Sabado, 23 de noviembre de 2024
turquia el verdadero problema
LA OTAN TIENE UN PROBLEMA
Es curioso que la elección del presidente Trump haya producido una honda preocupación en Europa pensando en los problemas que pudiera entrañar para la defensa, la manifestación del presidente de EEUU, diciendo que sus aliados tenían que aumentar sus presupuestos de defensa ya que su país no podía hacerse cargo él solo prácticamente de la defensa de todo el mundo occidental y sus afines.
Al fin y al cabo, Trump sólo pedía un mayor esfuerzo económico a sus aliados pero nunca dijo que los fuera a abandonar o que persiguiese la disolución del Tratado del Atlántico Norte.
Sin embargo nadie se cuestiona la presencia de Turquía en la OTAN, nadie parece querer darse cuenta de que aquella Turquía constituida por Ataturk, próxima al mundo Occidental, perseguidora de una modernización, que servía de puente con el mundo islámico porque dentro de éste suponía una variante civilizadora y moderadora del germen extremista que el Islam contiene en su raíz.
Erdogan se está deslizando, cada vez con más celeridad, hacía un islamismo radical, lo cual queda más claro después del autogolpe llevado a cabo para poder justificar la purga de todos aquellos que no estaban en sintonía con estos postulados.
Porque llegados a este punto, hay que preguntarse sin ambages qué tiene que hacer la OTAN con Turquía. Cómo va a ser posible tener de aliado a un país que no sólo va a tener unas esencias y defender unos criterios totalmente opuestos al resto sino que además considera que los de sus actuales socios deben ser destruidos.
Y además un país con un potente ejército y una población que debe rondar los cien millones de habitantes, aunque a ciencia cierta, no se sabe muy bien los que tiene porque parecen esconder ese dato.
Esto sí que es un problema muy grave, al que habrá que poner solución sin buenismos y con la contundencia que sea necesaria, y no la llegada de Trump, que por otra parte y en contra de lo que algunos dicen no parece tener una visión tan equivocada de la geoestrategia universal del momento presente y, ya que si bien la OTAN nació para defenderse del peligro soviético, en la actualidad, aunque Putin, tiene el origen que todos sabemos y desde luego no es un santo, sí parece tener unos planteamientos políticos distintos y por lo tanto un acercamiento entre los antiguos dos bloques de la guerra fría, podría ser incuso necesario ante el peligro que supone la China y su novedoso afán de controlar el mundo y el que pueda suponer el mundo islámico una vez que alguien se haga con el control en el mismo, superadas las tensiones entre suníes (Arabia Saudí) y los chiís (Irán) Si esta tensión se soluciona y además no nos olvidemos de Pakistán, el peligro que puede representar es aún mucho mayor que el actual, teniendo en cuenta además que otros países que ahora no parecen involucrados en estas pretensiones como es Indonesia, ignoramos completamente cual puede ser su reacción en el futuro.
Y eso que todos consideramos que la India no se alinearía con ellos, lo cual sería fundamental pero, aunque parece probable dadas sus pésimas relaciones con el Pakistán y que los musulmanes son minoritarios, es un país muy complejo y lo que pueda pasar es de difícil pronóstico.
Columnistas
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