Viernes, 26 de abril de 2024
Algunas preguntas y respuestas entorno al Catecismo
El pecado original
“Para incitar al hombre a cometer su primer pecado, el demonio se sirvió de la existencia de una prohibición que le había sido impuesta al hombre por Dios, la de no comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. No es difícil entender el significado de esta prohibición. Quiere decir, abiertamente, que el hombre debe aceptar la existencia de limitaciones en un punto muy concreto, el de decidir qué es bueno y qué es malo, dónde está el bien y dónde está el mal. “El hombre -dice el Catecismo- depende del Creador, está sometido a las leyes de la Creación y a las normas morales que regulan el uso de la libertad”.
El hombre se negó a aceptar esta limitación. Quiso decidir por sí mismo sobre el bien y el mal. Cometió así el primer pecado, que fue, en definitiva, un acto de desobediencia, de soberbia, de falta de confianza. De desobediencia porque contravino una orden de Dios. De soberbia, porque quiso apoderarse del atributo divino de decidir sobre la moralidad de los actos, quiso ser como Dios, tal y como le había sugerido la serpiente. De falta de confianza, porque pensó que en realidad si Dios le había prohibido hacer algo era por miedo a las consecuencias que para el propio Dios tendría el comportamiento del hombre; no creyó en el amor de Dios, no creyó que la prohibición impuesta por el Creador era para el bien del hombre. Tanto Adán como Eva tenían, sin motivo alguno, una falsa imagen de Dios, la de alguien celoso de sus prerrogativas, y por eso pecaron. Y también por eso, basándose en esa falsa imagen, después del pecado empezaron a tener miedo de Dios (nº 399)”.
“Las consecuencias fueron inmediatas y espantosas. La pérdida o expulsión del Paraíso, las resume todas. El Catecismo lo expresa así: “La armonía en la que se encontraban, establecida gracias a la justicia original, queda destruida; el dominio de las facultades espirituales del alma sobre el cuerpo se quiebra; la unión entre el hombre y la mujer es sometida a tensiones; sus relaciones estarán marcadas por el deseo y el dominio. La armonía con la creación se rompe; la creación visible se hace para el hombre extraña y hostil. A causa del hombre, la creación es sometida a la servidumbre de la corrupción. Por fin, la consecuencia explícitamente anunciada para el caso de desobediencia se realizará: el hombre ‘volverá al polvo del que fue formado’. La muerte hace su entrada en la historia de la humanidad” (nº 400)”.
El pecado original, el primer pecado, enseguida tuvo imitadores, enseguida se ve sucedido por un segundo pecado, por una cadena ininterrumpida de pecados personales que llega hasta nuestros días. Efectivamente, tras la desobediencia de Adán y Eva, tras la ruptura con Dios, tiene lugar el asesinato de Abel a manos de Caín, es decir la muerte de un hombre a manos de su hermano. El hombre, separado de Dios, se convierte rápidamente en asesino de su hermano. La separación de Dios tiene como consecuencia la ruptura de las relaciones entre los hombres.
El hombre mata al hombre cuando se ha alejado de Dios. El hombre pecador no sólo está muerto por dentro sino que es portador de muerte. No hay opción posible: o se está con el Dios de la vida y del amor, y en ese caso se está con la vida y con el amor, o se está con el demonio, con el pecado, con el odio y la muerte”.
Preguntas y respuestas seleccionadas por el P. Santiago Martín Para saber más sobre Franciscanos de María pinchar en http://www.frmaria.org/
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