El lunes, el Ministerio de Defensa ruso informó de la prueba con éxito de un misil 'Tsirkon' disparado desde un buque y que impactó en un objetivo situado a 400 kilómetros de distancia. Moscú ya había dado muestras de avanzar en el desarrollo de este armamento, hacia el que también estaría dando pasos Pekín.
Putin confía en que no se llegue nunca al "extremo" de tener que utilizarlo, que "prevalezca el sentido común y la responsabilidad". Sin embargo, ha confirmado que las fuerzas rusas podrán disponer de los nuevos misiles en cuestión de pocos meses, informa la agencia de noticias Sputnik.
El mandatario ruso ha aprovechado un discurso durante un foro económico para advertir, de hecho, de que cualquier potencial amenaza procedente de Ucrania recibirá respuesta, en línea de lo que ya han expresado también el Gobierno de Estados Unidos o la OTAN en su conjunto, que sospechan del movimiento de tropas en la frontera ucraniana.
"Si en el territorio de Ucrania aparecen armas de ataque que lleguen a Moscú en 7 o 10 minutos, cinco minutos en el caso de las armas hipersónicas (...) tendremos que crear algo similar", ha señalado Putin, que ha marcado como una "línea roja" la movilización de Ucrania o de sus aliados internacionales.