La idea de principio de una Renta Básica Universal (RBU) consiste en una cantidad de dinero que el Estado abone a todos y cada uno de los ciudadanos de un país por la sencilla razón de serlo y sin contraprestación alguna por parte de éstos (incondicionalidad). Si bien se han buscado antecedentes históricos de este concepto en la Grecia antigua (Arístides Lisimaco, Pericles), en la Utopía de Tomás Moro o los trabajos de Luis Vives sobre el bienestar social, el dividendo social de Paine, los socialistas utópicos Spence, Charlier, la introducción contemporánea de la RBU se produce  en 1984 con un trabajo del colectivo Charles Fourier formado por los investigadores de la Universidad Católica de Lovaina, Défeyt, Boulanger y Van Parijs, y a partir del cual se creó una asociación, la Red Europea de Renta Básica que trabaja en la expansión de la noción y llevanza a la práctica de la RBU.

Simplificando mucho, pues existen múltiples variantes teóricas, la RBU, según sus defensores, vendría a sustituirá todo tipo de ayudas estatales y sería compatible con el trabajo, de forma que supondría un nivel básico de ingresos para todos los ciudadanos, permitiéndoles escapar de la pobreza y exclusión, aumentando la capacidad de influencia de los grupos sociales más desfavorecidos (incluidas las mujeres)liberándoles de la vergüenza que según los teóricos de la idea, supone el tener que solicitar las ayudas o subsidios actuales, no generaría más gastos de gestión (por ser para todos) al tiempo que permitiría de una parte, mejorar la condición negociadora de los trabajadores en las relaciones laborales con los empresarios, y de otra contribuiría a impulsar nuevas iniciativas empresariales emprendedoras.

Ciertamente se trata de una atractiva idea que, como afirma un autor, Juan Torres López (La Renta básica: ¿Qué es, cuántos tipos hay, cómo se financia y qué efectos tiene?. Deusto) es una propuesta que hay que conocer, puesto que es parte del debate social y económico de hoy, y sobre todo, añado yo, ya que el programa de gobierno de Podemos, partido político que ostenta el poder "que no el gobierno"hoy en España incluye su establecimiento y de hecho se viene anunciando una introducción de una especie de RBU como paliativo o como excusa"puede escogerse el sustantivo según se piense cuál es la intención"de la crisis del COVID-19.

Parece que los globos-sonda que los ministros podemitas están lanzando a los medios (públicos, o sea, fundamentalmente "de ellos") apuntan a una renta básica para familias. En base a ello, salvo que renuncien a alguno de los presupuestos antecitados de la RBU, aprobándola para lo que se consideren familias necesitadas (con la cuestión de su definición y gestión) con lo que las ventajas derivadas del no incremento de gastos burocráticos de gestión y superación de la denominada "trampa de la pobreza" ( tener que escoger entre el ingreso percibido y un subsidio por desempleo o salario a tiempo parcial) desaparecerían, y aparecerían otros prácticos como la concurrencia con la existencia de rentas autonómicas de inserción, amén de la aplicación del principio aristotélico de justicia de tratar igual a los iguales y desigual a los desiguales. Hablando de llevanza a la práctica, analicemos el coste para su establecimiento.

Según datos del INE de 2019, España cuenta con 16.300.000 hogares (entre ellos, 5.378.000, parejas con hijos; 4.448.000 unipersonales y 1.732.000 monoparentales). Si a cada hogar se le abona algo más del 50% del smi de 2020 (950€), es decir,500€, el coste total mensual de la Renta ascendería a 8.144.500.000€ que, multiplicados por 12 meses, alcanzaría la cifra de 97.728.000.000€. Teniendo en cuenta que el presupuesto del Estado para 2019 que "Chiqui Montero" presentó recogía unos ingresos de 324.713.000.000 y unos gastos de 472.660.000.000, ¿De dónde sacar una tercera parte más de los ingresos para cubrir la Renta?. Cierto que habría que restar "partidas" correspondientes a gastos que dejarían de cubrirse, pero ¿Cuáles? ¿pensiones de viudedad de pensionistas o trabajadores? ¿complementos a mínimos de pensiones? ¿subsidios de desempleo? ¿pensiones de orfandad?...Puede ser entonces que el principal logro de la introducción de la Renta Básica sea el general empobrecimiento de todos y ésta termine siendo la "canasta básica" cubana o, en términos españoles de la posguerra civil, la cartilla de racionamiento.

No obstante, con ser importante el tema de la financiación, la principal cuestión que se suscita con lo que yo entiendo que se trata de un primer intento de establecimiento de una Renta Básica en España es el problema de ejercicio de libertad. Si la idea de la implantación de una RBU puede ser discutida en una sociedad democrática, libre y con información suficiente sobre el coste y las consecuencias que podrían derivarse de la misma, en un momento de crisis, social y económica como la que estamos viviendo hoy en España, con un gobierno dual socialista-comunista en el que la dirección política la lleva esta última rama, la libertad de información está coartada porque los medios de comunicación públicos están dirigidos por comisarios políticos y los privados, con honrosas excepciones, comprados por el poder, estamos corriendo un riesgo muy grave de que lo que realmente se pretenda imponer es una dictadura comunista en la que "papá estado" proporcione unos ingresos de subsistencia a cambio de votar al partido "que nos da de comer"(con nuestros ingresos, por cierto), nos facilite la vida con los programas de televisión dirigidos a formar las mentes en "supervivientes, grandes hermanos" tremendamente educativos y lucrativos para los socios del "politburó", además de emisiones de "aló, presidente" a la hora del "parte" diario. Todo ello para evitar que "los fascistas, la derechona, la casta…" puede llegar al poder y arrebatar a los buenos de los españoles el "maná comunista".

Atención, pues a lo que nos puede venir: la Renta Básica puede ser el primer paso hacia una feliz "República Democrática".