Lunes, 29 de abril de 2024

Revolución permanente, olvido negligente y malminorismo con sabor a azufre

Ante unas ruinas

De hecho el Papa ha abierto los ojos a quienes aún hoy se niegan a ver la realidad:  

“Pero también es verdad que en España ha nacido una laicidad, un anticlericalismo, un laicismo fuerte y agresivo, como lo vimos precisamente en los años treinta, y esta disputa, más aún, este enfrentamiento entre fe y modernidad, ambos muy vivaces, se realiza hoy nuevamente en España”.

  Es decir, casi como por sorpresa los católicos volvemos a hallarnos frente a frente con la Revolución. ¿Cuál fue nuestro error?  

Las experiencias de la Revolución Francesa, la Soviética y la Guerra Civil Española han mostrado al mundo que la sangre de los cristianos es semilla de mártires y que por tanto, la mejor manera de hacer una Revolución anticristiana no es matar cristianos, sino expulsarlos de la vida pública imitando la estrategia del diablo, consistente en hacer creer que no existe ni diablo ni Revolución... hasta que se tiene encima y es demasiado tarde para reaccionar. Tal estrategia requiere tiempo, trocar un régimen político por otro sin brusquedades, reemplazando unas leyes por otras leyes, todo lento, lentísimo, como se tortura con la gota china o se cuece una rana.

¿Ingredientes?:  

  1º. Libertad sin Verdad: la democracia es un método para elegir libremente unos gobernantes que guarden el bien y la verdad, no un método de elección del bien y la verdad por parte de unos gobernantes. Si se quiere una democracia saludable y duradera, se ha de procurar la tiranía de la verdad y del bien. Si se quiere una tiranía saludable y duradera, se ha de procurar la elección democrática de la verdad y del bien. 

  En pocas palabras y como decía S. Agustín: “en lo esencial unidad, en lo accidental libertad y en todo Caridad”. Como digo yo: extender la libertad a lo esencial es fundamental para una Revolución anticristiana.

  2º. Introducción del mal en las leyes: se corrompe la semántica desde el Estado, creando significados ideológicos de las palabras y, por consiguiente, una Babel en la que los ciudadanos no son capaces de entenderse. También se desvirtúa el contenido de la familia, el patriotismo, la fe, etc. justo los diques sociales que pueden oponer resistencia al mal.

  3º. Débil oposición católica: cambios legales graduales generan protestas católicas proporcionadas, es decir, pequeñas; sobremanera cuando los políticos "católicos" neutralizan a sus bases con la esperanza de cambiar las leyes tras llegar al poder.

  4º. Mantenimiento de la apariencia de legitimidad: ¿cómo va a ser malo un régimen en el que participan políticos católicos?

  5º. Histeria: si un partido católico alcanza el poder e intenta revertir las iniquidades legales, los revolucionarios pasan a padecer el “síndrome de los gansos de Juno”, oponiéndose a gritos, manifestándose masivamente, etc.  

  6º. Control de los “medios de comunicación de masas”: para que el gobierno del partido católico parezca estar solo en la tesitura anterior, los medios de comunicación afines deben ser una abrumadora mayoría, lo que es tanto más sencillo cuanto más control se ejerce sobre la economía (televisiones públicas, licencias televisivas, amenazas a las empresas anunciantes en cadenas enemigas, etc.)

  7º. Violencia física: se emplean dosis calculadas de violencia para convencer a los políticos católicos reticentes de que, por motivos de orden público, es mejor dejar las cosas tal cual están.

  8º. Transigencia: finalmente se admiten los cambios legales de sus enemigos, presentándolos como legítimas reformas expresión de la “voluntad popular”.

  ¿Consecuencia final para los católicos?

  Las leyes revolucionarias obligan a hacer X. Pero X es incompatible con la fe católica, por lo que los católicos ortodoxos se ven excluidos automáticamente de la política.

  ¿Quiénes quedan?

  Persisten en política los sucedáneos de católico, puro escarnio de nuestra fe y nuestros mártires, que dicen servir al bien pero transigen y/o hacen el mal. Trajeados e impecables por fuera, son inservibles odres viejos, sepulcros impolutos de absoluta podredumbre interior. Son hombres viejos, esclavos del mundo y sus vanidades que pretenden pasar por virtuosos y catolicísimos varones.

  Es fácil identificarlos, por cuanto son éstos los que reciben halagos y cumplidos de la Revolución anticristiana, tanto más sencillo es cuanto más ferozmente señalen a los buenos cristianos como enemigos de la “democracia”, cosa que hacen con gusto, pues éstos les recuerdan lo que no son y debieran ser. En verdad se podría afirmar de tal político “católico” que es un hombre justo y leal, pero en el sentido que le daba Cambises al hablar con su hijo Ciro:

   “(Para que un hombre venza a sus enemigos) [...] debe ser insidioso, disimulado, falso, engañoso, ladrón, salteador y superior a sus enemigos en todo”. Y Ciro riéndose respondió: ¿Por Hércules padre, qué clase de hombre quieres que yo sea? Si así fueras, hijo, dijo Cambises, serías un varón justísimo y muy leal.

  Quizás nuestros políticos dizque católicos callen la verdad, pero las ruinas del monumento al Sagrado Corazón dan testimonio y pleno sentido a las palabras de Cristo:

Algunos fariseos que se encontraban entre la multitud le dijeron: «Maestro, reprende a tus discípulos». Pero él respondió: «Les aseguro que si ellos callan, gritarán las piedras. Cuando estuvo cerca y vio la ciudad, se puso a llorar por ella, diciendo: «¡Si tú también hubieras comprendido en ese día el mensaje de paz! Pero ahora está oculto a tus ojos. Vendrán días desastrosos para ti, en que tus enemigos te cercarán con empalizadas, te sitiarán y te atacarán por todas partes. Te arrasarán junto con tus hijos, que están dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has sabido reconocer el tiempo en que fuiste visitada por Dios». (Lucas 19, 37-44)


Comentarios

No hay comentarios sobre esta noticia.

Comentar

Columnistas

Ningun margen

Detrás de tanta normativa milimétrica se agazapa una desconfianza descomunal en la gestión privada, que actúa como un implícito reproche moral. Publicado en El Debate

Por Enrique García MáiquezLeer columna

¿Son los derechos humanos una idea tóxica?

Occidente no perdió el rumbo en 1776, sino en 1917 y 1968.

Por Francisco J Contreras Leer columna

San Fernando: el rey y el gobernante

Sólo el advenimiento de los Reyes Católicos, y el resultado de su prodigiosa obra, pudo superar, andando el tiempo, esa primacía en la memoria de los castellanos. Pero para ello hubieron de pasar casi doscientos cincuenta años Publicado en El Debate

Por Rafael Sánchez SausLeer columna

Goma 2 Eco asturiana ¡y ya vale!

Cabe resaltar aquí lo afirmado por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional: "En definitiva, da igual el explosivo que se utilizara, lo cierto es que todas las pruebas apuntan a que estos personajes fueron los que cometieron ese atentado y la trama asturiana proporcionó los explosivos" (sic).

Por Ana María Velasco Plaza Leer columna

¿Por qué no una Europa gaullista?

El papel rector de la Comisión Europea —que concentra todo el poder ejecutivo y gran parte del legislativo de la UE, pero no responde ni ante los Gobiernos nacionales, ni ante los ciudadanos europeos ni ante el Parlamento Europeo— es el principal instrumento de ese proceso de supranacionalización   Publicado previamente en LA GACETA

Por Francisco J Contreras Leer columna

Prescripción del 11M, humillante final de una nación

No sé si las palabras del juez ponente del proceso del 11M -"hay cosas tan graves en el 11-M que por ahora es mejor que no se sepan"- están ahora más en vigor que nunca antes. 

Por Ana María Velasco Plaza Leer columna

FELIZ NAVIDAD

Un año más enviamos nuestra felicitación navideña a nuestros lectores

Por Editorial Leer columna

LA PROPOSICION DE LEY DE AMNISTIA Y NUESTROS DIPUTADOS

A propósito de este acuerdo vienen a la memori las palabras de San Agustín en La ciudad de Dios, si no se respeta la justicia, ¿Qué son los Estados sino grandes bandas de ladrones?. 

Por José Luis LafuenteLeer columna

¿Somos todavía una nación?

Las naciones no son entes abstractos sino productos de la historia y, como tales, objeto de construcción o destrucción

Por Rafael Sánchez SausLeer columna

Chile: lecciones de septiembre del año 1973

  La actitud del Partido Socialista chileno hacia la democracia era en los 60 y 70 la misma que la del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Francisco Largo Caballero desde 1933: la democracia podía interesar como instrumento o puente hacia la dictadura del proletariado.  

Por Francisco J Contreras Leer columna

CUANDO LOS TRIBUNALES SON INDEPENDIENTES Y RESPONSABLES  

En Asturias, la Sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia en sentencia 620/2023, de 29 de mayo, dictada en el recurso PO 791/2022, ha estimado el recurso formulado por el Arzobispado de Oviedo impugnando el Decreto 60/2022, de 30 de agosto.

Por José Luis LafuenteLeer columna

Encuesta
¿Logrará la ciudadanía frenar la ley de amnistía?

a) no, el gobierno lo tiene todo "bien atado"
b) sí, la fuerza del pueblo es imparable

Dignidad Digital, S.L. E-mail: redaccion@dignidaddigital.com
logo