Reformas de gran calado programático que muestran con absoluta claridad la intención de implantar de manera progresiva y nada lenta un modelo de sociedad bastante definido. ¿Qué no estaba en su programa? Cierto. ¿Alguien lo esperaría?
El PP ha venido restando importancia a este conjunto de iniciativas legislativas, no viendo en ellas una intención unitaria, de proyecto, que sí ha intuido una parte nada desdeñable de sus votantes. Las respuestas tibias de los dirigentes del PP ante los hechos consumados apenas han tenido en los últimos tiempos alguna matización, como la imprecisa afirmación de Mariano Rajoy en el sentido de echar atrás la actual ley del aborto en el caso de que ellos ganasen las elecciones generales. Nada que ver con las reiteradas movilizaciones de cientos de miles de ciudadanos buscando, generalmente al margen de los partidos, fórmulas de protesta y de reivindicación de libertades y derechos que se creían ya indiscutibles, por encontrarse incardinados en las raíces mismas de la cultura europea, que es como decir en las raíces mismas de la civilización occidental y de la democracia.
A esta percepción de tibieza y de vaguedad ideológica y programática del PP, se suma en Asturias otra percepción. Una percepción de lo que, en su día, le costó a este partido el gobierno en Cantabria. La percepción de que el PP, en el Principado, vive más atento a los intereses personales y de tribu de la casta dominante que a los de Asturias. Posiblemente jamás España y Asturias necesitaron tanto del PP. Posiblemente el PP pocas veces estuvo tan lejos de ofrecer lo que España y Asturias necesitan. Y no por no poder ofrecerlo; sino por haber utilizado en estos últimos años unas miras torpes y una incapacidad sorprendente para incorporar las demandas de esa parte notable de sus votantes habituales y potenciales que se sienten ahora defraudados.
No está claro si el PP tiene, a estas alturas, margen para modificar el rumbo. Ni siquiera estoy seguro de que abriguen la menor intención de hacerlo; pienso que están convencidos de que llevan la dirección correcta: las nueces caerán solas, lo demás no importa. Y en estas estábamos cuando aterriza Francisco Álvarez Cascos en medio de la cacharrería regional.
Para algunos quizá pueda resultar difícil de entender –esta impresión la hemos visto transmitida en algunos medios de comunicación- que un señor que en la calle tiene fama de no ser particularmente cordial y afectuoso en el ejercicio del mando, de contar con una historia personal más o menos complicada y unas aficiones dicen que singulares en lo cinegético y en lo mercantil, que pisa poco Asturias… llegue, levante la mano para hablar y se convierta en el candidato virtual revelación de la ante-precampaña. ¿Qué posibilidades tiene de ganar o, al menos, de optar a suscribir acuerdos de gobierno en las próximas elecciones autonómicas? No lo podemos saber; pero tanto el PSOE como el PP van a llegar lo bastante tocados a los comicios como para prever cualquier cosa.
Estoy particularmente convencido de que tanto en Asturias como en España se necesita un partido político capaz de ofrecer un programa de gestión eficaz basado en un modelo de sociedad inspirado en principios sólidos, pero capaz también de gobernar un país de habitantes plurales en sus ideas y creencias; capaz, en suma, de ser un gobierno para todos, no sólo para los que traguen con un modelo ideológico impuesto. El PSOE ha mostrado ser incapaz de gobernar para todos; el PP ha mostrado ser incapaz de basar sus programas en un modelo de principios sólidos y universales. Además, unos y otros han evidenciado en Asturias un empobrecimiento en sus propuestas y en su identidad. Quien aspire a alcanzar el gobierno del Principado –y de España- y a perseverar en él, deberá contar con una propuesta mucho mejor cimentada que las que se nos ofrecen actualmente. En el caso de Asturias, está por ver si el partido por el que se presentará Cascos será capaz de ofrecer a sus potenciales votantes lo que otras opciones no han hecho.
Comentarios
Por M.dB 2011-05-06 23:47:00
Jesús,... más alto seguro, más claro imposible. Estoy de acuerdo contigo, .... lo que no tengo tan claro es que el desenlace se asemeje al acontecido en Cantabria. Me huele más a reanudación de premisas aplazadas.
Por Nuria Martínez-Viademont 2011-02-19 13:55:00
De lo que no hay duda, es de que activos, son, sólo basta mirar las entradas "pro-si" de la encuesta de este diario. El problema de lo sucedido aquel lunes creo que fue fruto de la confusión de los invitados (que no supieron asumir su papel) y de la ausencia de respuestas a las preguntas realizadas, que estoy segura, no es que no quisieran contestar sino que no sabían cómo hacerlo. Quizás los que enviaron a estas personas al foso del circo pensando que trataban con corderitos que iban a gritar al unísono "Cascos for President", uniéndose así a sus filas sin cuestionar absolutamente nada, se equivocaron en sus cálculos. Ese fue el gran error que dio lugar a un nuevo "pecado", el de la prepotencia. Sigo pensando que a dicho partido, se han unido muchas personas con ilusión de contribuir desinteresadamente a cambiar las cosas en nuestra provincia y en nuestro país, y aunque deseo y espero que lo consigan, dudo mucho que esas ilusiones puedan ser correctamente canalizadas. Porque el problema del partido no son sus soldados que para mi, merecen todo el respeto, son sus mandos. Esos mandos, los lanzaron a la batalla de reclutamiento sin dotarlos siquiera de las armas básicas que permitieran al reclutado, formarse una opinión que pudiera concluir en sellar un pacto de compromiso con esas fuerzas. Y es que los mandos son iguales que aquellos otros mandos que combaten porque en definitiva, la cúpula dirigente, muchos sabemos quienes la van a conformar, y además, sospechamos que no existirá escrúpulo alguno en incluir en sus filas a los expulsados ya citados, todo dependiendo de los pactos que existan respecto a los votos. Un partido que quiera regeneración no pacta así, se lanza a la batalla armado con sus ilusiones, esperanzas y ganas de trabajar, lo otro, es mercadeo. Los soldados se equivocan al no cuestionar las órdenes del mando y evaluar cada crítica que se le hace como algo personal, pues éso, aunque conveniente para los mandos porque es útil para la causa, pero los mandos también se equivocan al pensar que son "la pera limonera" y "la créme de la créme" de la sociedad asturiana y que por su cara bonita, los demás, vamos a seguirlos como el burro a la zanahoria. El pinchazo, señores míos, los desprecios a los pobres mortales, no duden que pasarán factura en las urnas. Nadie es tan importante, no lo olviden.
Por Pedir peras al olmo 2011-02-18 11:35:00
Lo deseable y bueno seria sin entrar en personajes ni detalles solo en un esbozo muy general y abreviado, que la derecha conservase las cosas buenas que tiene como la unidad de España, arreglar el desguisado tanto económico como laboral y en la medida que lo permitiera la economia dar una buena calidad de vida a los españoles y asi podríamos seguir un rato mas.Y de lo que se deberia de librar es de la estigma de sumisión a lo catolico y religioso o cualquier otra religion asi como de su sostenimiento, castigo y persecución de la corrupción en general y una revesion muy honda en el mundo y privilegios de politicos y partidos. También en la rigor y separacion de poderes del Estado y entonces empezaríamos a ver la boca del túnel. Resumiendo Una España Unida Laica Democrática y de Progreso. Lo demas serian lodos a limpiar. Esa es la España que muchos de derechas deseamos.
Por José María 2011-02-18 10:42:00
Buen artículo Jesús, tanto el tuyo como el de Francisco. No voy a hablar de aquello de ratio fidei ilustrata; sino comentar que volvemos a Asturias y sus fantasmas. Ahora bien, los fantasmas pueden ser aniquilados, si los asturianos nos ponemos en marcha hacia las grandes claridades
Por José María 2011-02-18 10:42:00
Buen artículo Jesús, tanto el tuyo como el de Francisco. No voy a hablar de aquello de ratio fidei ilustrata; sino comentar que volvemos a Asturias y sus fantasmas. Ahora bien, los fantasmas pueden ser aniquilados, si los asturianos nos ponemos en marcha hacia las grandes claridades
Por Hermoginiano 2011-02-17 21:21:00
Recuerdo, como caminante, que el PP con Mayoria Absoluta no eliminó la ley del aborto socialista, ni tampoco, todo lo contrario, minimizó el dislate de las autonomias, al contrario les amplió la capacidad "normativa" con respecto a los gobiernos de Felipe González. Personalmente no confio en la regeneración que supone el Sr. Álvarez Cascos y muchas personas que lo acompañan, en muchos casos, como estoy comprobando estos días, violentas como se demuestra en los enlaces a una noticia de este periodico e ignorantes y maleducadas como me comentaron varios compañeros que asitieron a una reunión el lunes próximo pasado. El Sr. Cascos, con sus méritos que los tiene, presenta muchas zonas oscuras y muchas limitaciones que son notorias, entre ellas las de tener una autoridad, para iniciar un movimiento político de solidos principios morales, económicos, sociales y políticos, todo lo más llegaria a un voluntarismo pragmatico, violuntarismo pragmatico que empeoraria la situación existente. aquí en Asturias, hay personas preparadisimas que nunca vendieron su integridad moral, ni su libertad por defender unos principios y unos valores que el SR. Cascos ignoró durante su pertenencia al PP, él y su equipo. Si se equivocaron, moral e intelectualmente tienen que reconocer de forma pública su error o su dolor de contricción y proposito de enmienda. Si lo hacen bienvenidos se necesitan soldados, si no lo hacen entrar en el peor delito de un político y de un hombre: en el de la soberbia y la peor soberbia es la de los ignorantes, que poseidos de una verdad relativizada, juzgan, calumnian y critican a quienes no les llegan a .....
Por Caminante 2011-02-17 20:50:00
Se verá en el largo recorrido, pero los principios no parecen moralmente acepables, recordemos que Cascos fue vicepresidente de un gobierno con mayoria absoluta, gobierno que se limitó solamente a gestionar, vulnerando su programa electoral. Veremos dijo un ciego y ....
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