Así lo ha manifestado el teniente de navío G.M. que ha comparecido, en calidad de testigo protegido, junto a tres militares de la fragata Canarias que intervinieron en la detención de los presuntos piratas Cabdullahi Cabduwily, alias Abdu Willy, y Raageggesey Hassan Aji, que fueron capturados en un esquife tras abandonar supuestamente el atunero vaso Alakrana.

El barco permaneció retenido, con parte de la tripulación gallega, durante 47 días frente a las costas de Somalia tras ser secuestrado el 2 de octubre de 2009.

   El cabo primero J.F.P. ha puesto de relieve también la mala visibilidad de la "noche cerrada" en la que se produjeron las detenciones y ha añadido que ni los visores nocturnos permitían ver "en absoluto" a los tripulantes del esquife. El testigo ha indicado que los presuntos piratas hicieron de repente "un movimiento extraño" y que los militares realizaron entonces un doble disparo a la embarcación, que se encontraba a cinco metros de distancia.

   Cuando consiguieron retener el esquife, descubrieron que uno de sus ocupantes presentaba una herida, por lo que "rápidamente" se le evacuó a la fragata Canarias para que fuera atendido, según han explicado varios de los militares.

"ACTITUD CHULESCA" DE ABDU WILLY

  El teniente ha destacado que los presuntos piratas Cabdullahi Cabduwily, alias Abdu Willy, y Raageggesey Hassan Aji, mostraron una actitud "amenazadora" y llegaron a "levantar un arma" poco antes de producirse el asalto al esquife en el que navegaban.Tanto el teniente como el cabo primero han coincidido en que en el momento de la detención los arrestados mostraron, especialmente Abdu Willy, "una actitud chulesca, prepotente y arrogante".  

  El fiscal Jesús Alonso pide para Cabdullahi Cabduwily, alias Abdu Willy, y Raageggesey Hassan Aji, sendas penas de 220 años de cárcel por 36 delitos de detención ilegal --6 años por cada uno de los marineros-- y robo con violencia y uso de armas, que está tipificado con 4 años más. Las acusaciones particulares de cuatro marineros acusan además a los presuntos piratas de un delito de asociación ilícita.  

 El teniente de la Armada ha relatado que preparó, por encargo del comandante de la Canarias, el operativo de rescate del Alakrana y que, un día después del secuestro, el helicóptero de la fragata interceptó el esquife navegando hacia la costa. Sus ocupantes adoptaron primero una actitud "de sumisión" y pusieron los brazos en alto, pero, según ha dicho, después se escondieron bajo mantas, por lo que los militares lanzaron advertencias en inglés, francés y español.  

  "Al desconfiar de la actitud de los tripulantes, se ordenó hacer el asalto. Cuando nos acercamos a cinco o seis metros del objetivo, uno de los tripulantes del esquife con gesto amenazador, se levantó con un arma. Entonces, se efectuaron dos disparos de advertencia y el tripulante depuso su actitud y se agachó (...). En en momento de la custodia, no estaban agradecidos pero tampoco opusieron mucha resistencia", ha añadido.

LOS DETENIDOS NO TENÍAN ARTES DE PESCA  

  Según el teniente, la "historia recurrente" de los detenidos consistía en que ellos estaban pescando cuando fueron secuestrados por los piratas del Alakrana para efectuar el cautiverio y, cuando éste terminó, les dejaron en libertad. Sin embargo, el teniente ha explicado que en el esquife "no había artes de pesca" aunque sí se localizaron numerosos bidones de combustible, móviles y una navaja de Albacete.

   Ha señalado que posteriormente el esquife "se destruyó con las armas de la fragata Canarias", siguiendo las reglas de enfrentamiento de la operación Atalanta, y que Somalia es un Estado "fracasado" donde "los piratas sustituyen al poder del Estado, aunque también hay autoridades que son reconocidas en el extranjero".  

  Tras él, ha comparecido el cabo primero M.G. que ha secundado la versión del anterior testigo,  manteniendo que en el momento de la detención uno de los ocupantes se encontraba "bastante relajado e incluso sumiso" mientras que el otro, Abdu Willy, "daba golpes a los cacharros y hacía gestos como diciendo Estoy desesperado".    

  "Pensábamos que íbamos a liberar el Alakrana", ha indicado, antes de que el cabo R.B. ratificara que la "noche cerrada" impidió ver con claridad a los ocupantes del esquife antes del arresto. Cuatro de los militares que estaban citados a comparecer en la vista oral no han podido acudir a la Audiencia Nacional por razones profesionales.