Domingo, 24 de noviembre de 2024
Amenaza en Pakistán
Expresar dolor por el gobernador asesinado puede llevar al mismo destino
Taseer, gobernador de la principal provincia paquistaní, fue asesinado a tiros a plena luz del día por uno de sus escoltas en una zona comercial de Islamabad, al parecer, por su apoyo a la derogación de la ley contra la blasfemia. Era una figura destacada del gubernamental Partido del Pueblo de Pakistán y próximo al presidente, Asif Ali Zardari.
Los grupos de Derechos Humanos dicen que los ciudadanos y los extremistas religiosos utilizan la ley para dirimir problemas personales, aunque una gran parte de la población del país, donde el 95 por ciento son musulmanes, apoya dicha norma.
El grupo de estudiosos Jamaat-e-Ahl-e-Sunnat es una voz crítica contra los milicianos talibán que atacan al Gobierno y a su principal aliado, Estados Unidos. Pertenecen a la corriente moderada suní Barelvi, pero han apoyado la ley contra la blasfemia.
"Más de 500 estudiosos de Jamaat-e-Ahl-e-Sunnat han aconsejado a los musulmanes para que no ofrezcan sus plegarias al gobernador de Punjab, Salman Taseer, ni intenten liderar los rezos", declaró el grupo en un comunicado. "Además, no debería haber ninguna expresión de dolor o de simpatía por la muerte del gobernador, ya que aquellos que apoyan la blasfemia contra el profeta (Mahoma) cometen blasfemia al hacerlo", añadió.
El grupo de estudiosos también apuntó el "coraje" y el fervor religioso del asesino de Taseer y que esta acción ha hecho que los musulmanes en el mundo se sientan orgullosos. También avisó a los intelectuales, políticos, ministros y presentadores de televisión que se oponen a la ley que aprendan la lección con la muerte de Taseer.
El asesinato de Taseer ha provocado una fuerte crisis política en el país que ha seguido a la salida del Gobierno de uno de los principales partidos de la coalición gubernamental de Zardari, que ha dejado al Gobierno en minoría parlamentaria.
El partido islamista Jamaat-e-Islami también justificó el asesinato de Taseer. "Si el Gobierno le hubiese quitado del cargo, no hubiera habido la necesidad de dispararle", explicó la formación en un comunicado poco antes de que fuera enterrado el gobernador en Lahore, la capital de Punjab.
El ministro del Interior paquistaní, Rehman Malik, declaró que el guardaespaldas que mató a Taseer, identificado con el nombre de Malik Mumtaz Hussain Qadri, confesó el crimen y fue arrestado. "Salman Taseer es un blasfemo y este es el castigo para un blasfemo", declaró Qadri a la televisión Dunya.
Taseer recibió catorce impactos de bala desde una distancia de dos metros, según el portavoz del hospital donde fue trasladado, Jawaja Waseem Ahmed.
La ley contra la blasfemia saltó a los titulares de medio mundo en noviembre cuando la cristiana Asia Bibi fue sentenciada a muerte bajo la premisa de la norma, aunque la condenada relaciona la denuncia con rencillas locales.
Taseer visitó a Bibi en prisión durante una campaña para su liberación. El gobernador escribió en Twitter el pasado viernes: "He estado bajo una gran presión por la intimidación de los derechistas en relación con la blasfemia. Me niego. Aunque fuese el último hombre en la Tierra".
Columnistas
La subida global de temperaturas y la conveniencia de ir sustituyendo las fuentes de energía tradicionales (gas, petróleo y carbón) por otras más sostenibles es un tema de permanente actualidad tanto en los medios de comunicación como en la política. Frente a la versión aplastantemente mayoritaria del problema y sus soluciones, el ciudadano atento y bien informando acaba descubriendo algunos problemas a los que no se les presta demasiada atención. En este artículo se presentarán algunos de ellos
Por Francisco Javier Garcia AlonsoLeer columna
La propuesta que más influyó para atraer el voto de muchos europeos hacia las nuevas derechas es el rechazo a las políticas que facilitan la inmigración incontrolada, pues están convencidos de que aumenta la delincuencia y favorece la islamización de Europa
Por Angel Jiménez LacaveLeer columna
La alternativa a la "justicia social" no es un escenario de pobres muriéndose en las aceras por falta de recursos para pagarse un hospital. La alternativa sería una sociedad en la que, con una presión fiscal que fuese muy inferior a la actual, la gran mayoría de la gente se las arreglase muy bien por sí misma, sin depender de papá Estado. Publicado en el centro Covarrubias
Por Francisco J Contreras Leer columna
Este hombre de 82 años ha hecho más daño al sanchismo en dos meses que Feijóo y sus diputados en esta legislatura
Por Rafael Sánchez SausLeer columna
En su libro “Agenda 2033, nueva y eterna”, Eduardo Granados presenta una propuesta para que pongamos nuestra mirada en 2033, fecha en la que se cumplen dos mil años de la Redención. En 2033 confluyen las celebraciones del bimilenario de la institución de la Eucaristía, de la muerte y resurrección de Cristo y del nacimiento de la Iglesia. En esta entrevista el autor nos da las claves de esta original propuesta.
Por Teodoreto de Samos Leer columna
Detrás de tanta normativa milimétrica se agazapa una desconfianza descomunal en la gestión privada, que actúa como un implícito reproche moral. Publicado en El Debate
Por Enrique García MáiquezLeer columna
Occidente no perdió el rumbo en 1776, sino en 1917 y 1968.
Por Francisco J Contreras Leer columna
Sólo el advenimiento de los Reyes Católicos, y el resultado de su prodigiosa obra, pudo superar, andando el tiempo, esa primacía en la memoria de los castellanos. Pero para ello hubieron de pasar casi doscientos cincuenta años Publicado en El Debate
Por Rafael Sánchez SausLeer columna
Cabe resaltar aquí lo afirmado por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional: "En definitiva, da igual el explosivo que se utilizara, lo cierto es que todas las pruebas apuntan a que estos personajes fueron los que cometieron ese atentado y la trama asturiana proporcionó los explosivos" (sic).
Por Ana María Velasco Plaza Leer columna
El papel rector de la Comisión Europea —que concentra todo el poder ejecutivo y gran parte del legislativo de la UE, pero no responde ni ante los Gobiernos nacionales, ni ante los ciudadanos europeos ni ante el Parlamento Europeo— es el principal instrumento de ese proceso de supranacionalización Publicado previamente en LA GACETA
Por Francisco J Contreras Leer columna