Me pregunta si esto se podría arreglar con un acuerdo de partidos, que nombrasen un general presidente del Gobierno con poderes absolutos, que nos pusiese a marcar el paso a todos.

Le dije que me parecía imposible, pues los partidos en ningún caso se podían poner de acuerdo en el tema y si se ponían, el general, seguro, sería de los suyos, como casi todos los mandos supremos que hemos tenido desde don Narcis, no arreglaría nada o lo empeoraría, solo basta con atenernos a los hechos.

Los tiempos no cambian, los políticos siempre son los mismos, con general o sin general.

Veamos:

Isabel II. La corrupción política es inmensa.

Primera República.- El guapo don Amadeo I se aburre de nosotros y se va a la dulce Italia sin avisar a nadie.

Las Cortes elegidas democráticamente, con una absoluta mayoría monárquica, se enteran, se lo debió decir uno que pasaba por allí. Se constituyen en Asamblea Nacional y proclaman solemnemente la República Española: con 258 votos a favor y 32 en contra.

Hay elecciones y siguen  los mismos diputados (+-)

Dura la republica un embarazo (+-), la corrupción aumenta, pasa el tiempo y viene Alfonso XII, curiosamente cuando hay nuevas Cortes, más de la mitad de los diputados repiten.

Sube Alfonso XIIl (Restauración). Siguen los mismos, la corrupción y el nepotismo aumenta, en las Cortes (1918) de un total de 332 diputados, 110 eran familia entre si.

A estos hay que añadir los familiares que, estratégicamente colocados en toda la piel de toro, vivían chupando la sangre a los españoles, aproximadamente un cuarto de los empleados del Estado, se contaba, y era verdad, que hasta señores ya talluditos cobraban todos los meses su paga de comadrona.

Llega la Segunda República hay meneo, no demasiado pero sí en la cumbre, en las Cortes, pero al poco tiempo peor que en la Restauración y más parecido a nuestro tiempo.

La corrupción se multiplicó,  14-7-31. Apertura de las Cortes, se acordó una asignación mensual para los diputados de 1.000 pts (en Monarquía 700, un 43% de subida en menos de medio mes). El resto de los españoles siguieron cobrando lo mismo, muy pronto menos. Como ahora.

Los partidos gubernamentales reparten sinecuras a mansalva entre sus conmilitones. El pueblo soberano lo llamó “enchufismo”. Circularon listas enormes de enchufados. El 5-10-31 (a los 3 meses de la venida de la República), Joaquín del Moral abogado, periodista, publicista y destacado luchador por la República en los tiempos malos, malos para los republicanos no para Azaña, verbigracia, jefe de negociado en el ministerio de Justicia, dio una conferencia con una inmensa lista de enchufados que luego se publicó en un folleto de gran difusión. Los diputados, además de su paga, cobraban por otras bicocas: socialistas, 6.200 pts al mes cada uno, Acción Republicana (Azaña) 9.943 cada uno, los de Esquerra Catalana, 11.609 etc. J. del Moral, Oligarquía y enchufismo, prólogo de E. Barriobero Herran, (fusilado en el 39 por los nacionales, Republicano independiente, uno de los jabalíes de las Cortes), 1933 (ya no gobernaba Azaña, y no pudo aplicarle la terrible ley de Defensa de la República), p.61. La campaña sobre este asunto fue muy violenta, en Arjona hubo hasta tiros con heridos.

El presupuesto de Gobernación se incrementaba un 100%. Los fondos reservados se elevaban un 454,5%. Cuando llegaron reconocía, el ministro de Hacienda (Carner), había 58 coches oficiales en Madrid y ahora eran 741. Diario de sesiones. Se aumentan los impuestos, en muchos casos hasta el 25%. Se presenta el primer presupuesto de la República por valor de 4.461.000.000pts. el último de la Monarquía 3.681.000.000. Aumentaron 7 millones para los cuerpos legisladores (ELLOS), 33 para deuda pública. Y dicen que la historia no se repite, ¡más qué el ajo! Suma y sigue.

Curiosamente don Manuel subió constantemente, durante sus gobiernos, el presupuesto para Guerra. Último de la Dictadura: 542.000.000 pts.

1933, Azaña: Guerra: 693.000.000. Un aumento del 29% que no está nada mal. Había prometido bajarlo a la mitad. Curiosamente descendieron cuando gobernó la derecha, 596.000.000 en el 35. SG. Payne, La primera democracia española, p.111.

Portela Valladares (Presidente del Gobierno en el 33), en guerra leal (todo lo leal que puede ser un político) a la República lo resume exactamente: “habían acordado almorzar en el aristocrático Lhardy… Ríome… de que seamos nosotros quienes gobernemos” (hablaba Prieto)… Eran los tiempos de júbilo por los goces no esperados (*)”. M. Portela Valladares, Memorias dentro del drama español, p.84. (*) Ese era el objetivo final, como ahora.

Para elegir al Presidente del Tribunal de Garantías (20-7-33, Constitucional ahora), se propuso que el cargo fuese para una persona integérrima, de prestigio, apartado de luchas políticas y que fuese reconocido por todos como juez sereno e imparcial. Tenía para gastarse en sus cosas sin justificar 125.000 ptas. Anuales, más su generosa paga 18.000pts). Se designó a Álvaro de Albornoz, de él decía Azaña (7-7-33): “Designar a Albornoz para la Presidencia del Tribunal tiene muchos inconvenientes… por sus condiciones personales. Es lo más probable que… lo haga mal… las ventajas son… que eliminamos de la política un estorbo de los mayores, por su ambigua conducta y su doblez, baluartes de su cobardía”. M. Azaña, Los cuadernos robados, p. 391. ¿No recuerda esto mucho a los presidentes del Tribunal Constitucional y de más órganos judiciales actuales?

Cuando murió Franco en España había 700.000 funcionarios, hoy hay 3.300.000. Además de asesores, sociedades públicas incontroladas, en ayuntamientos, comunidades autonómicas y hasta en el estado. Amen de miles y miles de liberados de los sindicatos, y hasta los de los empresarios, atetando siempre de la misma mama.

Vistos los precedentes, volvamos a los políticos que tendrían que ponerse de acuerdo por el bien de España (que risa da escribir esto).

¿Creé alguien que desde Rajoy a Rubalcaba y su bien nutrida tropa, o desde Más a Fabra y su bien y más nutrida tropa iban a nombrar un general honrado?

Vamos a suponer que en un ataque, impensable pero sigamos, de decencia lo eligiesen.

Si así fuese, lo primero que quitaría serían a los mismos políticos que tenemos (1/3 (+-) aproximadamente de todos los españoles que cobran del Estado), incluidos naturalmente a todos sus familiares, amigos, amigas, colegas, coleguillas, y "demás canalla de nuestros ejércitos" que diría el buen Borbón Carlos III (raro e irrepetible Borbón). La casta política, en España, siempre es la misma, cambia de color pero no de actitud.

Seguro lo arreglaba, pero con los siguientes inconvenientes.

¿Que pasaría a los siete años?

Lo explico con un magnifico ejemplo patrio:

El año 1923 España estaba en plena anarquía y corrupción, ¡En el medio año anterior, solo en Barcelona, hubo más de 728 atentados con muertos y heridos y más de 200 atracos a mano armada. En los últimos cinco años 3.280 huelgas en España, en Marruecos, desde hacía 14 años, una media de 2.515 muertos al año, etc.

El clamor era inmenso pidiendo un cirujano de hierro que lo arreglase.

Se levantó el general más honrado de España, Miguel Primo de Rivera, Capitán General De Cataluña, el apoyo fue unánime, aplaudieron a los militares desde los políticos de derecha e izquierda, muy especialmente los socialistas, a los nacionalistas catalanes. Ortega y Gasset escribía, El Sol, 27-11-23: "Si el movimiento militar ha querido identificarse con la opinión pública y ser plenamente popular, justo es decir que lo ha conseguido por entero... Calcúlese lagratitud que la gran masa nacional sentiría hacia esos magnánimos generales que generosamente, desinteresadamente, han realizado la aspiración secular de veinte millones de españoles, sin que a estos les cueste esfuerzo alguno". G. Maura Gamazo, Bosquejo histórico de la Dictadura, 1930, p.34.

Se nombra un gobierno de militares, cada ministro (8) cobraría su paga de general, sin gastos de representación, como el resto de los componentes del gobierno, se suprimen los directores generales, se disuelven las Cortes, se reduce la burocracia al 50%, se convocan un 25% de vacantes menos, los funcionarios son sometidos a una clara disciplina, se suprimen los gobernadores civiles, se simplifican los ayuntamientos, se suprimen las diputaciones, se hace una ley de incompatibilidades que prohíbe terminantemente, a los que hayan sido altas jerarquías del Estado, ser consejeros, abogados o asesores de las grandes empresas contratistas con el Gobierno, se crean los delegados gubernativos, militares al menos con grado de capitán, que siguen con el mismo sueldo, para inspeccionar la corrompida administración municipal, no se modificaría la Constitución, solo sería suspendida por el tiempo preciso para restaurar el orden, se potencia las competencias de los ayuntamientos.

España, en nada, se arregla desde el orden público, hasta la enseñanza, carreteras, ferrocarriles, renta per capita, etc.

Hay paz social, acaba con el terrorismo, con la guerra de Marruecos, promueve aceleradamente el desarrollo económico, ejecuta Obras Publicas: embalses, carreteras, regadíos. Desarrollo industrial,  Comercio, la población activa agraria deja de ser mayoritaria. Establece el monopolio del Estado en el sector petrolífero. Las multinacionales del petróleo no se lo perdonaran, los banqueros también, alarmados ante el impuesto directo sobre la renta de Calvo Sotelo”,

La Renta Nacional pasa de 95,8 en 1921 a 115,6 en 1929, bajaría en República, como ahora.

En 1924 votan las mujeres para los ayuntamientos, Gaceta de Madrid (BOE 12-4-24.

El voto femenino nacional empieza a ser reconocido. En 1926 fueron convocadas todas las mujeres mayores de 18 años, igual que los varones, al plebiscito de apoyo al Dictador Primo de Rivera.

En 1927, en la convocatoria de la Asamblea Nacional Consultiva (Cortes), pueden formar parte de ella "varones y hembras, solteras, viudas o casadas"

En esa asamblea participaron 13 mujeres, las primeras en una asamblea parlamentaria española. Hasta el año 33 (2 años de República no volverían a votar).

En el Anteproyecto de Constitución de la Monarquía española de 1929 se reconocía: "Serán electores de sufragio directo todos los españoles de ambos sexos".

El analfabetismo es reducido a menos del 50% por Primo: año 1920, 52,2% analfabetos, 1929, 44,4,  bajó un 8%, resultados bastante más brillantes que los de Azaña, en sus gobiernos bajó al 42%, un 2%.

A los 7 años vuelven los viejos políticos, los intelectuales a quien no hace ni caso se enfadan, la gente, creyendo que todo lo conseguido era lo normal, se cansa, ya descubririan en República que no era tan normal la cosa, pero será tarde y su arreglo necesitará una cruel guerra.

En fin, se pone de moda atacar a Primo.

El Rey le traiciona, escribe el canalla: "no había aprobado la Dictadura, sino sufrido  y que, habiéndose librado de aquel estorbo, volvía a las libertades constitucionales como siempre había sido su deseo".

Comentaba, el nacionalista catalán Cambó, refiriéndose a Alfonso XIII: “A poco que esto prosiga, se dará el caso de que así como antes solo hablaban mal del Rey los que le conocían, pronto hablará mal todo el mundo. Maura, Así cayó Alfonso XIII, p.419.

Primo se aburre y se va por que le da la gana, nadie se atreve a echarle.

Al poco muere en un modesto hotel de París.

Había sido marqués de Estella, Grande de España, millonario por familia desde siempre y durante sus prósperos años de gobierno había manejado libremente, sin nadie que le echase cuentas, todo el dinero de España.

¿Se imaginan si un político de los nuestros pesca ese chollo en que CASOPLÓN moriría?

Inmediatamente de irse empezó una terrible y mentirosa campaña difamatoria, auspiciada por todos los que pedían y les pareció magnifico y necesario el golpe del 23.

Todos rezaban que se hiciese, lo que Primo hizo tan bien, mejor aun de lo esperado. El gran problema, para todos, es que nadie chupó del bote, desde intelectuales a comisionistas.

El ex ministro de Gracia y Justicia con Primo, Galo Ponte, había sido el superior de Azaña en el momento de proclamarse la República, tenía 10 pts. por todo capital, el canalla Azaña escribía (11-8-31) de él: “eran las dos y las dos y media de la tarde y el ministro continuaba en el ministerio (le debía molestar un ministro trabajando fuera de horas)… está en la miseria… Come del rancho de los presos”. M. Azaña, OC, V.IV, p.116.

Galo Ponte era un viejo y prestigioso catedrático, primera autoridad en Derecho Foral Aragonés.

El escarnio de la memoria de Primo fue terrible.

El canalla de Largo Caballero, Secretario de Estado nombrado por el mismo Dictador, procesó a todos sus compañeros de Gobierno al poco de proclamarse la República.

Previamente en el XII congreso del PSOE (15-6-28), se dijo: "la justicia obliga a reconocer que Primo de Rivera atendió la mayor parte de las reclamaciones formuladas por el socialismo”. Esto permitió que la UGT durante la Dictadura creciera de 208.170 afiliados a 238.501, pasando a ser la primera fuerza sindicalista de España, la CNT, primera hasta entonces, fue casi aniquilada con la colaboración entusiasta de la UGT. Prieto afirmó, a pesar de ser contrario a Primo: "era un Dictador sin muertos… ojalá todas las dictaduras fueran como la suya”. La etapa Primo de Rivera fue una de las edades de oro del socialismo. Triunfó la línea colaboracionista (de Largo, Pablo Iglesias y Besteiro) por 5.388 contra 740 votos. Largo recomendaba a sus conmilitones: "mayor contención hacia… la República, no fuera a ser que nos convirtamos en liberales avanzados”. Lo que no le impidió ser ministro de ella apenas un año después.

Ahora vamos al clamor popular, que todos creemos tan importante:

14-1-1875. Cuenta el historiador Melchor Fernández Almagro del recibimiento a Alfonso XII: "La acogida que tuvo entre los catalanes fue impresionante, y lo refleja exactamente el telegrama que Alfonso XII puso a Isabel II: “Madre mía: el recibimiento que me ha hecho Barcelona excede mis esperanzas, excedería tus deseos… En Valencia se repitió el entusiasmo popular… entraba Alfonso XII en Madrid bajo el delirio de todo el pueblo que lo aclamaba con auténtico fervor y pasión, el recibimiento del pueblo fue inenarrable, sin precedente alguno… a su paso por las calles de Madrid, el Rey se fijó en un mozalbete que se deshacía en vivas al monarca, le hizo llamar y le dijo: -¡Qué entusiasmo monárquico, cuánto gritas! A lo que el jovenzuelo respondió.- Esto no es nada para lo que grité, cuando echamos a la Reina.

Comenta don Melchor: “En España no hay nadie que guarde para sí aplausos vírgenes”. http://www.diarioya.es/content/alfonso-xii

Sigamos en el tiempo.

Cuenta Maura, primer ministro de Gobernación en República: “con ocasión del santo del Rey (7 meses antes de la proclamación de la República)… el público estacionado en la plaza de Oriente le hizo objeto de una manifestación de entusiasmo que se prolongó largo rato… la reina  Victoria Eugenia, volviendo de Londres (faltaba un mes para la República)… recibió una multitudinaria acogida… tenía casi un carácter de alud popular”. Así cayó Alfonso XIII, Barcelona, Ariel, 1995, p.117.

Confirma Vegas Latapie, regresa la Reina: “Una multitud enardecida… se arremolinaba en las proximidades… el griterío fue estremecedor… la aclamaba desaforadamente… como las aclamaciones no cesaban, la Reina se asomó a saludar a la masa… al continuar los vítores frenéticos, don Alfonso y doña Victoria salieron al balcón”. E. Vegas Latapie, Memorias políticas, Barcelona, Planeta, 1983, p.93.

Esos mismos seguro que estaban poco tiempo después aclamando la venida de la República con vítores más frenéticos aun. La manifestación del 14 de abril en la plaza de Oriente fue parecida a la anterior.

Cuando murió Franco el clamor fue inmenso, las colas en la capilla ardiente fueron de varios kilómetros. Hoy hasta el Rey, que le debe todo, rectifico, solo el trono la fortuna se la ha apañado él, se avergüenza de haberle conocido, yo no le he oído defenderle desde hace mucho tiempo y se harta de oír ofensas.

Vemos que el clamor popular tampoco merece mucho respeto, hoy es uno y pasado mañana, o mañana, otro. Pasa en todos los países pero más en los incultos, mi querida España me temo que esté entre estos.

Prueba evidente de ello es que siempre que hay ocasión, en España, gobierna el socialismo,

Todas las veces que ha gobernado la ha arruinado: República, Felipe, ZP y si Rajoy es capaz de sacarnos de ésta, también el PSOE ganará las próximas elecciones.

 Mi pensamiento sobre el asunto, por si a alguien le interesa, es que los militares no deben mandar en las naciones, son los civiles los que lo deben hacer y nosotros obedecer, nos guste o no.

Solo en casos muy, muy excepcionales, verbigracia, Franco, era justo e inevitable.

Media España no estaba dispuesta a morir y los militares la apoyaron. La última faena del Frente Popular (12-7-36) contra la España decente, fueron los dos fallidos asesinatos de los líderes de la oposición, Goicoechea, y Gil Robles, y el plenamente conseguido de Calvo Sotelo, por la policía del gobierno y pistoleros socialistas ordenado por Prieto.

Si se llega al poder por ese método, hay que permanecer en él hasta la muerte, sino en cuanto te vayas te crucificarán, lamentablemente entre el clamor popular, independientemente de que lo hayas muy bien o muy mal, con sangre o sin una gota, te vayas rico o pobre.

Lo van a hacer, los que cuando manden lo hagan mal, véase siempre el PSOE; con sangre, véase el GAL; y se vayan ricos, véase Felipe y familia y últimamente el ZP.

La historia de España lo demuestra.

Así que no siendo en ocasiones muy excepcionales, de vida o muerte, que no haya otro remedio, NO PAGA EL TIRO.

Francisco Alamán Castro.