Lunes, 25 de noviembre de 2024
La España de los okupas el legado de Zapatero
Okupas ajenos al Hotel Madrid toman el Teatro Albéniz de Madrid
Okupas ajenos a los que viven en el Hotel Madrid han tomado este jueves el Teatro Albéniz, según ha confirmado a Europa Press la portavoz de la Plataforma de Amigos del Teatro, Eva Aladro, que ha condenado esta acción.
Según ha explicado, los okupas del Albéniz son personas que hasta ahora vivían de forma ilegal en las plantas superiores de la calle Paz número 11, desde las que han entrado al teatro. "Ya sabíamos que lo habían hecho en alguna otra ocasión, pero ahora parece que quieren ser visibles y han colocado pancartas hacia el exterior", ha indicado.
En esas pancartas se puede leer Espacio liberado desde septiembre y Aquí viven familias desahuciadas y gente sin techo. De esta manera, estos okupas responden a las críticas formuladas esta misma semana por los Amigos del Albéniz, que acusaron a estas personas de taponar las salidas de aguas residuales, lo que está provocando inundaciones y desperfectos.
Además, en un comunicado fechado el 6 de noviembre pero dado a conocer hoy, los okupas del inmueble han señalado que para "salvaguardarlo" han bloqueado los accesos mediante la construcción de cierres de ladrillo, "de forma que sea imposible el acceso a las dependencias del mismo".
"En la voluntad común de conservar el teatro Albéniz, como Bien de Interés Cultural, los ocupantes del primer piso de la calle Paz número 11 actuarán como vigilantes, ante posibles intentos de entradas o expolio del mismo, en cuya función se coordinarán con los turnos de vigilancia del Hotel Madrid", han indicado.
No obstante, han señalado que la okupación se ha llevado a efecto "de forma independiente y sin participación alguna" de los residentes en el Hotel Madrid. De hecho, los okupas del propio hotel se han desvinculado de esta acción a través de su cuenta en una red social. Además, han recordado que los accesos que tiene el hotel hacia el teatro están protegidos desde su entrada, el 16 de octubre.
Por su parte, la Plataforma de Ayuda al Albéniz ha manifestado, en un nuevo comunicado que el Gobierno regional "es el principal responsable de proteger el teatro", por lo que le piden que "no haga demagogia" y lo declare ya Bien de Interés Cultural (BIC).
También ha responsabilizado de esta situación a las demás instituciones, puesto que "ya tienen información suficiente para intervenir y proteger ya este centro emblemático de la cultura". De hecho, Aladro ha recordado que ha emitido una carta a la Delegación del Gobierno, a la Consejería de Justicia e Interior y a Patrimonio de la Comunidad de Madrid para que se impliquen en dar una solución a la situación del Albéniz.
Por último, los Amigos del teatro han expresado su "inmensa preocupación" por el inmueble ante "una posible ocupación violenta o un desalojo violento por parte de fuerzas policiales, teniendo en cuenta que el Albéniz contiene un espacio cultural de gran valor, con elementos artísticos e históricos que pueden sufrir las consecuencias de dichas acciones violentas". "Queremos que se proteja ya el Albéniz ante tantos peligros de distinto signo que le amenazan", ha concluido.
Columnistas
La subida global de temperaturas y la conveniencia de ir sustituyendo las fuentes de energía tradicionales (gas, petróleo y carbón) por otras más sostenibles es un tema de permanente actualidad tanto en los medios de comunicación como en la política. Frente a la versión aplastantemente mayoritaria del problema y sus soluciones, el ciudadano atento y bien informando acaba descubriendo algunos problemas a los que no se les presta demasiada atención. En este artículo se presentarán algunos de ellos
Por Francisco Javier Garcia AlonsoLeer columna
La propuesta que más influyó para atraer el voto de muchos europeos hacia las nuevas derechas es el rechazo a las políticas que facilitan la inmigración incontrolada, pues están convencidos de que aumenta la delincuencia y favorece la islamización de Europa
Por Angel Jiménez LacaveLeer columna
La alternativa a la "justicia social" no es un escenario de pobres muriéndose en las aceras por falta de recursos para pagarse un hospital. La alternativa sería una sociedad en la que, con una presión fiscal que fuese muy inferior a la actual, la gran mayoría de la gente se las arreglase muy bien por sí misma, sin depender de papá Estado. Publicado en el centro Covarrubias
Por Francisco J Contreras Leer columna
Este hombre de 82 años ha hecho más daño al sanchismo en dos meses que Feijóo y sus diputados en esta legislatura
Por Rafael Sánchez SausLeer columna
En su libro “Agenda 2033, nueva y eterna”, Eduardo Granados presenta una propuesta para que pongamos nuestra mirada en 2033, fecha en la que se cumplen dos mil años de la Redención. En 2033 confluyen las celebraciones del bimilenario de la institución de la Eucaristía, de la muerte y resurrección de Cristo y del nacimiento de la Iglesia. En esta entrevista el autor nos da las claves de esta original propuesta.
Por Teodoreto de Samos Leer columna
Detrás de tanta normativa milimétrica se agazapa una desconfianza descomunal en la gestión privada, que actúa como un implícito reproche moral. Publicado en El Debate
Por Enrique García MáiquezLeer columna
Occidente no perdió el rumbo en 1776, sino en 1917 y 1968.
Por Francisco J Contreras Leer columna
Sólo el advenimiento de los Reyes Católicos, y el resultado de su prodigiosa obra, pudo superar, andando el tiempo, esa primacía en la memoria de los castellanos. Pero para ello hubieron de pasar casi doscientos cincuenta años Publicado en El Debate
Por Rafael Sánchez SausLeer columna
Cabe resaltar aquí lo afirmado por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional: "En definitiva, da igual el explosivo que se utilizara, lo cierto es que todas las pruebas apuntan a que estos personajes fueron los que cometieron ese atentado y la trama asturiana proporcionó los explosivos" (sic).
Por Ana María Velasco Plaza Leer columna
El papel rector de la Comisión Europea —que concentra todo el poder ejecutivo y gran parte del legislativo de la UE, pero no responde ni ante los Gobiernos nacionales, ni ante los ciudadanos europeos ni ante el Parlamento Europeo— es el principal instrumento de ese proceso de supranacionalización Publicado previamente en LA GACETA
Por Francisco J Contreras Leer columna