Martes, 26 de noviembre de 2024
Un pueblo engañado por sus políticos
Los griegos paralizan Atenas durante la huelga contra los nuevos recortes del Gobierno
Los trabajadores griegos están llevando a cabo este jueves una huelga de 24 horas para protestar contra las nuevas medidas de austeridad anunciadas por el Gobierno heleno y que ha paralizado el sistema de transporte de la capital, Atenas.
Unos mil miembros del grupo comunista MAS marcharon hacia el Parlamento al grito de "resistencia" y "la plutocracia debería pagar esta crisis" en el marco de las primeras protestas en el país desde junio pasado, cuando las manifestaciones casi diarias terminaron en sangrientos disturbios con la Policía.
Otros 6.000 estudiantes, algunos de ellos con banderas negras y con máscaras antigás, y maestros se unieron a ellos en el exterior del Parlamento, donde se espera que los sindicalistas se les unan más tarde. En torno al edificio se ha desplegado un importante contingente de agentes antidisturbios.
Tanto los taxistas como los conductores de autobús, metro y cercanías han hecho huelga, por lo que los ciudadanos se han visto obligados a coger sus vehículos particulares, provocando atascos kilométricos y dejando a los turistas atrapados en los hoteles en el centro histórico de la capital.
"La situación es dramática, todas las calles principales están atascadas", ha señalado un responsable de la Policía de tráfico, que pidió no ser identificado. Por otra parte, los paros protagonizado por los controladores aéreos también han obligado a retrasar unos cien vuelos hasta cuatro horas mientras que decenas más han sido cancelados.
El Gobierno griego anunció ayer nuevas medidas para poder cumplir con los objetivos que le fijaron el FMI y la UE para concederle el paquete de rescate. Entre las nuevas medidas, además de rebajar las pensiones y de extender la subida del impuesto sobre inmuebles, el Ejecutivo anunció que pondrá en la "reserva" a 30.000 funcionarios este año, reduciendo su paga en un 60 por ciento y dándoles doce meses para encontrar un nuevo empleo o perder sus puestos.
"Esta es una política que no toleramos, no la queremos. Estamos en una continua, total y permanente oposición a la misma", ha señalado el presidente del sindicato GSEE, Yannis Panagopoulos, en declaraciones a NET TV.
Con la previsión de que la economía se contraiga al menos un 5 por ciento este año, después de desplomarse un 4,4 por ciento en 2010, y una tasa de paro del 16 por ciento en aumento, la mayoría de los griegos tienen pocas esperanzas de que las medidas ayuden al país a salir de la crisis.
"Estamos viviendo en el terror de perder nuestros empleos, nuestras vidas. Incluso si estas medidas son necesarias, no estamos siendo tratados como seres humanos", se lamenta Costas Andrianopoulos, de 32 años, que trabaja en el Teatro Nacional.
"Bajan nuestros salarios y nuestras pensiones y lo aceptamos, pero no creemos que nada más de todo esto sea bueno para el país. Nos sacrificaremos por nada, no podemos evitar el default, no tenemos ninguna esperanza", añade.
Columnistas
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