Podemos considerar la situación escolar de España como de devastación, principalmente en el orden moral y, también ,en el académico. Entre otras causas destaco  dos. Una  es la falta del “ethos cristiano” que tan bien promocionó el recientemente beatificado Cardenal Newman. Y la  segunda, consecuencia de la anterior, es  el monopolio de los estados en el ámbito escolar.

La degradación puede  llegar  también a las escuelas católicas que no integran debidamente la identidad cristiana en el currículo, organización y métodos. Si no tenemos buenas ofertas educativas basadas en  el amor y la esperanza cristiana derivada de Cristo Dios hecho hombre la familia se deteriora, los padres no reclaman sus derechos y se hacen absentistas en sus deberes. La escuela católica está primero para evangelizar y aportar testigos y apóstoles jóvenes virtuosos que den testimonio de su fe. También debe ofertar excelencia académica. Pero esto último  no basta tal como señaló nuestro pontífice Benedicto XVI a un grupo de alumnos de las escuelas católicas del Reino Unido en su reciente visita a esta gran nación.

El Padre Ángel Ayala realizó una labor educativa y apostólica impresionante. Fundador de ACdP y de Centros educativos como el Colegio de Areneros y el Seminario Menor de Ciudad Real. Promotor de la presencia pública de los católicos. Gran educador.

De  la extensa obra escrita del Padre Ayala entresaco aquellos puntos que se  que se relacionan más estrechamente con los derechos educativos de los padres y las libertades de enseñanza. Tales son: los fines de la educación católica; la identidad organizativa docente y funcionamiento de colegios y aulas católicas, el perfil  selección y cuidado del profesor en un a escuela católica; la crítica al Estado docente; la gestión de los colegios católicos; críticas muy finas a políticos autodenominados católicos y liberales (véase Canalejas y Romanones ) que aumentaron el intervencionismo gubernativo y obstaculizaron el desarrollo de la asignatura de  Religión, la catequesis y las enseñanzas en centros católicos. Similares hechos sucedieron en  años próximos a nosotros en que la escuela católica, en etapas de ministros católicos (1960 a 1980) perdió un gran número de alumnos merced a la política de creación de centros   de enseñanza media por  los gobiernos de dicho periodo. No respetaron el principio clave de la DSI aplicado a la creación de centros contenidos ya en Encíclicas como la “Divini Illius Magistri “ de Pío XI.

Conforme a una actualización de las ideas educativas del padre Ayala mi  propuesta, abierta de reforma escolar para España  incluya los siguientes apartados: las competencias y el poder para los padres y agentes educativos; transferir competencias educativas a la sociedad civil; escuelas dotadas de amplia autonomía curricular y organizativa; el derecho a crear centros debe incluir el derecho a crear currículo o planes de estudio ; requisitos mínimos muy generales de estructura y consensuados por los protagonistas de la enseñanza; el Estado garante del Derecho, la libertad  la unidad  cívica de la nación y el “ethos cultural cristiano; rendición de cuentas a las familias , sociedad y gobierno; alternativas de financiación(pago directo por familias, cheques, beneficios fiscales; becas de organizaciones y personas, etc.; principio de subsidiariedad en educación y libre concurrencia entre centros escolares; autonomía en admisión de alumnos, tamaño de las clases establecimiento de plantillas docentes...

Los políticos  deben intervenir cada vez menos en gestión, ayudas y financiación. Defendamos en este campo el principio de subsidiaridad.

 Los mercados descentralizados conforme al principio de subsidiaridad son más eficaces para organizar la enseñanza que un sistema  centralizado en manos de los políticos y sindicatos. Se logrará menos coste y más calidad moral e intelectual. No puede ser que las escuelas sigan enseñando marxismo, antiempresarialidad, colectivismo y feminismo de género. Las escuelas deben transmitir  la tradición occidental que ,hoy, consiste en cristianismo, moral natural, inteligencia y razón, ciencia, disciplina, economía de mercado , propiedad y  estado limitado y respeto al Derecho.

La escuela católica tiene ventaja  para oferta los mejores proyectos porque tiene  un valor de comunidad integrada por un grupo de personas que comparten unos valores (Cristo y lo que se deriva: caridad, misericordia, laboriosidad.. y comunidad funcional ( gente que interactúa y se relaciona regularmente).

Las escuelas católicas pueden desenvolverse  en el mercado escolar  y satisfacer la demanda de los padres –seguridad y logros académicos- y sobre todo la verdad de Cristo, la belleza y las virtudes para que sus hijos sean buenas personas, buenos cristianos y buenos ciudadanos. Haya que estar dispuestos a competir  tener beneficios y `prosperar en un marco de autonomía y libertad para  todas las escuelas de España.

En la escuela pública hay que apoyar la enseñanza de la Religión Católica y formar a los maestros que la impartan ; potenciar el asociacionismo de padres y maestros  católicos y exigir que no se impartan a los alumnos que asisten a clases de Religión Católica contenidos y principios opuestos a la moral cristiana. La neutralidad educativa es imposible si no se tolera que los padres católicos con hijos en estas  escuelas de titularidad gubernativa  sean respetados en sus opciones cristianas. Es, por tanto, importante fomentar movimientos de padres, maestros y profesores católicos que no deben acobardarse ni dormirse.

                                                       Silvino Lantero Vallina