Viernes, 29 de noviembre de 2024
Cifra entre 2 o 3 millones los trabajadores afectados por a obligatoriedad de cotizar por retribuciones en especie
La Seguridad Social calcula que las nuevas cotizaciones solo supondrán 1,09 euros menos en la nómina
El secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, ha calculado que la obligatoriedad de cotizar por retribuciones en especie que hasta ahora estaban exentas en todo o en parte reducirá 1,09 euros al mes la nómina de los trabajadores afectados, que cuantificó entre dos o tres millones.
"El efecto de estas medidas sobre las bases de cotización de un trabajador normal podría ser de 6 euros en la base, lo cual significa aproximadamente 1,09 euros en su nómina", ha explicado Burgos en una entrevista concedida a Europa Press.
El secretario de Estado ha afirmado que "lo que tiene que entender un trabajador es que ese euro va a ser devuelto con creces si pasa a ser un euro de cotización por el sistema de protección social". Por ello, ha considerado que "la mejor inversión" que puede hacer un trabajador es mejorar su cotización.
"Si hay algo claramente demostrado es que el retorno que da el sistema de Seguridad Social a cada uno de los trabajadores que cotiza es, en algunos casos, muy superior a la cotización que ha efectuado", indicó.
Burgos manifestó que "aunque el efecto es muy pequeño" en cada uno de los trabajadores afectados, la suma de esas cantidades hace "un importante efecto" para mejorar el sistema de Seguridad Social en su conjunto. "Es lo que tenemos que valorar", dijo.
La obligación de incluir en la base de cotización a la Seguridad Social ciertas retribuciones en especie reportará al sistema unos ingresos adicionales de unos 900 millones de euros anuales, según la memoria normativa del Real Decreto de medidas para favorecer la contratación estable y mejorar la empleabilidad de los trabajadores, en los que se incluye esta iniciativa.
Burgos justificó la medida, aprobada en el Consejo de Ministros del pasado 20 de diciembre, por la necesidad de tomar decisiones que garanticen y fortalezcan el sistema de Seguridad Social, y aseguren su equidad y contributividad.
Según explicó, el Gobierno decidió tomar esta iniciativa ante la constatación de que "gran parte de las retribuciones de los trabajadores estaban derivando hacia conceptos excluidos de la cotización", lo que estaba generando "un perjuicio evidente" para los trabajadores en la medida en que conceptos excluidos de su salario suponen bases de cotización más bajas y por tanto derechos sociales también más bajos.
El secretario de Estado estimó que unos dos o tres millones de trabajadores pueden verse afectados por estas medidas, la inmensa mayoría de ellos personas con salarios bajos o medios.
Burgos reconoció que este tipo de complementos pudo tener sentido en el pasado porque reforzaban las prestaciones de los trabajadores, pero advirtió que en los últimos años habían ido creciendo hasta hacer que "en estos momentos un importante porcentaje de las retribuciones se trasladaran a este tipo de conceptos".
El secretario de Estado consideró que "ninguna empresa va a reducir empleo porque tenga que aportar 4, 5 o 10 euros más al mes por un trabajador", y apostó por que las empresas generen este tipo de pluses como complementos del salario y no como sustitutivos del salario.
Además abogó por profundizar en el desarrollo de la retribución flexible en las empresas en el marco de la negociación colectiva. "Hay un amplio abanico de posibilidades para que las empresas adopten estos mecanismos de retribución flexible pero no a costa de deteriorar los recursos del sistema de Seguridad Social", declaró.
Burgos calificó de "muy llamativo" que algunos defiendan que las stock options o el pago a los trabajadores con acciones no computaran a efectos de la Seguridad Social, y consideró que otras prácticas como los tickets restaurantes "claramente han sobrepasado los objetivos iniciales para los que estaban concebidos".
Preguntado por las críticas de los agentes sociales a los cambios aprobados por el Gobierno, Burgos consideró "llamativo" que la negociación colectiva "haya estado amparando prácticas que lesionaban los derechos de los trabajadores porque mermaban la parte de su salario que sería objeto de cotización y mermaban por tanto sus bases de cotización y sus derechos futuros".
Sobre la falta de diálogo previo con sindicatos y empresarios, recordó que era un debate que "ha estado siempre en el Pacto de Toledo" en el sentido de adoptar medidas para que los ciudadanos vean como su cotización es reflejo estrictamente de los salarios que tienen. "No es un tema nuevo. El Gobierno ha asumido su responsabilidad y ha tomado decisiones para reconducir esta situación y reforzar los pilares del sistema".
Al respecto ha criticado que "a muchos se les llena la boca al hablar" de las medidas necesarias para fortalecer el sistema de Seguridad Social" pero que ningún Gobierno tomó. "A la hora de la verdad estas brechas por donde se iban gran parte de los recursos que tanto necesita el sistema no habían sido corregidas", subrayó.
"Queremos un sistema en el que cotice todo el mundo, en el que todo el mundo sea tratado de la misma manera, y todo el mundo contribuya en la medida de sus retribuciones a defender una protección más justa y eficaz para todos", concluyó.
Columnistas
La subida global de temperaturas y la conveniencia de ir sustituyendo las fuentes de energía tradicionales (gas, petróleo y carbón) por otras más sostenibles es un tema de permanente actualidad tanto en los medios de comunicación como en la política. Frente a la versión aplastantemente mayoritaria del problema y sus soluciones, el ciudadano atento y bien informando acaba descubriendo algunos problemas a los que no se les presta demasiada atención. En este artículo se presentarán algunos de ellos
Por Francisco Javier Garcia AlonsoLeer columna
La propuesta que más influyó para atraer el voto de muchos europeos hacia las nuevas derechas es el rechazo a las políticas que facilitan la inmigración incontrolada, pues están convencidos de que aumenta la delincuencia y favorece la islamización de Europa
Por Angel Jiménez LacaveLeer columna
La alternativa a la "justicia social" no es un escenario de pobres muriéndose en las aceras por falta de recursos para pagarse un hospital. La alternativa sería una sociedad en la que, con una presión fiscal que fuese muy inferior a la actual, la gran mayoría de la gente se las arreglase muy bien por sí misma, sin depender de papá Estado. Publicado en el centro Covarrubias
Por Francisco J Contreras Leer columna
Este hombre de 82 años ha hecho más daño al sanchismo en dos meses que Feijóo y sus diputados en esta legislatura
Por Rafael Sánchez SausLeer columna
En su libro “Agenda 2033, nueva y eterna”, Eduardo Granados presenta una propuesta para que pongamos nuestra mirada en 2033, fecha en la que se cumplen dos mil años de la Redención. En 2033 confluyen las celebraciones del bimilenario de la institución de la Eucaristía, de la muerte y resurrección de Cristo y del nacimiento de la Iglesia. En esta entrevista el autor nos da las claves de esta original propuesta.
Por Teodoreto de Samos Leer columna
Detrás de tanta normativa milimétrica se agazapa una desconfianza descomunal en la gestión privada, que actúa como un implícito reproche moral. Publicado en El Debate
Por Enrique García MáiquezLeer columna
Occidente no perdió el rumbo en 1776, sino en 1917 y 1968.
Por Francisco J Contreras Leer columna
Sólo el advenimiento de los Reyes Católicos, y el resultado de su prodigiosa obra, pudo superar, andando el tiempo, esa primacía en la memoria de los castellanos. Pero para ello hubieron de pasar casi doscientos cincuenta años Publicado en El Debate
Por Rafael Sánchez SausLeer columna
Cabe resaltar aquí lo afirmado por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional: "En definitiva, da igual el explosivo que se utilizara, lo cierto es que todas las pruebas apuntan a que estos personajes fueron los que cometieron ese atentado y la trama asturiana proporcionó los explosivos" (sic).
Por Ana María Velasco Plaza Leer columna
El papel rector de la Comisión Europea —que concentra todo el poder ejecutivo y gran parte del legislativo de la UE, pero no responde ni ante los Gobiernos nacionales, ni ante los ciudadanos europeos ni ante el Parlamento Europeo— es el principal instrumento de ese proceso de supranacionalización Publicado previamente en LA GACETA
Por Francisco J Contreras Leer columna