Sabado, 23 de noviembre de 2024
liberal perfeccionista
Ellos sí creen
Recuerdo haberle oído hace veinte años a Jon Juaristi que el PNV no deseaba verdaderamente la independencia, sino la eterna aproximación a ella, que le permite justificar su existencia como movimiento irredentista y obtener prebendas presupuestarias y competenciales sin fin de un Estado siempre obsequioso (algo parecido a lo que dijo Eduard Bernstein en 1899 sobre la lucha por el socialismo: "la meta no es nada, el camino lo es todo").
Durante mucho tiempo pensé lo mismo del nacionalismo catalán: apostar en serio por la independencia sería matar la gallina de los huevos de oro. Y esa ha sido siempre también la premisa que subyacía a la actitud de los sucesivos gobiernos de Madrid: se puede aplacar al nacionalismo con dinero, con nuevas transferencias competenciales, o permitiendo que humillen un poco más a los hispano-hablantes de Cataluña, adoctrinen más tóxicamente a los niños o abran la enésima televisión o "embajada".
Siempre quedaba algo de botín para comprar un poco más de tiempo, fuesen tesoros artísticos de Sijena retenidos arbitrariamente por el Museo de Lérida, documentos del Archivo de Salamanca entregados a la Generalitat, corrupción a lo 3% consentida, sentencias del Tribunal Supremo inaplicadas, banderas nacionales quemadas o el himno español impunemente abucheado en las finales de la Copa del Rey. PP-PSOE de un lado y nacionalistas catalanes del otro estaban tácitamente de acuerdo en que la solución consistía en el infinito estiramiento de la reivindicación de los unos y de las concesiones de los otros.
Esa relación basada en el chantaje y la claudicación permanentes hubiese podido terminar si España hubiese puesto pie en pared alguna vez, anunciando que no claudicaría más. En cuarenta años de democracia, nunca llegó ese momento de dignidad (si exceptuamos, en el caso vasco, la ilegalización de Batasuna en la etapa Aznar).
Sorprendentemente, la cuerda se ha roto por el otro lado. Resultó al final que los nacionalistas deseaban la independencia de verdad. Incluso en esta etapa terminal, los cálculos del gobierno español han respondido hasta hace dos días a la antigua lógica victimismo-concesión: "Van de farol; todo es gesticulación para después arrancar un nuevo acuerdo de financiación, o maniobras de ERC para desplazar a CiU como partido nacionalista hegemónico".
Piensa el ladrón que todos son de su condición: incapaz de ningún ideal más alto que el tejemaneje y el regate político en corto, Rajoy no puede concebir que alguien piense y actúe en términos de Historia con mayúsculas. Es preciso reconocer que los nacionalistas catalanes están demostrando una audacia y una ambición de las que carecen los partidos nacionales.
Lástima que toda esa gallardía se haya entregado a un proyecto erróneo: la voladura de una Constitución democrática absolutamente respetuosa de la pluralidad regional, el despiece de uno de los países más antiguos de Europa y la creación de un microestado etnicista basado en una ideología narcisista y aldeana (el verdadero resorte del nacionalismo catalán ha sido siempre un infundado complejo de superioridad respecto a los demás españoles).
Puigdemont, Mas y Junqueras han pensado en grande y apostado fuerte? para el mal. ¿Será capaz la clase política española de hacer lo mismo para bien? Pensar en grande significaría entender que cuarenta años de constantes concesiones para que "los nacionalistas se sientan cómodos" sólo han servido para que se convenza a dos generaciones de jóvenes catalanes de que España es el enemigo, llevándonos a la locura actual.
Columnistas
La subida global de temperaturas y la conveniencia de ir sustituyendo las fuentes de energía tradicionales (gas, petróleo y carbón) por otras más sostenibles es un tema de permanente actualidad tanto en los medios de comunicación como en la política. Frente a la versión aplastantemente mayoritaria del problema y sus soluciones, el ciudadano atento y bien informando acaba descubriendo algunos problemas a los que no se les presta demasiada atención. En este artículo se presentarán algunos de ellos
Por Francisco Javier Garcia AlonsoLeer columna
La propuesta que más influyó para atraer el voto de muchos europeos hacia las nuevas derechas es el rechazo a las políticas que facilitan la inmigración incontrolada, pues están convencidos de que aumenta la delincuencia y favorece la islamización de Europa
Por Angel Jiménez LacaveLeer columna
La alternativa a la "justicia social" no es un escenario de pobres muriéndose en las aceras por falta de recursos para pagarse un hospital. La alternativa sería una sociedad en la que, con una presión fiscal que fuese muy inferior a la actual, la gran mayoría de la gente se las arreglase muy bien por sí misma, sin depender de papá Estado. Publicado en el centro Covarrubias
Por Francisco J Contreras Leer columna
Este hombre de 82 años ha hecho más daño al sanchismo en dos meses que Feijóo y sus diputados en esta legislatura
Por Rafael Sánchez SausLeer columna
En su libro “Agenda 2033, nueva y eterna”, Eduardo Granados presenta una propuesta para que pongamos nuestra mirada en 2033, fecha en la que se cumplen dos mil años de la Redención. En 2033 confluyen las celebraciones del bimilenario de la institución de la Eucaristía, de la muerte y resurrección de Cristo y del nacimiento de la Iglesia. En esta entrevista el autor nos da las claves de esta original propuesta.
Por Teodoreto de Samos Leer columna
Detrás de tanta normativa milimétrica se agazapa una desconfianza descomunal en la gestión privada, que actúa como un implícito reproche moral. Publicado en El Debate
Por Enrique García MáiquezLeer columna
Occidente no perdió el rumbo en 1776, sino en 1917 y 1968.
Por Francisco J Contreras Leer columna
Sólo el advenimiento de los Reyes Católicos, y el resultado de su prodigiosa obra, pudo superar, andando el tiempo, esa primacía en la memoria de los castellanos. Pero para ello hubieron de pasar casi doscientos cincuenta años Publicado en El Debate
Por Rafael Sánchez SausLeer columna
Cabe resaltar aquí lo afirmado por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional: "En definitiva, da igual el explosivo que se utilizara, lo cierto es que todas las pruebas apuntan a que estos personajes fueron los que cometieron ese atentado y la trama asturiana proporcionó los explosivos" (sic).
Por Ana María Velasco Plaza Leer columna
El papel rector de la Comisión Europea —que concentra todo el poder ejecutivo y gran parte del legislativo de la UE, pero no responde ni ante los Gobiernos nacionales, ni ante los ciudadanos europeos ni ante el Parlamento Europeo— es el principal instrumento de ese proceso de supranacionalización Publicado previamente en LA GACETA
Por Francisco J Contreras Leer columna