Jueves, 18 de abril de 2024

Comentario al Evangelio del Domingo por Monseñor Jesús Sanz

Aquellas ocho formas de felicidad

  Es la gran pregunta y la verdadera cuestión del corazón humano: ser feliz. ¿Quién nos lo podría asegurar y darle cumplimento? Es lo que el Evangelio de este domingo nos propone. Como un nuevo Moisés, Jesús subirá a la montaña para proclamar allí su pro­grama de bendición. Por eso Jesús realiza una nueva creación, porque con su vida y su muerte, con su resurrección, ha posibilitado nuevamente y definitivamente el proyecto del Padre que el pecado humano había frustrado. El sermón de la montaña que escucharemos este domingo, no es sino la primera entrega de este volver a "decirse" de Dios en la boca de su Hijo, el bien-amado que hemos de escuchar.          

Produce una sensación extraña ir escuchando estas ocho formas de felicidad que son las bienaventuranzas. Pero ¿puede hablarse hoy de felicidad... de una felicidad ver­dadera y duradera? ¿No hay demasiadas contraindicaciones, demasiados dramas y os­curidades que nos rebozan su desmentido? Jesús hablará de la felicidad de los pobres de espíritu (los humildes en sentido bíblico), de la felicidad de los afligidos, la de los mansos, la de los hambrientos y sedien­tos, de la felicidad de los misericordiosos, de la felicidad de los limpios de corazón, la de los pacíficos, la de los perseguidos por la justicia... Y por si fuera poco provocativo su mensaje, Jesús añadirá todavía una felicidad más desconcertante aún: la de los que su­frirán insultos, persecución y maledicencia por  causa de Él.          

No es fácil tampoco hoy el sermón de las bienaventuranzas, no porque nuestro corazón no se reconozca en ellas, sino porque nos parecen tan imposibles, tan distantes estamos de ellas, que la Palabra de Jesús nos resulta como nombrar la soga en la casa del ahorcado: O ¿es que no duele su mensaje de humildad, de mansedumbre, de paz, de limpieza, de misericordia... cuando seguimos empeñados −cada cual a su nivel  correspondiente− en construir, en fomentar, en subvencionar un mundo que es arrogante, agresivo, violento, sucio, intolerante? Por esto son difíciles de escuchar las bienaventuranzas, porque nos ponen de nuevo ante la verdad para la que nacimos, ante lo más original de nuestro corazón y de nuestras entrañas humanas.             

Las bienaventuranzas nos esperan, en lo pequeño, en lo cotidiano, en el prójimo más próximo, y nos vuelven a decir: la paz es posible, la alegría no es una quimera, la justicia no es un lujo a negociar. No os engañéis más, no os acostumbréis a lo malo y a lo deforme, porque nacisteis para la bondad y la belleza. Y S. Agustín dirá: «Nos hiciste, Señor, para ti e inquieto estará nuestro corazón hasta que descanse en ti».       

+ Jesús Sanz Montes, ofm      

Arzobispo de Oviedo       Adm. Apost. de Huesca y de Jaca


Comentarios

No hay comentarios sobre esta noticia.

Comentar

Columnistas

¿Son los derechos humanos una idea tóxica?

Occidente no perdió el rumbo en 1776, sino en 1917 y 1968.

Por Francisco J Contreras Leer columna

San Fernando: el rey y el gobernante

Sólo el advenimiento de los Reyes Católicos, y el resultado de su prodigiosa obra, pudo superar, andando el tiempo, esa primacía en la memoria de los castellanos. Pero para ello hubieron de pasar casi doscientos cincuenta años Publicado en El Debate

Por Rafael Sánchez SausLeer columna

Goma 2 Eco asturiana ¡y ya vale!

Cabe resaltar aquí lo afirmado por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional: "En definitiva, da igual el explosivo que se utilizara, lo cierto es que todas las pruebas apuntan a que estos personajes fueron los que cometieron ese atentado y la trama asturiana proporcionó los explosivos" (sic).

Por Ana María Velasco Plaza Leer columna

¿Por qué no una Europa gaullista?

El papel rector de la Comisión Europea —que concentra todo el poder ejecutivo y gran parte del legislativo de la UE, pero no responde ni ante los Gobiernos nacionales, ni ante los ciudadanos europeos ni ante el Parlamento Europeo— es el principal instrumento de ese proceso de supranacionalización   Publicado previamente en LA GACETA

Por Francisco J Contreras Leer columna

Prescripción del 11M, humillante final de una nación

No sé si las palabras del juez ponente del proceso del 11M -"hay cosas tan graves en el 11-M que por ahora es mejor que no se sepan"- están ahora más en vigor que nunca antes. 

Por Ana María Velasco Plaza Leer columna

FELIZ NAVIDAD

Un año más enviamos nuestra felicitación navideña a nuestros lectores

Por Editorial Leer columna

LA PROPOSICION DE LEY DE AMNISTIA Y NUESTROS DIPUTADOS

A propósito de este acuerdo vienen a la memori las palabras de San Agustín en La ciudad de Dios, si no se respeta la justicia, ¿Qué son los Estados sino grandes bandas de ladrones?. 

Por José Luis LafuenteLeer columna

¿Somos todavía una nación?

Las naciones no son entes abstractos sino productos de la historia y, como tales, objeto de construcción o destrucción

Por Rafael Sánchez SausLeer columna

Chile: lecciones de septiembre del año 1973

  La actitud del Partido Socialista chileno hacia la democracia era en los 60 y 70 la misma que la del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Francisco Largo Caballero desde 1933: la democracia podía interesar como instrumento o puente hacia la dictadura del proletariado.  

Por Francisco J Contreras Leer columna

CUANDO LOS TRIBUNALES SON INDEPENDIENTES Y RESPONSABLES  

En Asturias, la Sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia en sentencia 620/2023, de 29 de mayo, dictada en el recurso PO 791/2022, ha estimado el recurso formulado por el Arzobispado de Oviedo impugnando el Decreto 60/2022, de 30 de agosto.

Por José Luis LafuenteLeer columna

La ciencia y el cristianismo

La edad media no fue tan oscura como nos han contado, y menos aún para la ciencia

Por Francisco Javier Garcia AlonsoLeer columna

Encuesta
¿Logrará la ciudadanía frenar la ley de amnistía?

a) no, el gobierno lo tiene todo "bien atado"
b) sí, la fuerza del pueblo es imparable

Dignidad Digital, S.L. E-mail: redaccion@dignidaddigital.com
logo