La patronal de fabricantes de hormigón Anefhop está dispuesta a llevar a los tribunales a las constructoras que no cumplan con los plazos de pago a proveedores que establece la nueva la Ley de Morosidad, tal como recientemente hizo la patronal de productores de áridos.  

El sector constata una progresiva reducción en los periodos de cobro tras la entrada en vigor de la nueva legislación, desde la media de 180 días que se registraba antes del nuevo texto hacia el máximo de 120 que se fija en la actual normativa.  

No obstante, asegura que sus empresas actualmente soportan una deuda por cantidades pendientes de pago de unos 700 millones de euros, dado que aún siguen vigentes contratos que se firmaron con anterioridad a la nueva ley.  

"Haremos todo lo posible para que se cumpla la ley, si a nosotros se nos presenta un caso similar (al de la patronal de áridos) o un asociado pide amparo, actuaremos en consecuencia", indicó el director general de Anefhop, Javier Martínez de Eulate, sobre la posibilidad de acudir a los tribunales para exigir el cumplimiento de los nuevos plazos de pago.  

No obstante, el director de Anefhop y su presidente, José Uriol, coincidieron en constatar que "se está dando una tendencia positiva de cumplimiento de la ley". "Aunque por la crisis alguna empresa es aún reticente, hay empresas grandes, medianas y pequeñas que cumplen, entre ellas las de Seopan", garantizó el presidente de Anefhop.  

La patronal fija el cumplimiento de los plazos de pago como una de las medias para que el sector frente su caída y vuelva a crecer, después de que 2010 supusiera encadenar cuatro años de caída.  

En 2010 las empresas asociadas a la patronal (el 80% del mercado) produjeron 31,19 millones de metros cúbicos de hormigón, con lo que desde el inicio de la crisis la producción de este material de construcción se ha desplomado un 60%, regresando así a los niveles que se registraban a finales de los noventa. 

  Ello se ha traducido en la pérdida de 10.000 empleos desde 2007, el 61% de la plantilla total de 26.000 trabajadores con que contaba antes de que ese año estallara la crisis, y en el cierre de unas 150 plantas de producción y unas 25 empresas.   Esta industria ha experimentado así un "adelgazamiento" que le ha devuelto a los registros "precrisis", a 2006 en términos de números de empresas (495) y a 2007 en cuanto a las plantas de producción (1.642).

CARRETERAS DE HORMIGÓN.  

Además, el presidente de la patronal no descarta que la destrucción de empleos y empresas continúe este ejercicio, dado el descenso de licitación de obra pública y visados de viviendas registrados en los primeros meses del año. 

  Por ello, la patronal busca en la innovación la salida a esta coyuntura y aboga por el empleo del hormigón para el pavimento de carreteras, al defender que actualmente (dado el encarecimiento del crudo) es un elemento más barato que el asfalto. 

  Además, argumenta que las vías de hormigón tienen una vida útil más de dos veces mayor que las asfaltadas, con el consiguiente ahorro en mantenimiento, son más seguras y más eficientes en términos de emisiones de CO2.