El comité de 18 miembros ha manifestado su preocupación por el hecho de que algunos de los cientos de gitanos que han sido enviados a Rumanía en las últimas semanas, en el marco de lo que Francia denomina un programa de repatriaciones voluntarias, no han sido bien informados de sus derechos ni han accedido libremente.

   Estos expertos independientes también han instado al gobierno de Nicolas Sarkozy a combatir lo que consideran un aumento preocupante del racismo y la xenofobia en los discursos de algunos políticos.

   "El Comité está preocupado por el incremento de los incidentes de violencia y la violencia de naturaleza racista contra los gitanos en el territorio del Estado Miembro (Francia)", señala un comunicado.  

  Bajo el programa de retorno francés, los gitanos que quieran abandonar el país reciben 300 euros y 100 euros adicionales para cada uno de sus hijos. En lo que va de año, Francia ha expulsado a 8.000 gitanos, los últimos 300 salieron el jueves en vuelos desde París y Lyon.

   No obstante, el CERD ha dicho que ha recibido información que apunta a que en las últimas semanas los gitanos han sido objeto de expulsiones colectivas hacia sus países de origen "sin el consentimiento libre, completo e informado de todos los individuos afectados".   

Los expertos no han pedido a Francia que frene las expulsiones, pero sí que intente "evitar las repatriaciones colectivas y busque soluciones duraderas para solucionar las cuestiones relacionadas con los gitanos sobre la base del absoluto respeto a sus Derechos Humanos".

   En particular, instaron a Francia a que garantice a los gitanos acceso a la educación, a la atención sanitaria y a la vivienda, así como a otras instalaciones temporales en línea con el principio de igualdad.   

Asimismo, instaron al Gobierno francés a mostrar una mayor comprensión y tolerancia hacia las minorías raciales y étnicas que, a su juicio, son víctimas de los estereotipos y la discriminación.   

En ese sentido, señalaron que Francia debe "intensificar sus esfuerzos utilizando todos los medios, especialmente condenando los discursos racistas y xenófobos de los políticos y tomando las medidas adecuadas para combatir la proliferación de los actos y manifestaciones en internet de carácter racista".

   El CERD ha publicado sus conclusiones tras examinar el cumplimiento por parte de Francia de todos los tratados internacionales que prohíben la discriminación por raza, color, descendencia y origen nacional y étnico, que contraviene los derechos políticos, económicos y sociales.   

La delegación francesa asegura que el Gobierno galo está combatiendo la discriminación racial mediante su "arsenal legal y una política de integración decidida".  

  "Creemos que para combatir la discriminación contra los gitanos es indispensable abordar las causas del problema, es decir, el fracaso a la hora de integrar a esas comunidades en sus países de origen", dijo el delegado francés Jacques Pellet ante el comité el pasado 10 de agosto.

   El CERD ha encargado a Francia que dentro de un año le presente un informe sobre los progresos en la aplicación de dichas recomendaciones.