Lunes, 14 de julio de 2025
Mutismo de la clase dirigente británica ante las demandas de la UE de agilizar la salida
Francia avisa de que no tolerará que Reino Unido juegue "al gato y al ratón"
Nuevamente, se ha especulado con la posibilidad de que los trámites para que Reino Unido abandone el bloque podrían comenzar incluso antes de que David Cameron, que ayer presentó su dimisión como primer ministro británico, abandone definitivamente en octubre el cargo.
"Está claro que hay que nombrar a un nuevo primer ministro y eso tardará unos días, pero la verdad es que esto es bastante urgente", remarcó Ayrault desde Berlín, donde ha mantenido el encuentro con sus homólogos de Alemania, Países Bajos, Luxemburgo, Italia y Bélgica.
Ayrault justificó las prisas por las incógnitas desatadas tras el triunfo del Brexit. "Por el interés de Reino Unido y por el interés de los europeos, no podemos permitirnos un periodo de incertidumbre que pueda tener consecuencias políticas y económicas", indicó.
Reino Unido intenta digerir el nuevo orden establecido tras la confirmación de su salida de la Unión Europea, pero el marasmo político, económico y constitucional al que se enfrenta por el momento solo cuentan con el silencio ensordecedor de su clase política precisamente cuando más necesario es el gesto de reconciliación tras un referéndum que ha dejado a la sociedad británica profundamente dividida.
Frente a la diligencia desplegada por los países fundadores del proyecto comunitario, que han tardado apenas 24 horas en reunirse para analizar el escenario post-Brexit, la clase dirigente británica parece haber entrado en un período de sonambulismo institucional que contrasta con el frenesí de los últimos meses, en los que la gestión de gobierno se había visto interrumpida por el debate de una de las decisiones más trascendentales de su historia reciente.
Una vez las urnas han despejado la incógnita inmediata, la ruptura de una sociedad de 43 años, un enigma de mayores proporciones ha pasado a dominar la realidad de un país obligado a edificar un nuevo aparato legislativo, político y comercial sin libro de instrucciones y, de momento, sin un líder para dirigir la travesía hacia lo desconocido.
Este rompecabezas había pasado por la campaña de manera subliminal, puesto que mientras los partidarios de la permanencia se centraban fundamentalmente en advertir contra los efectos del cambio, sus oponentes se encargaron de que la indeterminación sobre qué fórmula imperaría de triunfar su apuesta no pesase sobre el imaginario del votante.
Como consecuencia, Reino Unido inaugura una nueva fase de 'impasse' auspiciada por el mismo dirigente que había luchado por proteger el vínculo comunitario y que, sólo cuando éste quedó sesgado, entendió la necesidad de abrir un período de consulta antes de iniciar formalmente los trámites de un divorcio que podría llevar décadas.
La decisión de David Cameron, desde ayer, en la práctica, un primer ministro en funciones, de depositar sobre su sucesor el peso íntegro de la negociación ha provocado un silencio administrativo ensordecedor en un territorio que intenta todavía superar la resaca de una agria campaña marcada una guerra de cifras que, sólo ahora, comienzan a ponerse en duda por los mismos que las habían defendido.
Cameron ha participado esta jornada en un evento de las Fuerzas Armadas en Lincolnshire en el que ha desplegado un mutismo que le ha permitido evitar pronunciarse sobre el futuro a corto plazo y, sobre todo, la presión que sus ya exsocios comunitarios han comenzado a imponer para que Reino Unido resuelva su salida cuanto antes.
Tampoco han facilitado pistas sobre el modelo de "independencia" aquellos que la había reivindicado durante semanas, como tampoco han evidenciado aspiraciones los tipificados para relevar a Cameron en el congreso conservador de octubre, de entre quienes el espectro mediático británico señala esta jornada al exalcalde de Londres y voz más destacada del frente pro-Brexit, Boris Johnson, como favorito.
A su favor, Johnson presenta un indisputable palmarés electoral y la probada capacidad de llegar a un espectro de votantes que supera el granero 'tory'. En su contra, no obstante, sobrevuela la sospecha de que su posicionamiento pro-salida no respondía a convicción, sino a una maniobra estratégica para llegar al Número 10, una percepción que no lo ayudaría a mejorar el reducido apoyo con el que cuenta en el grupo parlamentario 'tory'.
Por ello, el ruido ya se deja notar en torno a las tácticas en marcha para detener su acceso a Downing Street, una intervención que obligaría a hallar una alternativa a sus promotores, entre quienes estaría un Cameron que no le habría perdonado una traición que ha considerado de interés personal.
El alineamiento del ministro del Tesoro, George Osborne, con el 'premier', para quien ha constituido el más fiel colaborador desde sus tiempos en la oposición, lo descarta para la carrera, lo que ha hecho ganar enteros a la titular de Interior, Theresa May, en el bando de la permanencia durante la campaña del referéndum, aunque con apenas presencia pública.
Los ecos de sucesión también suenan en el Partido Laborista, cuyo líder, Jeremy Corbyn, ha comparecido esta jornada en medio de las acusaciones que vinculan el resultado del jueves a su supuesta falta de implicación real en la campaña. Dado el ajustado margen del 'Brexit', la incapacidad de movilizar al electorado de izquierdas en sus bastiones naturales se encargó del resto.
Corbyn hace frente a una profunda presión interna tan sólo nueve meses después de su nombramiento y, a la moción de confianza ya presentada por dos diputadas, se suman las especulaciones acerca de un posible motín la próxima semana. De acuerdo con PoliticsHome, un grupo de parlamentarios, entre los que se incluirían miembros de su propio equipo, estarían dispuestos a dimitir en cadena para forzar al líder a abandonar.
El compás de espera en el que parece hallarse la plana mayor del 'establishment' político británico un día después de un escrutinio que ha cambiado el curso de la historia no sólo británica, sino de todo un continente, contrasta con la hiperactividad de plazas clave para este nuevo escenario, como Escocia, junto a Irlanda del Norte y Londres, el único territorio que se decantó a favor de la permanencia.
Su Gobierno no ha esperado a digerir las consecuencias del plebiscito y se ha reunido esta misma jornada para decidir iniciar "discusiones inmediatas" con Bruselas para proteger su vínculo comunitario y, crucialmente, para inaugurar los trabajos para que una segunda consulta de independencia sea "realizable", transcurridos menos de dos años de una primera votación que, en parte, había rechazado la secesión para evitar la salida de la UE.
Otra de las consecuencias del 'Brexit', en este caso, en las esferas comunitarias, ha sido la dimisión del comisario de Servicios Financieros, Jonathan Hill, un profundo eurófilo. De los británicos en la UE, Hill ocupaba el rango más destacado y una de las carteras más influyentes de la Comisión, la misma que, a raíz de los acontecimientos, no ha considerado adecuado mantener.
Su resignación ante la salida contrasta con la de quienes todavía se resisten a que su país abandone la UE. Una petición parlamentaria que demanda un segundo referéndum ha acumulado más de 1,8 millones de firmas de ciudadanos que desafiaron incluso los problemas técnicos que la avalancha de interés provocó en la página web creada para la petición.
Su capacidad de atracción supera ya en más de 15 veces el mínimo necesario para que una demanda sea evaluada en el Parlamento, si bien es difícil que, tras el terremoto del 'Brexit', su planteamiento encuentre materialización.
Según su promotor, una segunda consulta debería tener lugar si la opción vencedora obtiene menos del 60 por ciento del apoyo con una participación del 75 por ciento. Ninguno de estos umbrales se alcanzaron el jueves, ya que la salida quedó certificada con un 51,9 por ciento del 72 por ciento del electorado que votó.
Columnistas
Reconoce que ha proclamado y custodiado el Evangelio. León XIV felicita al cardenal Burke por sus 50 años de sacerdocio
Por Teodoreto de Samos Leer columna
Comenzamos una columna semanal sobre noticias y comentarios sobre la iglesia
Por Teodoreto de Samos Leer columna
Vance es un peso pesado intelectual, un político-filósofo. Entre sus influencias están la doctrina social de la Iglesia, el pensamiento de René Girard y las ideas de teóricos postliberales como Sohrab Ahmari o Patrick Deneen Publicado en el Debate
Por Francisco J Contreras Leer columna
La subida global de temperaturas y la conveniencia de ir sustituyendo las fuentes de energía tradicionales (gas, petróleo y carbón) por otras más sostenibles es un tema de permanente actualidad tanto en los medios de comunicación como en la política. Frente a la versión aplastantemente mayoritaria del problema y sus soluciones, el ciudadano atento y bien informando acaba descubriendo algunos problemas a los que no se les presta demasiada atención. En este artículo se presentarán algunos de ellos
Por Francisco Javier Garcia AlonsoLeer columna
La propuesta que más influyó para atraer el voto de muchos europeos hacia las nuevas derechas es el rechazo a las políticas que facilitan la inmigración incontrolada, pues están convencidos de que aumenta la delincuencia y favorece la islamización de Europa
Por Angel Jiménez LacaveLeer columna
La alternativa a la "justicia social" no es un escenario de pobres muriéndose en las aceras por falta de recursos para pagarse un hospital. La alternativa sería una sociedad en la que, con una presión fiscal que fuese muy inferior a la actual, la gran mayoría de la gente se las arreglase muy bien por sí misma, sin depender de papá Estado. Publicado en el centro Covarrubias
Por Francisco J Contreras Leer columna
Este hombre de 82 años ha hecho más daño al sanchismo en dos meses que Feijóo y sus diputados en esta legislatura
Por Rafael Sánchez SausLeer columna
En su libro “Agenda 2033, nueva y eterna”, Eduardo Granados presenta una propuesta para que pongamos nuestra mirada en 2033, fecha en la que se cumplen dos mil años de la Redención. En 2033 confluyen las celebraciones del bimilenario de la institución de la Eucaristía, de la muerte y resurrección de Cristo y del nacimiento de la Iglesia. En esta entrevista el autor nos da las claves de esta original propuesta.
Por Teodoreto de Samos Leer columna
Detrás de tanta normativa milimétrica se agazapa una desconfianza descomunal en la gestión privada, que actúa como un implícito reproche moral. Publicado en El Debate
Por Enrique García MáiquezLeer columna
Occidente no perdió el rumbo en 1776, sino en 1917 y 1968.
Por Francisco J Contreras Leer columna